Paco Lloret
Viernes, 17 de noviembre 2023, 23:42
Después de conquistar la Copa en 1999, tras superar en la final de forma contundente al Atlético de Madrid y haber dejado en la cuneta al Levante, Barça y Madrid en las eliminatorias previas con actuaciones arrolladoras, el Valencia protagonizó un ciclo de decepciones en ... este torneo hasta la consecución de un nuevo título en 2008. Mientras en competiciones europeas y en la Liga se protagonizaban gestas destacadas ante los rivales más potentes del continente, en la Copa se sucedían los descalabros contra equipos de inferior categoría. Un fenómeno contradictorio y repleto de decepciones. La eliminación por alineación indebida en Novelda, las tandas de penaltis perdidas con Guadix y Alicante después de empatar a tres y a cuatro respectivamente, o la derrota en el campo de la UE Lleida, completa un amplio cuadro de reveses.
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Con la introducción de la fórmula del partido único en el campo del equipo de inferior categoría, la Copa adquirió una nueva dimensión. El Valencia ya lo había sufrido en 1986, cuando militó en segunda, al perder por penaltis en el Madrigal contra el Villarreal, un rival que jugaba en tercera división. Los valencianistas fueron por delante en el marcador gracias al gol de Toni Montes en el primer tiempo. Los locales igualaron la contienda en el último minuto. Se disputó la prórroga y marcó Alcañiz, pero de nuevo el submarino amarillo volvió a empatar en los compases finales del tiempo suplementario. En los penaltis, el conjunto local se hizo con la victoria.
Hasta entonces, el Valencia había esquivado con autoridad a los rivales de menor entidad, salvo contadas excepciones, en eliminatorias a doble partido. Conviene destacar el susto protagonizado por el Albacete en el ejercicio 80-81, cuando el Valencia venía de vencer al Nottingham Forest en la final de la Supercopa europea. Con un equipo estelar en liza, se salvó el escollo por los pelos en la prórroga y contra un rival que actuaba en inferioridad numérica y militaba en tercera. A finales de los ochenta, se produjo un inesperado batacazo en la primera campaña de Espárrago como entrenador. Después de igualar sin goles en Santander, el Racing, equipo de segunda, dio la gran campanada en Mestalla al imponerse por 2-3.
En las décadas anteriores, se solía despachar con solvencia estos cruces, aunque hubo un par de precedentes en los que el Valencia estuvo contra las cuerdas y hubo de evitar la debacle fuera de casa. En el ejercicio 69-70, después de eliminar sin complicaciones a Osasuna, club que acabó bajando de segunda a tercera, por un global de 6-1, y al Granada, equipo de primera división al que se despachó en casa con un 3-0 inapelable, se cruzó en los cuartos de final el Rácing del Ferrol, convertido en la revelación del torneo. El duelo de ida en Mestalla se complicó, los gallegos salieron respondones y arrancaron un meritorio empate a uno, con gol de Ansola para los locales.
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Una coincidencia histórica
Ese mismo día, miércoles 3 de junio de 1970, poco antes de la cita de Mestalla, la legendaria selección brasileña había completado una memorable exhibición ante Checoslovaquia en el Mundial de México que se pudo seguir por televisión, con los míticos Jairzinho, Gerson, Tostao, Pelé y Rivelinho destapando el tarro de sus mejores esencias. La coincidencia de ambos partidos afectó notablemente la afluencia de público en Mestalla.
El Valencia visitó el campo Manuel Rivera de Ferrol una semana después obligado a ganar ante un rival envalentonado que había sido capaz de superar en las rondas previas al Elche, Hércules y Betis. Los visitantes se lo tomaron muy en serio y salieron dispuestos a sentenciar por la vía rápida. Los goles de Nebot, Ansola, y Jara en 40 minutos parecían dejar las cosas claras antes del descanso. No fue así. Los ferrolanos lograron dos tantos en los primeros 5 minutos del segundo tiempo y tocaron a rebato. El Valencia hubo de emplearse a fondo para mantener la ventaja y logró el objetivo con mucho sufrimiento. En el siguiente ejercicio, después de proclamarse campeón de Liga, el once valencianista se midió con el Betis en la segunda ronda del torneo. Los béticos habían ganado el campeonato de segunda y logrado el ascenso a la máxima categoría. La sorpresa saltó en Mestalla en la ida, de nuevo un empate que comprometía el desenlace de la eliminatoria, esta vez sin goles. En la vuelta, el conjunto adiestrado por Di Stéfano ofreció un recital de juego y goles al imponerse por 0-4 con tantos de Claramunt I, Valdez, Forment y Frígols en propia puerta.
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