![En Qatar sí se alza el clon del nuevo Mestalla](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202102/27/media/cortadas/aboud-Rfj110RbzGPxO0VS9gkREWO-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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Más de 5.000 kilómetros separan una ilusión de una realidad. En Valencia, el nuevo Mestalla es, desde 2009, el paradigma de la burbuja inmobiliaria. Una fantasía que lleva 12 años bloqueada. Prisionera de una debacle económica e institucional. En cambio, mirando hacia el oeste de Asia, el anhelado estadio blanquinegro tiene un clon que sí ha prosperado. Se trata del Ras Abu Aboud, uno de los flamantes campos que están construyéndose en Qatar de cara al Mundial de 2022. Este singular recinto y el de la capital del Turia no comparten progresión, pero sí diseño. Cuentan con una fisonomía común. Las fachadas son gemelas y nacieron en el estudio español Fenwick Iribarren. Mientras Peter Lim irrita a la Generalitat y al Ayuntamiento con su apatía para reactivar el proyecto, a orillas del Golfo Pérsico pueden presumir de una obra que concluirá antes de que acabe el año. Dos formas muy diferentes de desarrollar una misma idea.
El pasado jueves, se cumplieron 12 años desde la paralización de las obras del nuevo Mestalla. Una efeméride que coincidió con el último órdago lanzado por las autoridades valencianas. La paciencia de los políticos se ha agotado y el ultimátum está sobre la mesa: si antes del 15 de mayo no se produce ningún avance significativo por parte de Meriton, caducará la Actuación Territorial Estratégica. En caso de que Peter Lim, máximo accionista del club, siga sin ofrecer garantías de su interés por reanudar la construcción, las consecuencias pueden resultar demoledoras.
Actualmente, en Cortes Valencianas, se alza una masa de hormigón. Un monumento que evoca la crisis económica y el despropósito de los gestores del club. Esta desolación contrasta con la opulencia de Doha. En la capital de Qatar sí funcionan las máquinas. La construcción del Ras Abu Aboud va viento en popa. Hace dos semanas, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, aprovechó su gira por el Golfo Pérsico para visitar las obras de este estadio, que marcará un antes y un después.
El Ras Abu Aboud se convertirá en el primer estadio desmontable y reutilizable del mundo. El recinto, que acogerá partidos de los cuartos de final del Mundial, podrá trasladarse cuando concluya el evento. Su construcción se basa en estructuras modulares que se van ensamblando.
Se trata de contenedores que, en un futuro, podrán reutilizarse de manera conjunta o individual. Con este sistema, se transmite la filosofía de una construcción más sostenible. El campo, con capacidad para 40.000 espectadores, costará cerca de 170 millones de euros. Las obras se encuentran al 70 por ciento.
El arquitecto Mark Fenwick, quien ha diseñado otro de los campos que albergará el Mundial como el Qatar Foundation Stadium, se ha encargado de conectar Valencia con Doha. Lo ha hecho a través de sus creaciones.
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El Ras Abu Aboud cuenta con una fachada muy similar a la que tendría el nuevo Mestalla siempre que se respetase el último de sus rediseños. Ambos proyectos se caracterizan por una cubierta que sobresale por el exterior y se apoya en finas columnas, creando de esta forma una zona techada alrededor del recinto.
En cualquier caso, el futuro coliseo del Valencia está en el aire. Siempre que las recientes reuniones mantenidas en Singapur entre Peter Lim y el presidente blanquinegro, Anil Murthy, desemboquen en un planteamiento sólido para retomar las obras, resultará necesario revisar el proyecto. Por enésima vez. El objetivo de Meriton pasa por recortar todavía más el coste de los trabajos que restan para finalizar la construcción. Actualmente, la estimación es de unos 100 millones. El propietario pretende volver a meter la tijera.
El nuevo Mestalla ya ha contado con cuatro caras diferentes. La primera, la anunciada a bombo y platillo por Juan Soler en 2006. Puro lujo moldeado por Fenwick. Pero el hundimiento de la económica arrastró al Valencia. En 2012, Manuel Llorente trabajó en un prototipo y, un año después, Amadeo Salvo presentó otro diseño. El último, el destapado por Murthy en 2017. El aforo ha pasado de 75.000 a 55.000 personas. A la espera de la última transformación, Qatar construye su propio Mestalla.
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