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La foto de Keita está tomada en Mestalla el 29 de diciembre de 1974. El Valencia ganó por 3-1 al Betis. BERNAT NAVARRO PORTER
Salif Keita, la gran esperanza negra

Salif Keita, la gran esperanza negra

Balón de Oro. La 74-75 fue su mejor temporada con once goles y pasará a la historia el que le hizo al Atlético de Madrid el día del debut de Aragonés como entrenador, en el que se regateó a cuantos rivales le salieron al paso

Sábado, 9 de septiembre 2023, 01:38

Salif Keita revolucionó el ambiente futbolístico de Valencia en el verano de 1973. Se trataba de un fichaje impactante, aunque no dejaba de ser una contratación exótica. Su debut alzó una enorme expectación. En una plantilla de contrastada calidad, se añadía la guinda con un futbolista que podía marcar diferencias. Desde Francia se deshacían en elogios por su elegancia y calidad. Nacido en Malí, Keita llegó al A.S. Saint Etienne a finales de los años sesenta y tras cuatro campañas recaló en el Olympique de Marsella, donde permaneció una sola temporada.

La distinción de ser el primer 'Balón de Oro' de África avalaba el fichaje. Algún viejo aficionado afirmaba que driblaba como Wilkes, otros querían ver la reencarnación de Waldo. Sin embargo Keita no era un goleador, aunque en el arranque liguero consiguió 5 goles en otros tantos partidos y encabezó la tabla del 'Pichichi'. Se estrenó con un doblete ante el Real Oviedo en la jornada inaugural de la Liga 73-74. Dos semanas después, logró el tanto del triunfo en El Molinón por 1-2 ante el Sporting. Aquel arranque espectacular culminó con otro par de tantos en la goleada por 5-2 ante el Racing de Santander en Mestalla. Los dos goles llegaron en apenas 2 minutos e inauguraban el festín. Este triunfo situaba al Valencia como colíder y disparaba las expectativas.

Antes de su debut oficial, Keita jugó 3 encuentros amistosos en Mestalla. El primero fue el de su presentación ante su antiguo equipo. Los valencianistas se impusieron por 2-0 y el primer gol fue obra suya. Después vino el Naranja en su formato triangular clásico ante el Standard de Lieja y el Estrella Roja de Belgrado. Fiasco. Dos derrota por la mínima y juego poco convincente. Keita pasó desapercibido y la pobre imagen del equipo de Di Stéfano generó dudas y críticas. Por ello, cuando Keita irrumpió en la Liga con un extraordinario repertorio de recursos técnicos y una estética cautivadora, la afición cayó rendida a sus pies. Mestalla recuperaba la figura del 'negre' que encandilaba por la plasticidad de sus movimientos y la facilidad con que resolvía cada jugada en la que intervenía.

Aquel otoño, la FIFA organizó en Barcelona el 'Día Mundial del Fútbol' y en el Camp Nou se disputó un partido entre los mejores de Europa contra los de América. Keita era africano pero formó parte del combinado del Viejo Continente y ofreció un recital durante la primera parte. En aquel encuentro también estuvieron otros valencianistas: Juan Cruz Sol y Kurt Jara. Todo iba viento en popa para Keita pese a los marcajes de juzgado de guardia que sufría en los desplazamientos con la permisividad arbitral de la época. Poco antes de Navidad, con el Valencia encaramado a la primera posición de la tabla, todo cambió, el equipo se desplomó. Las derrotas se sucedían sin explicación alguna. La segunda vuelta del campeonato transcurrió sin pena ni gloria. Final amargo de un ejercicio que había empezado de la mejor manera posible. Keita sólo consiguió dos tantos en la segunda parte del torneo y como curiosidad, todos sus goles se lograron en partidos saldados con triunfos del Valencia.

La campaña siguiente vino marcada por la decadencia del plantel. Cerrado el ciclo de Di Stéfano, se apostó por Ciric y Milosevic como responsables técnicos. La apuesta no surtió efecto. Al igual que en el ejercicio precedente, Salif Keita logró el primer tanto oficial de la Liga 74-75, ante el Real Madrid en Mestalla. Sólo se habían disputado 5 minutos, pero el choque acabó con remontada visitante. De esa temporada destaca un gol memorable que le marcó al Atlético de Madrid el día en el que Luis Aragonés debutó como entrenador. Keita protagonizó un 'slalom' espectacular sentando rivales con su prodigioso quiebro de cintura hasta batir a Reina. La grada se pobló de pañuelos. Este fue su mejor año con 11 goles, dos dobletes, uno en La Condomina con triunfo arrollador por 1-5 y otro en casa ante el Betis con triunfo por 3-1.

La llegada de Rep en el verano de 1975, la presencia de Quino en el eje del ataque, la recuperación de Valdez tras un año ausente y la presencia del africano presagiaban un potencial ofensivo que no se vio correspondido con el rendimiento colectivo esperado. Los goles de Keita –tan sólo 5– volvieron a verse en partidos saldados con triunfo salvo el del empate en Gijón. Junto al holandés Rep protagonizó una actuación memorable ante el Barça con victoria por 3-2. Su último gol destacado sirvió para vencer al Zaragoza con idéntico resultado en el último minuto. Si hubiera vídeos de aquellas actuaciones, algunos descubrirían a un futbolista superlativo.

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