El príncipe de Johor juega con el Valencia CF y el Manchester United

La realidad conviene no esconderla, por mucho que duela. La fotografía del Valencia que ayer cumplió 102 años de historia se dividió entre el sentiment simbolizado en los veteranos del club, que volvieron a realizar la histórica marcha cívica del centenario (en sentido inverso desde el kilómetro cero en la Plaza del Ayuntamiento a Mestalla), el príncipe de Johor levantando el pie del acelerador mientras se deja querer por el United, el alcalde Joan Ribó soltando algo el nudo de la corbata de la ATE y Anil Murthy acompañado con el presidente de la Fundación (el desaparecido en combate Ng Ser Miang) ajeno a todo y presentando un nuevo logo. Toda esa ensalada, por muy dolorosa que sea, es el actual Valencia.

Comenzando por todo lo que llega de Malasia, a estas alturas de la película ya queda claro que si el club –tan aficionado a sacar comunicados en los últimos meses– no ha desmentido nada, Tunku Ismail es uno de los pretendientes al trono de las acciones de Peter Lim. Ayer, antes de cenar, decidió contestar preguntas en su cuenta de Instagram. En una de ellas, afirmó que una de las claves en los negocios es no decirle a la gente lo que estás haciendo «hasta que esté hecho». Unos segundos antes, había reconocido que está negociando su entrada en el Valencia con Lim, pero poniendo el freno: «Hubo una conversación con el propietario para que yo participara en el club pero está en espera debido a alguna complicación. Los problemas deben resolverse».

Entre esas complicaciones de las que habló también incluyó su particular 'margarita' puesto que el de Johor no se cortó en reconocer que también está negociando entrar en el United: «Acabo de tener una reunión la semana pasada sobre esto, para tener una pequeña participación en un gran club. Estoy abierto a cualquier oportunidad». Es decir, a Tunku Ismail le apetece probar su modelo en el fútbol europeo pero le da igual que sea en Valencia, Manchester o cualquier equipo que se ponga a tiro. Volvamos a la fotografía de Giner, Guillot, Arias o Tendillo ayer bajo la lluvia para celebrar el 102 cumpleaños del Valencia. El príncipe, por cierto, no dudó en defender la labor de Peter Lim en el club. A su amigo: «Salvó al Valencia de la quiebra, definitivamente es mejor que yo».

A miles de kilómetros del dispositivo en el que el malayo fue contestando a diversa preguntas, Joan Ribó destensó un poco la cuerda de la ATE. Un alivio para Murthy, que llevaba coleccionando 'zascas' institucionales desde que se presentara con la manos vacías en su reunión con Ximo Puig: «No quiero ir a agobiar al Valencia, a apretarle al cuello porque si no el 15 de mayo lo rompemos todo, todos los platos. No, vamos a intentar buscar una salida porque me parece fundamental que el Valencia no se quede empantanado en la situación en la que está. El tema de la ATE es muy complicado jurídicamente y lo estamos estudiando, evidentemente. El 15 de mayo se acaba. Vamos a buscar una solución. Es el mensaje que quiero enviar al Valencia. Busquemos una salida, busquemos una solución así no podemos estar». Mano tendida.

A Murthy le cogió el anuncio de Ribó y el chat de Ismail presentando el nuevo logo de la Fundación. «Simboliza el corazón del Valencia y la Fundació con las alas de un murciélago, es un mensaje fuerte de la renovación de este compromiso e implicación social. Todos formamos una gran familia», declaró el presidente. La dura realidad es otra, la de una entidad con 488 millones de deudas y que puede entrar en causa de disolución en junio si no encuentra un encaje financiero. El último ingrediente de la ensalada es la del grupo de empresarios valencianos que sigue haciendo cuentas para comprar las acciones a Peter Lim. La foto completa.