Nadie puede con ellas

Como cada tarde de entrenamiento, Gema Pastor acude a la escuela del CF Cracks. En el campo principal de las instalaciones ubicadas en San Antonio de Benagéber saluda a sus compañeras de equipo. A sus espaldas, 150 kilómetros. Esa es la distancia que hay desde su localidad natal, El Verger, en Alicante, hasta el campo donde se entrena con el Infantil del Valencia. El club de su vida.

Allí le esperan sus entrenadores, Javier Medrano y José Borrás. También está su compañera Marta Llorca, que es de las que se saben de memoria el recorrido desde Denia, donde vive, hasta la ubicación en la que más feliz se siente. Ellas dos, junto al resto de niñas que forman el equipo, han logrado algo que nadie más había hecho en la Comunitat: ganar la liga masculina y, además, invictas. Dicen sus entrenadores que, además de la pasión, el secreto de ese grupo está en el trabajo de las capitanas, que han logrado forjar un equipo campeón.

A pocos metros de allí, en un campo de dimensiones más reducidas, se encuentra Esther Romero. La exfutbolista del Valencia, que también militó en las filas del Barça, sustituye a una compañera en un equipo de categorías inferiores. Ella habitualmente entrena al Alevín A. Su equipo también ha ganado su liga, también en competición masculina y sin conocer la derrota.

El murciélago del pecho del Infantil y Alevín A blanquinegros han volado más alto que nadie para convertir a las pequeñas en campeonas. Además en un año muy complicado debido a las restricciones derivadas por la pandemia y en las que han demostrado que nunca hay que rendirse. Y también cuando se ha sabido que el Valencia eliminará cuatro equipos de su cantera y echará a la calle a cincuenta niñas. Ahora, las jugadoras apuran los últimos días de entrenamiento en Cracks, una escuela donde se han sentido como en casa. La Ciudad Deportiva de Paterna les espera y sólo el hecho de poder entrenarse allí les emociona. Pero antes toca saborear sus respectivos títulos.

El Infantil ha conquistado la Liga 2a Provincial Infantil Valencia Grupo 13 y han logrado el ascenso a Primera Regional. Han vencido en 13 de los 16 encuentros que han disputado, en el resto lograron meritorios empates. Han sumado 57 goles y sólo han encajado 12 en una campaña perfecta. Daniela Hellín tiene 13 años y es una de las capitanas del equipo. «Yo jugaba en L'Eliana, mi pueblo, con Javier y cuando me llamó el Valencia sentí que cumplía un sueño». Esta centrocampista, que ve en Parejo un ejemplo a seguir, además de la también exvalencianista Mari Paz Vilas, se muestra «feliz» por poder estar cerca del primer equipo en Paterna. Allí juega otra de sus futbolistas preferidas, Anna Torrodà: «Estoy muy emocionada con la idea de estar en Paterna porque es importante que el Valencia nos tome a los chicos y las chicas por igual porque al final hacemos lo mismo: jugar a fútbol».

Pese a su corta edad desprende un discurso de capitana con todas las letras, el éxito lo achaca a un grupo y unos entrenadores que echará de menos al subir de categoría: «Somos una gran familia y hemos logrado algo muy complicado que será difícil de repetir. Espero volver a coincidir con todas ellas aunque sé que no será fácil». El motivo de la disgregación del grupo es por la edad, algunas deben ascender de categoría, pero nunca olvidarán lo vivido una temporada en la que no han conocido la derrota: «Nunca nos hemos puesto nerviosas antes de los partidos porque solemos afrontarlos con confianza, los entrenadores nos transmiten fuerza y apoyo, como los padres. Aunque esta temporada no hayan podido estar junto a nosotras en la grada, hemos sentido su apoyo». Daniela tiene en su padre, Francisco, su mayor referente. A él le debe su pasión por el fútbol y a él agradece «su apoyo en todo momento».

Con los pies en el suelo, aunque con mucha confianza, Daniela defiende la calidad de la base blanquinegra: «El Valencia tiene una cantera buenísima. Con esfuerzo, dedicación tiempo podemos alcanzar al Barça y quizás ganar una Champions».

Javier Medrano reconoce que jugar en liga masculina «no es sencillo», por lo que el orgullo de pasar a la historia es todavía mayor: «Sabíamos que teníamos un buen grupo de jugadoras, lo que pasa es que no sabíamos es que iba a ser una temporada tan redonda». Él, junto a Borrás, subieron del Juvenil A a principio de temporada junto a las más pequeñas, en el Infantil se encontraron con el grupo de segundo año que encajó a la perfección con las recién llegadas. Un engranaje perfecto del que considera tienen mucho que ver las capitanas, además de Daniela, Alba, Carla y Lucía: «Han ayudado mucho a las pequeñas, han trabajado con ellas la confianza, la comunicación dentro del campo, han sido unas capitanas de 10». La próxima campaña, el cuerpo técnico continuará en la misma categoría dando la bienvenida a otro grupo de campeonas, las niñas que suben del Alevín A que esta temporada ha dirigido Esther Romero junto a Fredy Beneyto.

Una campaña que empezó con un proceso de adaptación a la categoría y la competición: «Son niñas pequeñas y, además, nunca se habían enfrentado a niños. Físicamente se les ha exigido más y han respondido. Los resultados ahí están». Romero volverá a la Ciudad Deportiva de Paterna, allí donde guarda un recuerdo inolvidable de un Puchades entregado. A ella le hace tanta «ilusión» regresar a casa como a las pequeñas: «En Cracks estamos muy bien, las instalaciones y el personal es maravilloso, pero es cierto que estar con la metodología de la Academia, que las niñas vean a los jugadores de los primeros equipos será una motivación extra para ellas».

La capitanía en esta categoría es rotatoria y una de las que luce el brazalete es Rocío Pardo. Desde la portería, y pese a su corta edad, es capaz de motivar al resto de las 11 compañeras que forman parte de su equipo. Sandra Paños es su ídolo aunque ocupar la portería del primer equipo de su vida es su sueño. Daniela, Rocío y el resto de las jugadoras de ambos equipos, al igual que el resto de la escuela, comparten la misma pasión y aunque saben que la élite del fútbol está lejos, disfrutan de un camino plagado de enseñanza y mucha amistad.