Rodrigo se rompe

La temporada 2019-2020 de Rodrigo Moreno ha tenido de todo y ha terminado de la peor manera. Un mal movimiento en la disputa de un balón en el partido contra el Athleticha dejado en fuera de juego al delantero del Valencia para varias semanas. Se pierde lo que queda de temporada el hispano-brasileño quien, pese a las molestias, quiso terminar el primer encuentro de Voro al frente del equipo.

Ayer por la mañana, el ariete se sometió a unas pruebas médicas que desvelaron que sufre una «rotura parcial del ligamento colateral externo de su rodilla derecha», según emitió el club en un comunicado a mediodía. Rodrigo vivirá desde la grada un final de temporada en el que el miércoles reconocía que había que ser «realistas», centrarse en la Champions y buscar el «objetivo Europa League». Ese mismo día afirmaba, aunque sin nombrarlo, que Voro les había dicho que recuperasen los conceptos «del entrenador anterior al anterior», es decir, los de Marcelino. Su prematuro adiós no es, ni de lejos, lo más surrealista que ha vivido el delantero esta temporada en el Valencia.

Quizás en ello pensaba el pasado domingo. Rodrigo fue sustituido en el minuto 79 por Gameiro y se sentó en la grada de La Cerámica. Inmóvil, con la mirada perdida, asistía al descalabro del proyecto capitaneado por Albert Celades que sólo duró nueve meses. Allí se quedó varios minutos después de que el colegiado diese por bueno el 2-0 final, como negándose a aceptar que la victoria se escapaba y que no iba a ser la última vez. Allí, el ariete, de 29 años, se había librado de las vendas que han cubierto sus rodillas durante gran parte de la temporada.

Rodrigo empezó 2020 con un esguince en la rodilla derecha que le impidió disputar la Supercopa. Se perdió cuatro encuentros y volvió contra el Barça. Era el 24 de enero y cuatro días después, mientras Celades reconocía que el conjunto culé negociaba con el Valencia su incorporación, Rodrigo viajaba a la ciudad condal para que el doctor Cugat le revisase las rodillas. El dolor no terminaba de irse. El mercado de invierno acabó, las conversaciones entre ambos clubes se rompieron, pero las molestias en las rodillas el delantero que llegó al Valencia en junio de 2015 por 30 millones de euros persistían. En febrero tuvo que parar. Nueva visita a Cugat. 20 días después volvió a jugar, Alavés y Atalanta y parón por el Covid-19 al que Rodrigo llegaba con dos goles en LaLiga, otros dos en Champions y uno en Copa, además de 11 asistencias en los 2.506 minutos que ha disputado en todas las competiciones.

En el reinicio, Rodrigo, ha marcado dos tantos legales y otros tantos que no han subido al marcador por el VAR, sobre el que llegó a bromear acerca de si las siglas significaban «vamos a revisarle el gol a Rodrigo». La temporada, por cierto, empezó con uno de los capitanes despidiéndose de los suyos para poner rumbo al Atlético en una negociación que no llegó a buen puerto. Por aquel entonces Marcelino aún entrenaba al Valencia y Mateo Alemany estaba al frente de la dirección general del club.

Rodrigo siempre tiene mercado y Peter Lim está convencido de que puede sacarle más rendimiento económico que deportivo, así que habrá que ver si esta vez las negociaciones para su salida llegan a buen puerto. Esta vez, al menos, no tendrá a Marcelino para quejarse en público.