Raga: «Hace muchos años que el club no llama para hablar de Porxinos»

«Fíjate si hace años que ni me acuerdo cuando fue la última vez que hablé con el Valencia. Hace mucho de eso, creo que fue con Kim Koh. Pero desde entonces -pudo ser en 2015 la última conversación-, nadie me ha vuelto a llamar. Con Anil Murthy nunca he hablado», confiesa el alcalde de Riba-roja, Robert Raga. El Valencia no sólo tiene el frente de Mestalla abierto sino que también en esta localidad tiene un asunto que le quema en las manos: Porxinos. De aquel pelotazo que imaginó el visionario de Juan Soler en 2005 a duras sentencias en contra que le han dejado en un callejón sin salida.

Precisamente, para este año 2021 se espera la resolución definitiva sobre la demanda de 25 millones de euros que el Valencia presentó contra el Ayuntamiento de la localidad. El alcalde tiene clara cuál es su postura respecto a este asunto: «Ya cuando fueron contra la Generalitat, en la que el Ayuntamiento era coodemandado, perdieron la sentencia y tuvieron que pagar hasta las costas de los abogados. Esa fue una gran noticia para nosotros y lo que verdaderamente nos hace ahora confiar en que va a ir en la misma línea. Ahora esperemos que al igual que ocurrió aquella vez, también sea favorable a nuestro municipio. Hay que tener en cuenta que nosotros cumplimos con todo lo que teníamos que cumplir. Si acaso, el único que incumplió en todo este asunto fue el Valencia».

La pretendida idea de hacer una ciudad deportiva en Porxinos y edificar un complejo residencial que trajera beneficios se vino abajo. El Valencia pagó 20 millones al Consistorio y posteriormente modificó su PAI pero finalmente el Tribunal Superior de Justicia tumbó el proyecto al considerar que no se garantizaban los recursos hídricos, entre otras cuestiones. Una sentencia ratificada por el Supremo en 2015 y que enterró definitivamente este proyecto.

¿Qué va a pasar con Porxinos? «La Generalitat ya dictaminó que Porxinos era un paraje natural. Vamos a esperar primero a ver la sentencia judicial pero está claro que nos gustaría hablar con el Valencia para ver de qué forma resolvemos estos terrenos que nos gustaría que fuera de titularidad pública. Hay algunos medio abandonados pero otros que están en plena producción de naranjas, por una cláusula que se firmó de que mientras no se construyera, le permitirían al propietario seguir con sus cultivos».