![Catarsis de Dani Gómez en Mestalla con Rafa Mir en el palco](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/09/21/Rafa%20Mir-RbiuNSAeTV5jHvpqRESJXFP-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Cuatro meses y dieciocho días. Las rachas de los delanteros sin marcar goles se miden como las condenas. No hay mayor agobio para un futbolista que vive de estrellar el balón contra la red del portero rival. Más aún, si cambias de equipo y eres el gran señalado cuando todo va mal. Por todo ello, la reacción de Dani Gómez Alcón, cuando comprobó que su remate en el minuto 57 del partido ante el Girona, tras rozar levemente en la bota de un rival, enfilaba irremediablemente el fondo de la red de Gazzaniga, ya comenzara a correr como un poseso para celebrar el gol. Su catarsis fue la de toda Mestalla, que dos minutos antes ya había explotado de júbilo con el tanto de Rioja que hacía presagiar la primera victoria de la temporada. El madrileño recibió, veinte minutos después de marcar, su primera gran ovación como valencianista cuando fue sustituido. Para los amantes de la estadística, tardó 174 minutos en marcar su primer gol como valencianista y el último con la camiseta del Levante fue al Villarreal B.
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Testigo de todo ello fue Rafa Mir, que volvió a Mestalla. No para jugar, de momento, pero sí para estar en un partido del Valencia. La presencia de murciano fue una de las grandes atracciones en el palco, donde no pasó desapercibido pese a llevar una gorra mientras visionaba el partido, y supuso su regreso al lugar donde se juega un encuentro del equipo en el que se encuentra cedido por el Sevilla desde el pasado de 31 de agosto, donde tras jugar frente al Villarreal ocurrió todo lo que lleva, desde entonces, lastrando la imagen del delantero. El jugador trató, en todo momento, de no estar en el foco. Al descanso, cuando el partido aún iba empatado, fue el primero en enfilar la escalera hacia el interior del palco para evitar el contacto masivo con resto de compañeros en la zona noble, muchos de ellos seguidores valencianistas que censuran su actitud. El miércoles Mir participó en la comida de conjura de la plantilla en un restaurante de Bétera pero ante el Girona cumplió el segundo de los partidos de sanción que le impuso Baraja. El entrenador valencianista, por sus palabras tras la victoria cuando fue preguntado al respecto, le abrió la puerta a la reinserción con el grupo para estar disponible para jugar en cuanto supere sus molestias: «Vamos a ver su evolución, si se siente bien y no hay riesgo de lesión. Si en las pruebas todo sale bien podría participar, es un jugador del Valencia». El jugador ya aceptó la multa del club por incumplir el régimen interno del club al prolongar la fiesta hasta altas horas de la madrugada del domingo 1 de septiembre. En paralelo, Mir tiene abierto el procedimiento judicial donde está acusado de un delito de agresión sexual.
El triunfo del Valencia evitó que se consumara, en solitario, el peor inicio de la historia del club. Sumando un punto de los primeros quince, había empatado con lo ocurrido en 1999. En aquella ocasión, fueron cuatro tras el sexto partido puesto que la respuesta de aquel equipo de Cúper fue una victoria de por 2-3 en casa del Real Madrid. Marcaron Gerard, Mendieta y Claudio López. Cosas de la vida, ahora son también cuatro puntos en seis partidos. Es lógico pensar que la cosa no acabará igual. Más que nada porque aquel equipo terminó tercero la Liga y en Champions.
Si algo ha quedado claro en el arranque de temporada es que el valencianismo no está dispuesto a dar de lado a su equipo, el campo se sigue llenando, pero que se va a seguir señalando a la directiva y al máximo accionista. El mejor ejemplo es que atrona el cántico de que se marche en cuanto se acaba la celebración de un gol. La victoria fue la guinda a una tarde de muchas emociones. El punto álgido llegó antes de que el balón rodara sobre el césped. Este sábado se cumplieron 100 años de la bendición de la bandera fundacional del club, cuya réplica fue recuperada en 2017 tras estar más de veinte años desaparecida, y que ofrecieron a todos los valencianistas el capitán José Luis Gayà y la leyenda Vicente Guillot, acompañados de un jugador y una jugadora de la escuela del club. Eduardo Cubells, el entonces capitán del club, fue el primer abanderado que la paseó.
Por su parte, Enzo Barrenechea sólo aguantó 68 minutos sobre el césped de Mestalla en su primer partido como titular en el Valencia. El argentino notó unas molestias en el cuádriceps derecho y se marchó con gestos claros de dolor en esa zona. En el banquillo le aplicaron hielo. «Es un jugador al que le falta todavía ese ritmo de competición pero nos da equilibrio, continuidad, no pierde la pelota y juega hacia delante. Ha acabado con fatiga y vamos a ver cómo evoluciona de las molestias», señaló Baraja.
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