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A la afición del Valencia –quizás eso va con la naturaleza humana o española– siempre le ha gustado debatir sobre cuánto cobran sus dirigentes. Interés ... que por otra parte se ve sensiblemente incrementado cuando afecta a la parcela deportiva y más aún cuando gente como Carlos Soler y José Luis Gayà todavía siguen sin renovar sus respectivos contratos, por ejemplo, situación que por lo general conlleva una discusión monetaria. Pero de siempre, el sueldo de los directivos valencianistas ha sido objeto de críticas y ataques. Nadie podría imaginar por ejemplo que personas como Arturo Tuzón o Jaime Ortí pudieran percibir ni un solo euro del club.
Los tiempos y las maneras cambian aunque eso nunca ha sentado bien entre los aficionados. Francisco Roig y Manuel Llorente, y en menor medida Javier Gómez y bajo otra circunstancias, pueden dar fe de esa presión social que se palpaba en cada junta de accionistas cuando salía a relucir el jornal que se llevaban.
Con Anil Murthy en el centro de la diana de la afición blanquinegra desde hace ya muchos meses, en el juicio que ha abierto Libertad VCF se pone en tela de juicio la conveniencia o no del salario que se apuntaron tanto el presidente valencianista como, en su momento, mano derecha, Kim Koh. Aunque fue con motivo del despido de Mateo Alemany cuando Meriton decidió cambiar los estatutos para que sus consejeros profesionales estuvieran en la nómina del club, realmente el primero que movió ficha en ese sentido fue Paco Roig. No es que el expresidente tuviera abiertamente un jornal del Valencia en el periodo en el que estuvo como máximo representante (1994-1997), pero sí fue el primero en abrir el melón de si los directivos tenían que cobrar o no por su gestión.
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Lo hizo a su manera. No se puso sueldo abiertamente pero sí arrancó en 1994 de la asamblea la aprobación de un pellizco del 1% del presupuesto para «gastos de representación del consejo», asunto que se puso en marcha más tarde. Aquella Visa Oro que manejó fue objeto de tal polémica que el asunto acabó incluso en los juzgados por una querella que le presentaron, y en la que también estuvo sobre la mesa el dinero que Corporación M2 se llevó de la antigua Antena 3 TV por los derechos televisivos (1,5 millones de euros). Fue el principio de una nueva era porque, de siempre, ser directivo o consejero de un club costaba, cuesta y costará dinero. Los dirigentes llegaban al fútbol por motivos pasionales, al margen de que profesionalmente pudieran en sus parcelas aprovecharse de la fama y contactos del cargo.
Roig supuso pues un antes y un después y significó todo un terremoto social: «Cobraba el 1% y me mataban», ha llegado a decir con el paso de los años. Estamos hablando de 52 millones de las antiguas pesetas, es decir, 312.000 euros, una cantidad algo menor de lo que ahora, 26 años después, recibe formalmente Anil Murthy.
Eso sí, la diferencia es que el singapurés percibe –o percibió mejor dicho en su estreno– los 460.000 euros brutos más otras cantidades que puede asignarle el consejo en función de unos criterios no específicos, además de sufragar gastos –como si con ese salario no fuera posible hacer frente– tan diversos como el alquiler de la vivienda (sin especificar la cuantía), la escolarización de sus hijos, lo que cuesta un billete de avión de ida y vuelta a su país para toda su familia (en torno a 1.000 euros por pasaje) así como un seguro médico familiar.
Se trata de conceptos y cifras que percibió el dirigente en su primer año de gestión cuando pasó a cobrar directamente del Valencia, ya que se supone que antes era Meriton quien le pagaba. Así lo relató ante el juez el abogado de Libertad VCF, exponiendo en redondo la cifra en 505.000 euros de asignación.
Si es mucho o poco o lo justo es algo abierto sin duda al debate pero en todos los casos se ha discutido al respecto. Lo fue en su momento cuando afectaba al presidente del Levante, Quico Catalán, que con la última revisión que hizo su consejo en 2019 pasó de ganar 229.000 euros brutos, a 350.000 euros fijos más unas variables que se podían estirar a 150.000 euros. Con la pandemia y la crisis el escenario de 2019 ha cambiado sensiblemente a nivel general.
También es verdad que en lo que al Valencia se refiere y más tras el cambio de estatutos, se dejó que la percepción para los miembros liberados del consejo (primero fue Kim Koh y ahora es Joey Lim, además de Murthy), el salario podría llegar a ser como máximo el 1,5% del volumen de la cifra de negocio del grupo. La asignación podría haberse disparado a más de 2,5 millones.
Ya se encargó el abogado del Valencia de exponer ante el juez este martes que tanto por la pandemia como luego por el ERTE, el sueldo de los directivos se vio sensiblemente afectado (20%).
Pero si Roig sufrió ataques por ese dinero que manejaba, el que también lo sufrió en sus propias carnes fue Manuel Llorente, que año tras año escuchaba la misma 'canción' en las asambleas de accionistas (todavía eran populares con 9 títulos para asistir). Roig, por cierto, siempre que ha tenido la oportunidad de atacar a Llorente –y lo ha hecho muy a menudo– ha aprovechado para insistir en que era más el dinero de lo que se dijo. Desde 2009 que fue cuando entró como presidente, sus percepciones oscilaron entre los 360.000 euros y los 339.667 de su cuarta y última temporada al frente del club.
Algo similar a lo que también cobraba Javier Gómez, que fue presidente por un corto espacio de tiempo, pero que como vicepresidente también tenía sueldo: 343.500 euros. El caso de Gómez, actual ejecutivo de LaLiga, tuvo el añadido del despido que cobró, de más del millón de euros.
De esa misma época también fue vicepresidente deportivo Fernando Gómez, cuyos emolumentos anuales llegaron a ser de 339.667 euros.
El más reciente de todos los que han tenido nómina del club siendo consejero o presidente ha sido Amadeo Salvo, que primero no cobraba nada pero que cuando aterrizó Meriton pasó a cobrar del Valencia. Él siempre defendió que sus ganancias venían de su empresa, no de lo que cobraba del Valencia, cuya cantidad fue de 147.000 más otro premio adicional de 100.000 euros por clasificar al equipo para la Liga de Campeones. Casi cuatro veces menos que lo que en 2019 ganó Anil Murthy por quedar noveno.
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