Ferran fascina y el Valencia se embala

Mi líder. Mi capitán. Parejo presionaba como un poseso a los centrales del Granada para dificultar la salida del balón. No era a mitad de encuentro. Corría ya el minuto 87. Ferran Torres oteaba la acción de su guía espiritual desde la banda derecha. Cómo no mimetizarse, cómo no seguir su ejemplo. Lo hizo. Claro que lo hizo. El canterano volvió a deslumbrar. Y, además, remata las faenas. Gol de calidad ante el Lille y golazo frente al Granada para cerrar el partido, para validar la tercera victoria consecutiva de este Valencia de Celades. Continúa sin tener un sello definido, pero se consolida como un conjunto compacto que ejecuta en ataque y tabica la portería con una pareja de centrales de escándalo. Lo de Gabriel Paulista es para enseñarlo a todos los defensas que se forman en las escuelas. El seleccionador español, Robert Moreno, ha manifestado que le seguirá porque a partir del 1 de enero podría jugar con la roja. ¿A estas alturas hace falta comprobar cómo juega? En la competición doméstica pocos están a su nivel. Lo que el técnico tendría que replantearse es lo de Parejo. Que este pedazo de futbolista no esté entre los seleccionados es un pecado mortal. Va Thiago Alcántara y no el valencianista. Para llorar.

El Valencia se embala. Toca ya la zona noble en una de las ligas más abiertas de los últimos años. Llega al parón en una posición prefrente cuando hace nada el desánimo invadía Mestalla. La única pena es el parte de caídos. Hasta nueve lisiados tiene el entrenador. Celades indicó en la previa que recuperaría a todos los tocados menos a Piccini, aunque la situación de Guedes -sí, el que costó 40 millones- es toda una incógnita. Pero ayer se tuvieron que marchar antes de tiempo dos de los futbolistas vitales. Primero Kondogbia y luego Rodrigo acabaron lesionados. Pero de las malas noticias el Valencia saca respuestas acertadas. Sin el centroafricano en el campo, el preparador situó a Wass en el centro del campo como escudero de Parejo y el Valencia se desbocó. El Granada se mostró como un conjunto muy sólido pese a los nombres desconocidos que lo conforman. Presionan y hacen muy incómodo el fútbol a sus rivales. Al Valencia le pasó, pero con el paso de los minutos se fue desmelenando. Con Parejo y Wass creando y con Ferran y Manu Vallejo como locomotoras por las bandas, el juego fluía con alegría. Además, la lesión de Rodrigo dio la alternativa a Gameiro, otra gacela, que abrió espacios y generó muchas acciones de peligro. Tantas que llegaron dos goles y otros tantos anulados.

Por momentos este Valencia parecía el de Marcelino. Huye de la posesión pero goza de las ocasiones. Al final del choque se igualó el dominio, pero en la primera mitad la diferencia era brutal. 38 por ciento para el Valencia y 62 por ciento para el Granada. Para qué quiero el balón si no tengo ocasiones. En la primera mitad el conjunto andaluz no hizo ni cosquillas a Cillessen. Todas las ocasiones que hubo fueron valencianistas. Maxi Gómez gozó de dos en los primeros diez minutos y luego fue el que asistió a Wass para otra opción. El golpe llegó en el minuto 34 cuando Kondogbia se tocaba la parte posterior del muslo. No podía ser. Con Coquelin en la grada, el Valencia se quedaba sin mediocentros. Celades adoptó la única decisión que podía, que era situar a Wass en la zona de creación. Pero el entrenador tomó otra determinación que afectaba directamente a la línea de flotación de Peter Lim. Para la banda derecha apostaba por un futbolista zurdo y que, además, está cedido en el Valencia por el Villarreal. Y se dejaba en el banquillo a Thierry Correia, el que se vendió como el nuevo Cafú y que venía de la mano de Jorge Mendes. Primero se apuntó que no era así, pero las mentiras tienen las patas muy cortas y la obligación en Portugal de informar de los traspasos desveló que el súperagente portugués se llevó tajada en la operación. Pese a que el consejero del dueño fue su valedor, para Celades el futbolista es un cero a la izquierda. Cuando regrese Piccini puede que se tenga que sacar un pase.

Hasta el final de la primera mitad el Valencia pudo marcar en un cabezazo de Paulista y un fortísimo chut de Wass que despejó el guardameta Rui Silva. De ahí al vestuario, con ajustes de Celades para salir de la presión del Granada. Cuando parecía que el juego se encaraba llegó otro coscorrón. Rodrigo se marchaba con problemas en la espalda. Apuntaba a un día gafe. Que se apuntaló cuando el árbitro anulaba un gol de Parejo por un fuera de juego posicional de Maxi Gómez. Pero el Valencia tiene orgullo. Aumentó su influencia en el juego y el Granada empezó a sufrir. Se metió en su campo mientras el conjunto local daba pasos hacia adelante. Parejo la tuvo de falta y Garay también pero remató en semifallo. Hasta que apareció Gameiro para enviar un centro medido al área. Maxi Gómez no supo remachar, algo que sí hizo Wass en el segundo palo. Es el primer gol del polivalente danés en Mestalla con el Valencia, ya que con el Celta sí anotó. El VAR generó intranquilidad, pero tres minutos después certificó el tanto. Gameiro pudo aumentar la diferencia en una veloz contra pero su remate su marchó fuera por muy poco.

El partido moría pero el Granada revivió. Primero Machis, después Montoro y más tarde Duarte pudieron dar un susto. Esta última oportunidad, además, contó con un bello taconazo del jugador nazarí. Pero era el día del Valencia. Gameiro marcó pero el VAR volvió a anular su tanto a la espera de que emergiera Ferran. Los defensas andaluces fueron abriéndose mientras el valencianista avanzaba hasta que se sacó un majestuoso zurdazo. Un lujo de futbolista.