Lección de fútbol del Valencia ante el Barcelona

No falla. Se abre el mercado y el nombre de Rodrigo Moreno corre de boca en boca. Como alternativa, como posible refuerzo, como fichaje y hasta como exjugador del Valencia. Fue así en las últimas ventanas y en el pasado verano, cuando el Atlético de Madrid pareció a centímetros de contratar al delantero. Pero siguió en Mestalla y, con la apertura del zoco invernal, vuelta a la carga. Ahora el Barcelona, mermado por la baja de Luis Suárez e interesado en él. «Es extraordinario, una pieza clave para cualquier equipo», dijo ayer Quique Setién, nuevo técnico del Barça, muy lejos de enfriar el asunto. Rodrigo no habla y Celades, tampoco: «Tiene ganas de jugar. Puedo garantizar que ha entrenado bien, estará en el partido y nada más».

Lo cierto es que el futuro de Rodrigo está en manos de Jorge Mendes y Peter Lim. De ellos dos y tan sólo de ellos dos. En la sede del Valencia de Micer Mascó poco o nada saben del asunto. Tampoco supo Marcelino –ni Alemany– en su momento si se quedaría sin una de sus referencias. Los millones de una hipotética venta de Rodrigo son oro para equilibrar las pérdidas de la entidad y lo deportivo... lo deportivo parece otro cantar. Le preguntaron ayer a Celades si Rodrigo encajaría en el Barça y el entrenador salió por la tangente: «Rodrigo tiene un perfil que se ha adaptado muy bien al Valencia, lleva muchos años rindiendo muy bien y con eso me quedo». De esta situación, lo único positivo es que Rodrigo está listo para jugar después de tres ausencias consecutivas y 20 días sin competir.

Celades no quiere líos. Ni habló sobre la posibilidad de traer a Ceballos, ni de la marcha de Rodrigo o Gameiro ni tampoco de recuperar a Gonzalo Villar. «No voy a hablar de situaciones personales de nadie, ni de rumores ni de hipótesis. Estamos centrados en el partido, que bastante tenemos», zanjó el catalán. Y es cierto. Bastante tiene el Valencia con la visita del líder y la imperiosa necesidad de enterrar la imagen que ofreció en la Supercopa contra el Real Madrid y, sobre todo, en Liga ante el Mallorca. Dos batacazos seguidos sobrellevados por la clasificación para los octavos de la Copa. El Barça exigirá muchísimo más que el Logroñés y el Valencia, que la pasada jornada perdió una gran oportunidad para meterse en Champions, tampoco puede permitirse muchos más tropiezos.

El gran problema de Celades para planear la visita del Barça es que no tiene a Parejo. «Es un jugador único, muy bueno y ha jugado todos los minutos. Es muy difícil de suplir», admitió el entrenador. Lleva el Valencia cinco años sin ganar en Mestalla cuando el capitán no está. Celades tiene dos opciones: sustituir a Parejo en un cambio hombre por hombre (Soler) o darle una vuelta al sistema para juntar a tres en el medio. La ausencia de Parejo por sanción es la baja más preocupante del Valencia pero no la única. Vallejo, Piccini y Guedes aún están lejos de reaparecer y en la última semana han caído Cillessen y Cheryshev. «No estoy enfadado con él. Tiene molestias, no está cómodo ni preparado para jugar», dijo el técnico sobre el portero, lesionado durante el calentamiento de Las Gaunas. El ruso, por su parte, padece otro problema muscular y vuelve a la enfermería.

En el Barça no estará Neto, que sufre un esguince, pero sí Griezmann como referencia en ataque. El francés hizo un doblete contra el Ibiza en Copa del Rey.

Arteta: «Ceballos tiene que ponerse en forma»

La reunión mantenida entre el Valencia y los agentes de Ceballos no ha pasado desapercibida en el Arsenal. Mikel Arteta, técnico de los 'gunners', dio su versión: «He hablado con él. Tiene que ponerse en forma y luchar por el puesto. Después elegiré a los que yo crea mejores».

Maravilloso. Imponente. Espectacular. Adjetivos que definen el partido del Valencia. Y rabia. Qué coraje el encuentro en Son Moix contra el Mallorca.

Aunque

Por cierto, Gayà seguía a lo suyo. Volaba a 32 kilómetros por hora. Ansu Fati se desesperó tanto que se cambió de banda y le pasó el marrón a Griezmann. Hasta que Setién se dio cuenta y le devolvió a la escena del crimen. Sufre para aprender. Porque vaya lección le dio el de Pedreguer. Y cuando moría la primera mitad llegó la jugada del partido. Fue tan trascendente como los goles. Carlos Soler es derribado en el mismo momento que da un pase a profundidad a Ferran Torres, que se iba solo a portería. Gil Manzano da la ley de la ventaja, con los brazos señalando el frente, pero de repente hace sonar el silbato para señalar la infracción. El mismo árbitro se contradecía a sí mismo. Primero dejaba jugar y luego frenaba el ataque. En vista del flagrante error, tuvo que perdón públicamente. Eso sí, tras una pitada monumental. Se llegaba al descanso con una posesión del 37 por ciento para el Valencia y el resto para el Barcelona. La estadística más inútil de la tarde.

Está claro que Setién todavía no convence a sus jugadores. Seguro que hubo charla en el vestuario, pero debían estar viendo el móvil. Porque el Barça no varió su tendencia. Tanto que dos minutos después de comparecer sobre el tapete Maxi Gómez se congració consigo y con su gente. Fuerte chut y tras tocar el balón en Jordi Alba, se aloja en la portería. Al uruguayo se le da bien el Barça porque en el Camp Nou también anotó. El conjunto azulgrana se espabiló algo. Siguieron con los pases pero más cerca del área valencianista y casi siempre buscando a Messi. Es el recurso fácil pero casi siempre da resultado. En el minuto 57 la tuvo el argentino para remachar pero Gabriel Paulista, inmenso, rapidísimo, le quitó el esférico. El crack azulgrana tuvo dos más, una con un disparo que salió rozando el palo y otra con un cabezazo. El Valencia acusaba el esfuerzo y se echaba atrás resguardándose. Y tuvo que contener el aliento en una falta al borde del área que se disponía a lanzar Messi. Pero

Y de ahí se pasó a la sentencia valencianista. Jugadón de Ferran Torres y el balón llegaba a Maxi Gómez para anotar el segundo de la tarde -el uruguayo lleva ya nueve esta campaña-.