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Otro Valencia grotesco ante un equipo en descenso

Otro Valencia grotesco ante un equipo en descenso

El conjunto de Voro no merece ir a Europa tras verse incapaz de ganar a un Leganés que juega con diez durante 40 minutos

Domingo, 12 de julio 2020, 18:16

Lo peor es que esto ya no sorprende. Otro Valencia grotesco. Otro Valencia desnudado por un rival que está en puestos de descenso a Segunda División y que jugó más de cuarenta minutos con diez jugadores. Otro Valencia desganado. Otro Valencia sin personalidad. Otro Valencia que se cree que puede ganar al Leganés con el escudo. Pues no. Al fútbol se vence jugando a fútbol. Tan simple y, según parece, tan complicado para este grupo de futbolistas. Ni Voro ha podido enderezar el equipo. Perdida la Liga de Campeones, parece que les da igual jugar la próxima temporada en Europa. Son conformistas y esto no se puede permitir. Lo que no sabemos es si alguien se pondrá enfrente de ellos y les sacará las vergüenzas. El Valencia tenía el calendario más plácido de los todos los que optaban a la competición continental, pero lo importante no es el rival, es que tu equipo demuestre interés por lograr el objetivo.

El Leganés jamás había vencido al Valencia. Con empate a ganas es imposible que el conjunto del sur de Madrid pueda con el blanquinegro. Con esta variante desnivelada, a los de Mestalla le supera cualquiera. La primera parte fue indignante. De apagar la tele. Sin actitud, justo lo menos que se les puede pedir. Para poner la mano y llevarse el sueldo mensual sí la ponen. Y eso que la primera acción invitaba a lo contrario. Guedes lanzaba un zambombazo desde treinta metros que golpeaba violentamente en el larguero de Cuéllar. Fue un espejismo. El Leganés se puso a dar pases con sentido y el Valencia se aprestó a mirar cómo lo hacían. Ruibal llegó a marcharse de tres futbolistas blanquinegros para adentrarse en el área de Jaume Doménech. Fue una invitación en toda regla. Pase y disfrute. Los madrileños ampliaron su felicidad cuando el árbitro señaló penalti en una mano involuntaria de Kondogbia. Pero el reglamento actual fija claramente que este tipo de acciones están penadas con un lanzamiento desde los once metros. Rubén Pérez engañó al arquero blanquinegro.

Lo mejor era que ocurría en el minuto 17. Los más confiados pensaban que el Valencia reaccionaría al golpe. Ni muchos menos. A verlas venir. Los errores se multiplicaban en pases horizontales. Que alguien les diga a los centrocampistas de Mestalla que en esa zona los balones tienen que ir claramente a un compañero. Ante un robo, la ocasión de gol está a un paso. Pero Parejo, Kondogbia y Coquelin insistían en el error. Además, el juego del Valencia era pastoso, sin precisión. Coquelin se marchaba al centro y dejaba la banda entera para Wass, pero el danés no subía. Un desastre táctico que hay que achacar a Voro, cuando en el banquillo tenía a Ferran, un futbolista vertical y que desestabilizaba por la banda, como intentaba Guedes en alguna ocasión. Tampoco el Leganés llegaba con peligro, pero no le hacía falta ni presionar. Dejaba que los valencianistas perdieran el balón. Aunque tampoco se les veía muy preocupados, la verdad.

El técnico de l'Alcúdia reaccionó en el descanso al dar entrada a Ferran Torres por un desafortunado Kondogbia. Al instante, el de Foios ya había anotado un gol, pero el árbitro lo anulaba por fuera de juego. Lo era. Pero al menos se veía otra disposición. Guedes seguía con sus lanzamientos desde fuera del área e instantes después llegó una de las acciones clave del choque. Jonathan Silva hacía una entrada criminal por detrás a Ferran Torres. Primero vio amarilla pero el VAR, por fin, hizo su trabajo. Avisó al colegiado y el lateral del Leganés se fue a la ducha. Merecido. Era el minuto 53 y quedaba toda una vida para rearmarse y darle la vuelta al marcador. El Valencia empezó a presionar un poco y tuvo un chut claro de Jaume Costa que atajó Cuéllar. Y en la siguiente acción una mano del valenciano Tarín dejó a Parejo con la opción de igualar la contienda. Pero el capitán está gafado. Lanzó el balón a la derecha del guardameta y este acertó.

El Leganés se organizaba de maravilla en defensa y dejaba la iniciativa al Valencia. Javier Aguirre sabía que ponía en un compromiso a un equipo que no sabe a qué juega. Tenía más posesión pero le costaba mucho llegar con claridad. Un cabezazo de Ferran Torres y una falta lanzada por Parejo eran las únicas acciones positivas. El Leganés dejaba arriba al bullicioso Bryan para intentar marear a la defensa y buscar alguna acción aislada. Voro, por su parte, sacaba al campo a Florenzi y a Kang In, pero no todos los días son fiesta. En esta ocasión el surcoreano no disfrutó de una genialidad. Buscó acciones similares pero sin la misma respuesta. Florenzi no paró de centrar desde la banda derecha pero nadie remataba. Lo de Maxi Gómez y Gameiro merece una tesis. Cómo un delantero no tiene ni una opción para marcar un gol. Con estos ingredientes sólo puede hacerse un partido horrible.

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