La primera y última Supercopa de España blanquinegra

Agosto de 1999, se avecinaba una tormenta de verano llena de grandes emociones para el equipo valenciano. Después de ganar la Copa del Rey la temporada anterior, el Valencia se había ganado el derecho a participar en la final de la Supercopa de España, uno de los tres títulos nacionales. Su contrincante era nada más y nada menos que el Barcelona, ganador de la Liga anterior. Se jugó en dos partes, la primera de ellas en Mestalla el 8 de agosto en una noche cálida de verano. Claudio López, uno de los jugadores con más potencial del equipo blanquinegro de la época, marcó el primer y único gol del partido de ida con un cabezazo gracias a un pase de Angulo a escasos minutos del final. El argentino estuvo algo pasivo durante el partido, no destacó como se esperaba, sin embargo, esa fuerza que le caracterizaba apareció en el último momento. En Mestalla se desató la euforia al darse cuenta de que era posible el sueño de ganar otro título.

El partido de vuelta, se jugó en el Camp Nou el 16 de agosto. Más de 60.000 aficionados acudieron al esperado encuentro donde la expectación era máxima. En cuanto a la alineación, los de Cúper se mantuvieron fieles al 4-4-2 y los de Van Gaal adoptaron el 4-3-3. Desde el primer minuto, el juego estaba lleno de vida. En el minuto 14, Kluivert marcaba el primer gol a favor de los azulgranas, que equilibraban la lucha por el título. No obstante, un minuto más tarde, con una asistencia clave de Claudio López, Albelda marcaba también el primer tanto para los valencianos. El 2-1 llegó poco después con un saque de córner, marcando Ronald de Boer ese segundo gol. La defensa de los blanquinegros se mostró un tanto pasiva ante este ataque que permitió al Barcelona colocarse por delante. El Valencia tardó en resucitar sus posibilidades, pero en el minuto 53, Sánchez consiguió el empate tras la destacada jugada de Carboni desde la izquierda. En el minuto 62, Kluivert consiguió marcar otro tanto a favor del Barça, aumentando así la tensión en el estadio. Los goles iban y venían como pelotas en un partido de tenis y nadie sabía quién iba a terminar ganando la Supercopa de España.

El Valencia no se dio por vencido y continuó la lucha hasta el final. Esta contienda culminó con un gol de Farinós, tres minutos después del tanto de Kluivert. El emocionante final de partido acabó con un 3-3 en el marcador, haciendo ganador al conjunto del Turia. Los jugadores no dudaron en celebrar la victoria por todo lo alto ante la mirada de los seguidores del Barcelona.