Otra vez la misma pregunta. Acaba la temporada, decepcionante como siempre, y la gente quiere saber si Peter Lim por fin va a guiñar un ojo al Valencia. Porque el pasotismo hacia el club de Mestalla roza lo insultante. Y eso que cuando aterrizó ... por obra y gracia de Amadeo Salvo se habló incluso de glorias europeas. En sus pronósticos en cada memoria para las juntas generales de accionistas desde 2014, Meriton contemplaba la entrada anual del equipo en la Liga de Campeones y resto de competiciones europeas en juego. Así, sin despeinarse. Hace unos meses, el club plasmaba a sus accionistas en la última asamblea el siguiente pronóstico: «Las proyecciones tienen una duración de diez años, hasta la temporada 2031-32... Se considera disputar alternativamente competiciones europeas en base a la mejor estimación de la situación actual». Hablamos del mes de diciembre y ahora se entiende la decisión de la entidad, con el dedo señalador de Lim, de no hacer incorporaciones en el mercado de invierno. Para qué, si el equipo iba a disputar con seguridad la próxima competición europea. Pues no se ha equivocado por poco. Casi disputa la Liga Smartbank.
Publicidad
El Valencia se jugó este domingo no sólo su prestigio deportivo, también su viabilidad económica, cuestión que en los últimos años ha quedado amenazada por el concurso de acreedores. Por eso las ampliaciones de capital llevadas a cabo para salvar los muebles y por eso hay un mar de incertidumbre por lo que puede pasar.
Noticia Relacionada
Juan Carlos Valldecabres
Nadie sabe realmente lo que le pasa a Lim por la cabeza, por mucho que diga Layhoon una y otra vez que quiere seguir y hasta que su hijo –el del dueño– va a coger más responsabilidades aquí. Ni ha aparecido desde la asamblea y eso que el equipo tenía ayer, quizás, el partido más decisivo de su historia. Papá Lim estaba con Cristiano Ronaldo y del retoño Lim nada se sabe. Por eso la respuesta a la pregunta de cuál va a ser el futuro de la entidad cada vez apunta a más oscura. Aunque con los días se pasará la angustia de verse casi en Segunda, hay que hacer con urgencia un examen de lo que ha pasado para hacer una profunda revisión de lo mucho que se ha hecho mal. Empezando por la dirección deportiva, por los entrenadores, por la compraventa de jugadores, por la decisión de apostar por jugadores cedidos, por la propia composición de la plantilla (hay cuatro porteros y ha faltado un mediocampista de garantías hasta que Baraja tuvo la valentía de tirar de la cantera para alzar a una joya como Javi Guerra) y por el ambiente enrarecido que día a día se palpa a pesar de la generosidad de la afición de Mestalla.
Se hace difícil imaginar en la plantilla de la próxima temporada, sea la categoría que sea, a jugadores como Mamardashvili (blindado hasta 2027 con un cláusula de 100 millones) o Yunus (hasta 2026), dos de los más atractivos en el mercado y, sobre todo, de cara a la Premier, aunque el norteamericano ha ido perdiendo protagonismo en los últimos partidos. Podrían ser las ventas más factibles, aunque con Meriton nunca se sabe. El futbolista con mejor cartel, sin duda, es el capitán, aunque José Luis Gayà insiste en su valencianismo y en su deseo de continuar. ¿Y con quién de entrenador? Tampoco se sabe, aunque con la permanencia en el bolsillo todo a punta a que seguirá Baraja. Será la primera decisión a tomar por la dirección deportiva, que parece que mantendrá Corona pese a sus múltiples desaciertos. Y después habrá que definir qué tipo de plantilla te agrada. Si repleta de canteranos, si optar de nuevo por muchos cedidos o hacer compras que te consoliden un bloque para evitar nuevos sufrimientos. El problema es que Meriton no se define. Cada proyecto viene con una idea nueva y todo depende del pie con el que se levante el dueño. Eso, y si decide o no abrir el grifo económico. Sin dinero es imposible contratar calidad.
Publicidad
Noticias Relacionadas
Juan Carlos Villena
Pedro M. Campos Dubón
Pero, claro, sin disputar competiciones europeas, sin un buen dinero de la televisión y cada vez más agobiado por los pagos, lo fácil es tirar por el camino fácil, que es la venta de futbolistas para cuadrar las cuentas. Si además el estadio sigue parado (con más aforo, más palcos y la zona comercial vendida, los ingresos se multiplican) el futuro de la entidad no aventura cambios a mejor. Lo primero sería saber si Lim pretende seguir, si quiere comprometerse en la mejora del equipo y en formar una estructura deportiva estable, que no vaya a salto de la mata que susurra Mendes. Sólo de esta forma el club regresará de donde nunca debió salir. Pero todos dudan que el magnate aclare nada. Como siempre.
El estadio: el nuevo gobierno municipal tiene la llave del acuerdo definitivo
Valencia debe tener un estadio cinco estrellas. Por la historia del club y por el pedigrí de la ciudad. Son nueve años con las obras del coliseo paradas. Hay cambio de gobierno y habrá que ver qué relación tiene Meriton con el PP, ya que con Sandra Gómez (PSPV) todo eran tiranteces. El convenio está enquistado y es el momento de desbloquearlo. La diferencia de 4.000 asientos para el aforo, el dinero para el polideportivo adyacente al estadio (el club ofrece 5,1 millones y los políticos reclaman 8) y el uso del recinto –el Ayuntamiento lo quiere siempre de manera gratuita– son los tres puntos que siguen abiertos.
Publicidad
La afición: siempre fiel al equipo, pese a los desagravios continuos de Meriton
El Valencia es posiblemente el único club del mundo al que en cada partido, sea en casa o fuera, las protestas de la afición hacia la propiedad se hacen notar. La imagen de un Mestalla vacío como el del último partido de la temporada pasada y miles de aficionados en la calle con carteles amarillos dio la vuelta al mundo. Peter Lim eligió a Anil Murthy y le dejó campo libre para campar a sus anchas. Ni la llegada de Layhoon ha servido para reconducir la situación. Meriton ha hecho tanto daño desde el punto de vista social y durante tantos años que a la presidenta le va a suponer un mundo volver a recuperar los mínimos de cordialidad que tenía el día que el máximo accionista decidió retirarla de la escena y mandarla de nuevo para Singapur. Pero la afición nunca falla y la media de aforo esta temporada se sitúa en 40.000 espectadores. Pero no está de más seguir buscando acercamientos con la grada.
Economía: cuentas ahogadas y con el recurso de la venta de futbolistas
El Valencia está tieso y por eso se ve obligado a recurrir a préstamos como el de Rights and Media (51 millones) porque los bancos no abren el grifo. El presupuesto cada vez es menor porque los ingresos menguan cada año (jugar en Europa es un maná al que el club de Mestalla ha renunciado). El Valencia tenía para este ejercicio (2022-23) un presupuesto de 109 millones (el noveno de Primera) con un límite salarial de 75,8. El mal sabor queda al ver las cuentas: entre bancos y entidades de crédito, el club debía este año 182 millones a largo plazo y 78 a corto plazo. ¿Solución? ¿Vender jugadores? Meriton decidirá.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.