Pepelu, en el partido frente al Leganés. AFP
Cayetano a la contra

Salgan y diviértanse

Es muy poco inteligente cargar ahora contra los jugadores del Valencia y el entrenador, lo único potable de un club corrompido por la apatía y la mediocridad

Cayetano Ros

Lunes, 7 de octubre 2024, 01:43

Es justo lo contrario. Al jugador del Valencia CF no hay que pedirle que se recluya en casa para purgar las culpas por su mala clasificación (antepenúltimo en la tabla). Al revés; que salga y que se divierta, dentro y fuera del campo, dentro de ... un orden, a fin de recuperar la alegría y devolverla al aficionado, aburrido de solemnidad en las últimas temporadas. La historia del fútbol está repleta de futbolistas disfrutones de la vida y de la cancha. Romario fue uno de ellos. Ojalá el VCF dispusiera de algunos de esos artistas. Estos ojitos vieron, en los JJOO de Sidney 2000, a casi todos los chicos de Iñaki Sáez salir cada noche y llegar así a la final olímpica perdida ante el Camerún de Eto'o (medalla de plata). Es muy poco inteligente abrir la veda ahora contra los futbolistas y el entrenador del VCF, Rubén Baraja, lo único potable de un club corrompido por la apatía y la mediocridad.

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La grada de Mestalla ha sido sabia, hasta ahora, distinguiendo el grano de la paja: la plantilla pobre pero honrada de una directiva inepta y caradura. Y así, arropando al equipo y al entrenador, el VCF ha ido sorteando el abismo en los dos últimos dos años. Las acusaciones sobre los futbolistas son típicas y tópicas cuando un equipo no funciona: «No corréis, os vais de fiesta y no sentís el escudo». Correr, corren mucho y seguramente mal. Irse de fiesta, se van como en todas las épocas y en todos los conjuntos: son jóvenes, ricos y necesitan desfogarse. Y, en cuanto al escudo, cada cual lo sentirá a su manera.

Me disgustó la imagen, el viernes por la noche en Butarque (0-0), de los jugadores de Baraja cabizbajos, esperando los reproches y algunos insultos de los aficionados más exaltados. Las explicaciones no deberían ser dadas por los futbolistas (tampoco el capitán Pepelu) sino por quienes devaluaron esta plantilla hasta dejarla en los huesos: Lim, Corona y Solís. La pulsión autodestrucctiva no tiene ningún sentido: nadie garantiza la marcha de Lim si el VCF descendiera de categoría. Y son muchos los históricos hundidos sin capacidad para volver: el Zaragoza, el Racing, el Sporting y el Deportivo.

El Valencia CF debe seguir en Primera como sea. Lo primero es concretar el problema. No es la defensa, con un excelente portero, tres centrales de gran proyección (Mosquera, Tárrega y Yarek) y dos laterales aceptables (Tierry y Foulquier). Es el ataque: tan solo cinco goles a favor y dos de rebote (el Villarreal, por ejemplo, suma 17 goles). La consecuencia de fichar a delanteros de Segunda (Dani Gómez y Sergio Canós) y a un '9' de comportamiento poco recomendable e inservible para un pésimo Sevilla (Rafa Mir). Falta por todas partes creatividad.

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¡Plántense! La grave lesión de rodilla de Carvajal, el sábado en el Bernabéu ante el Villarreal, se une en poco tiempo a las de Ter Stegen y Rodri. Esta plaga solo se frena si los futbolistas de élite están dispuestos a rebajarse el sueldo y, a continuación, a exigirles a los dirigentes (también forrados en oro) la reducción del calendario. «Nunca había jugado tantos partidos en tan pocos días», dijo este domingo Lewandowski. O van a la huelga o seguirán cayendo como moscas.

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