Un problema más en la involución del Valencia

En una temporada hay momentos de cierto optimismo y momentos en que todo se vuelve en tonos grises. Al menos, en lo que al Valencia y a su particular afición atañe. Y ahora, precisamente recién estrenado el año y a las puertas de una lejanísima semifinal de la Supercopa, de unos esperanzadores octavos de Copa y de cierta concesión en l que al calendario liguero, se vive uno de los momentos más críticos de todo el curso. Gattuso empieza a experimentar esa desazón que ya comienza a ser tradicional en el valencianismo, acostumbrado en los últimos años a nadar en la mediocridad. Ejemplo de esa sensación fue el regusto amargo y sobre todo los pitos que hubo en la grada el viernes con esa decepción en Mestalla contra un rival que llegó en puestos de descenso.

Que a Gattuso le cuesta armar soluciones sobre la marcha empieza a ser una cuestión cada vez más presente, y que a los jugadores se les empiezan a poner cuesta arriba los partidos es algo que ya empieza a ser preocupante, se vio en los dos últimos amistosos del parón y se ha vuelto a ver en ese lanza frente al Cádiz. Y lo peor no es que no aparezca nadie en el banquillo con capacidad suficiente para mejorar lo que hay –salvo contadas y puntuales excepciones como la del viernes Almeida–, sino que encima empiezan a caerse piezas que teóricamente deben tener decisiva influencia en el juego del Valencia. Es el caso de Samu Castillejo (el otro afectado es Nico González). Lo que aparentaba ser un percance un tanto infantil en la muñeca –por eso tuvo que ser sustituido este viernes en el minuto 56– se ha convertido en un problema bastante serio y a tener muy en cuenta.

Un obstáculo más para salvar, en todo caso, en este proceso involutivo en el que sorprendentemente se ha zambullido el Valencia, que parece haberse dejado por el camino mundialista y navideño el carácter y la reconocida intencionalidad con la que se pronunció a principio de temporada. Ahora, la lesión de Castillejo complica aún un poco más el panorama general.

El parte médico que ofreció ayer el Valencia no es nada alentador porque aunque no concreta el tiempo que el jugador puede estar convaleciente, el paso por el quirófano va a ser inmediato. La fotografía que publicó el propio futbolista en las redes sociales del estado en el que se encontraba la muñeca pone la piel de gallina. Y eso, a la espera de más concreción, implica la ausencia en el equipo de uno de los jugadores teóricamente importantes de ataque, precisamente en una de las posiciones que Gattuso ya ha manifestado que quiere reforzar en este mercado de invierno.

Castillejo, tras un despeje en el que el balón impactó en su mano, «sufrió una fractura de la extremidad distal del radio de su muñeca izquierda». Eso en sus primeras exploraciones porque los servicios médicos tenían previsto realizarle más pruebas para diagnosticar con más exactitud el tratamiento más adecuado para su recuperación después de que sea intervenido probablemente este mismo lunes. «La vida nos golpea, nos hiere, nos empuja, nos tumba... pero también nos enseña, nos corrige, nos premia... vivir es eso caer y levantarse siempre. Amunt, contando los días para volver», decía el futbolista en su mensaje.

La intervención le obliga al extremo a plantearse estos dos primeros meses del año con cierta paciencia. Primero tendrá que recuperarse de la operación, después la rehabilitación y luego deberá entrenarse con protección en la muñeca. El primer cálculo se estira a más allá de las siete semanas hasta que el hueso se consolide. Es decir, ni Supercopa, ni eliminatoria de Copa ni tampoco partidos ante rivales teóricamente asumibles como Almería, Valladolid y Girona, pero también ese duelo contra el Real Madrid del jueves 2 de febrero en el Bernabéu.

Ese 0-1 contra el Cádiz es un claro ejemplo de la situación que está viviendo el Valencia. No es un hecho puntual esa derrota. De hecho, el Valencia acumula 28 victorias en sus últimos 100 encuentros en Liga, un registro que solo mejora al de los años 80, cuando el Valencia tan solo consiguió 23 victorias en un acumulado de cien partidos y se vio abocado a la Segunda División, y que supone, por tanto, el segundo peor registro del club en sus más de cien años de historia. El Valencia, que este viernes perdió ante el Cádiz, que no había ganado en Mestalla desde 1988, suma apenas una victoria en sus últimos ocho partidos ligueros y, desde junio de 2020, ha conseguido apenas 28 victorias, mientras que ha empatado en 33 ocasiones y ha perdido 39 encuentros, según un informe recogido por Efe.

Durante este impás, el equipo, presidido por Anil Murthy y Layhoon Chan, ha sido entrenado por Albert Celades, Voro González, Javi Gracia, José Bordalás y Gennaro Gattuso, que no han podido reconducir la situación para aumentar esas victorias hasta la media histórica del Valencia en Primera División, que se mantiene en 44 victorias cada 100 partidos. De hecho, en junio de 2020, el acumulado de victorias de los anteriores 100 partidos era de 45 triunfos, por lo que la diferencia entre los últimos cien encuentros del Valencia en Liga y los anteriores cien es de 17 victorias.

A esta mala racha se acumula el hecho de que el club lleva ya más de mil días sin disputar partidos de competiciones europeas, un hecho que se da por primera vez en un siglo XXI, en el que el equipo de Mestalla ha conseguido disputar dos finales de la Liga de Campeones, además de ganar una Copa de la UEFA y una Supercopa de Europa, lo que contrasta con la sequía actual.

Desde la llegada en 2014 de Peter Lim al club como máximo accionista, el Valencia sólo ha accedido a torneos europeos en tres de las ocho campañas ya completadas, y en este momento se encuentra a seis puntos de posiciones europeas, los mismos que le separan del descenso.

Menos puntos que Bordalás

En ese debate que se ha abierto entre la afición sobre las posibilidades reales de este Valencia, justo cuando el técnico reclama tres incorporaciones (pivote, medio y un extremo, o al menos un centrocampista que pueda adaptarse a las exigencias), la cifra de puntos no deja del todo en mal lugar a Gattuso si se tienen en cuenta los tristes precedentes. Tras la jornada 16, Bordalás sí tenía más puntos en su cuenta: 22, por los 19 actuales. Pero el italiano lleva los mismos que tenía Marcelino en la 2018-19 (acabó cuarto y campeón de Copa). Supera eso sí Gattuso los 16 de Javi Gracia y los 15 de la 2016-17 con Ayestarán, Voro y Prandelli al frente.

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