Undiano Mallenco: «¿Talismán para el Valencia? Sí, le he arbitrado dos finales y las ha ganado»

El 25 de mayo de 2019, Undiano Mallenco (Ansoáin, 1973) arbitró su último partido en España. En junio, tras un encuentro de la Nations League entre Portugal y Holanda, colgó el silbato. A sus espaldas, 534 encuentros en los que ejerció de juez. Ahora ayuda a los que empiezan en el oficio que tanto ama. El de Pamplona es miembro de la Comisión Técnica del Comité Técnico de Árbitros de la RFEF.

–Podría ficharle el Valencia como talismán, las dos últimas finales que le ha dirigido, las ha ganado.

–Sí, he arbitrado tres finales de Copa y justo dos han sido al Valencia y las ha ganado.

–¿Cómo recuerda el partido, el de su despedida en España?

–Siempre he dicho que la final de Copa siempre es el encuentro más bonito para arbitrar. Es la fiesta del fútbol español, un fin de semana de fiesta. Las aficiones viven algo muy especial y en la última los seguidores se comportaron fenomenal y por lo poquito que pudimos ver de lo que ocurrió fuera del campo en la ciudad, el ambiente fue extraordinario.

–¿Llevó invitados? ¿Cómo afronta un árbitro un encuentro así?

–Fuí a Sevilla con mi familia y algún amigo. Fue muy especial y sabiendo que iba a ser la última vez que iba a pisar el césped en territorio español, todavía más. Estoy muy satisfecho, me siento afortunado por poder haber arbitrado tres finales.

–En aquel partido la afición del Valencia disfrutó muchísimo, ¿tenía usted también esa sensación de entrega?

–Bueno... en una final de Copa el ambiente siempre es especial porque la mitad del campo es de un equipo y la otra del rival, aunque es verdad que una siempre acaba más feliz que otra. Lo cierto es que desde el terreno de juego se escucha mucho ruido y se respira un ambiente de fiesta increíble.

–Ahora que hablamos de la afición, lo estamos viviendo en Alemania ya y parece que España será la siguiente Liga en arrancar. ¿Cómo es el fútbol sin seguidores?

–Por desgracia nos ha tocado vivir esta pandemia y nos tenemos que adaptar en una nueva vida. Esperemos que aquí efectivamente en unas semanas arranque la competición, será extraño pero luego seguro que nos iremos acostumbrando.

–¿Ha vivido alguna experiencia así?

–Arbitré los 30 minutos de un partido que quedaba por jugar y el fútbol sin público parece otro deporte... se escucha todo, a los entrenadores, jugadores, los colegiados se va a hacer raro pero quedan las once jornadas de Primera, las de Segunda y los play-off y hay que disputarlos, a ver qué tal.

–Por nombrar alguno de los protagonistas de la final, he leído que en varias ocasiones ha hecho referencia al talante de Parejo.

–Le he arbitrado muchísimas veces tanto con el Valencia como en otros clubes y siempre he tenido una buena relación, como con la mayoría de capitanes. Tuve buen trato con él aunque seguro que hemos discutido por alguna jugada en la que no hayamos estado de acuerdo, pero bueno, son cosas del fútbol, sin más.

–Después de haber pasado tantos años con sus asistentes supongo que esta temporada, y sobre todo con lo ocurrido, ha disfrutado un poco más de la familia.

–Ya no viajo tanto aunque sí que voy con frecuencia a Madrid para seguir trabajando, pero sí que he aprovechado más el tiempo con mi mujer, los hijos. En general lo agradecen bastante porque fueron muchos años los que estuve viajando por todo el país y el extranjero, me perdí cosas como cumpleaños… la vida pasa muy rápido, hace un año de aquella final y si me preguntasen diría que siento que fue anteayer.

–Estudió Sociología y Ciencias Políticas, ¿no se plantea que es un buen momento para retomarlo y más con la situación actual?

–A veces me da pena que después de tantos años de formación y el esfuerzo de completar las carreras, tenerlas apartadas. Nunca puedes decir aquello de ‘de este agua no beberé’ pero lo veo complicado porque estoy muy centrado en el fútbol que me ha dado mucho, ahora mi cabeza sólo piensa en ayudar a los árbitros igual que los excolegiados hicieron conmigo cuando empecé y estoy muy feliz.

–¿Ha sido feliz?

–¡Muchísimo! El que no es árbitro no lo puede entender, pero si mil veces naciera mil veces elegiría esta profesión.

–Eligió bien a qué quería dedicar su vida.

–No sé si fue la decisión más importante de mi vida porque hay otras como casarte, tener hijos, que también definen tu destino, pero el día que decidí ser colegiado no tengo ninguna duda de que acerté. Es mi pasión aunque a veces no se entienda desde fuera. He disfrutado mucho, ojalá tuviese 30 años menos para disfrutar de otros 30 más.

–¿Y cuándo le llegó ese momento?

–Pues era joven, jugaba a fútbol pero no llegué a categorías superiores. Un amigo nos comentó a un grupito la posibilidad de ser árbitro... y así empezó todo.

–Ha repetido varias veces que igual no se entiende desde fuera la pasión que siente por el arbitraje, sin embargo últimamente es una figura que se está acercando bastante al público, además hay compañeros como por ejemplo Mateu Lahoz que son muy reconocibles por su peculiar manera de interactuar con los futbolistas.

–Ahora estamos saliendo continuamente en la televisión, además Toño es un árbitro internacional que ha estado en un Mundial, la gente le sigue y le reconoce por la calle. El mundo del fútbol tiene esto... va paseando una persona que tiene el premio Nobel de Medicina y pasa más desapercibido que un futbolista o incluso que un árbitro. Nos estamos abriendo más a los medios cada vez, explicando más las cosas y se nos reconoce mucho. La imagen del arbitraje va mejorando, estamos intentando explicar más nuestro trabajo.

–¿A usted le gusta o le agradaba que se le reconociese en público?

–No me resultaba muy cómodo cuando la gente me paraba y me decía cosas por la calle para que me hiciese fotos, pero bueno, hay que aceptarlo tal y como es, además cada vez estamos intentando hablar más de nuestro y abrirnos a todo el mundo, también a los medios de comunicación.

–Le une un vínculo con la Comunitat. Además de tener una casa en Peñíscola fue reconocido por parte del torneo internacional del Cotif que se celebra en l’Alcudia.

–Sí, para mí es un honor recibir ese tipo de premios por mi trayectoria, además lo recogí en febrero, justo antes de la pandemia. Espero seguir aportando al fútbol durante muchos años.