Samu Castillejo: unas lágrimas como muestra de compromiso que calaron en San Siro

Si existe un partido en el que Samu Castillejo encontró algo de liberación en una última temporada muy difícil en lo personal en Milán fue en la victoria en San Siro (3-2 ante el Hellas Verona) el pasado 16 de octubre. Era la octava jornada de liga, en un curso en el que tan solo había disputado un minuto hasta el momento. Con 0-2 abajo en el marcador al descanso, Pioli le daba la oportunidad en el segundo tiempo y Samu revolucionaba el partido. El conjunto 'rossonero' termina remontando y gran parte del mérito es de él. El malagueño llora al final del encuentro y saca todo el sufrimiento que llevaba consigo. La imagen cala en sus compañeros, que le rodean y abrazan, y también en su entrenador y afición, que valoran su compromiso.

En el 45', Castillejo entra en banda derecha por Saelemaekers y se convierte en el factor decisivo para que el Milan le dé la vuelta al marcador. Giroud recorta distancias pero minutos después llega la primera acción clave del nuevo fichaje del Valencia. Provoca el penalti que Kessié convierte en el 2-2, pero todavía faltaba la guinda. El español pone un centro envenenado que el defensa rival Gunter termina introduciendo en su portería. San Siro celebra el triunfo, que le permite seguir a la estela del líder Nápoles y le dedica una sonora ovación.

«Después del periodo que he pasado y que estoy pasando quería poner mi corazón y alma en el campo. Quiero dar las gracias a mi familia y a mis amigos por el apoyo. El fútbol es hermoso. Ayer no te quiere ni tu madre y luego puedes celebrarlo con los aficionados en San Siro, que es mi casa», explica un emocionado Castillejo tras el partido. Su técnico, Pioli, valora muy positivamente la actitud y el compromiso de un jugador al que prácticamente no le ha podido dar ninguna oportunidad: «Samu es un ejemplo a seguir, mis decisiones le han evidentemente penalizado en este período, pero nunca paró de trabajar con disponibilidad, está muy dentro del grupo y esta noche demostró su calidad».

Ese encuentro es el único rayo de luz en una temporada gris en lo personal para el exjugador de Villarreal y Málaga. Disputa 45 minutos del siguiente choque, pero una rotura de fibras le aparta de los siguientes 7 partidos ligueros. Regresa y cuenta con un par de apariciones en dos duelos que el Milan no consigue ganar. Desde el 19 de diciembre de 2021 ya no se vuelve a poner la camiseta del equipo. Inédito en 2022, no disputa ningún minuto.

En Italia la palabra que destacan de Castillejo es compromiso. Su mejor temporada fue en la 2018-19 con Gennaro Gattuso como entrenador. Aquel curso jugó 40 partidos, anotó 4 goles y dio 4 asistencias. Actitud y nunca una mala palabra, incluso cuando el nuevo entrenador del Valencia le dejó algunos compromisos en el banquillo. «Mira, si me necesitas, aquí estoy», le dijo, dispuesto a seguir trabajando para estar disponible cuando el míster lo requiera.

A Valencia llega un jugador con calidad, intermitente, pero en el que Gattuso confía plenamente y con quien mantiene una excelente relación. Quizá decir que es el perfil de «jugador fracasado» que busca Gattuso son palabras algo duras, pero Castillejo cumple como ese jugador que no ha terminado de explotar y que, a sus 27 años, tiene unas ganas locas de reivindicarse. «He hecho todo lo posible por venir aquí», confesó a su llegada al aeropuerto de Manises.

Gattuso intentará recuperar ese futbolista que deslumbró en Málaga y Villarreal, pero que estuvo en un segundo plano en Milán. 4 años en Italia, donde ha conseguido ser campeón de liga en este 2022 pese a tener poco protagonismo y donde se ha sentido muy identificado con la ciudad y la afición: «No sabría explicar con palabras las emociones que he vivido con esta camiseta. He pasado 4 años fantásticos junto a vosotros, explicó en su despedida.

Jugador con desborde, un extremo a pierna cambiada con capacidad para encarar en el uno contra uno. Un tipo de jugador que el Valencia no tiene en la plantilla y que puede tener un papel importante. De ello dependerá que regrese al nivel que tuvo, y del que en gran parte tuvo culpa Gattuso en su etapa en el Milan.

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