El Valencia se beneficiará de la edificabilidad de Mestalla si no hay un plan antes de agosto

¿Qué ocurre si el pleno municipal no aprueba el plan de Mestalla antes de esa fecha? El Valencia dispondría del residencia del viejo estadio y el terciario de ambos campos sin ninguna obligación, sin el compromiso, por ejemplo, de construir el polideportivo de Benicalap. El decreto de 2022 (de PSPV y Compromís) suspendía las licencias para que se alzaran las torres en los casi 76.000 metros cuadrados de edificabilidad residencial en el terreno del viejo estadio y el terciario (14.000 metros) del coliseo de la avenida de Aragón y los 40.000 en Cortes Valencianas hasta que las fichas urbanísticas sean una realidad. Y se fijó un tope de tiempo para ello de dos años, hecho que desveló El Desmarque VCF y que amplió El Diario CV.

Tiempo hay. Quedan tres meses y tres plenos del Ayuntamiento. Incluso, si la cosa se complicara extraordinariamente, se podría convocar un pleno extraordinario en cualquier momento para no llegar a la situación de que Lim disponga de beneficios y no de obligaciones en el terciario y el residencial fijado en los estadios valencianistas. Porque, eso sí, el plazo del de 3 de agosto no admite prórroga.

La propia alcaldesa de Valencia, María José Catalá, admitía ayer la situación respecto a las fichas urbanísticas y desvelaba que en estos momentos el plan ATE que está vigente es el de 2015. «Ahora algunos se han caído de la cama y se han dado cuenta de que en la caducidad de la resolución que hizo Ximo Puig y el PSPV el 29 de julio de 2022 (se publicó el 3 de agosto) ponía expresamente que se caducaba la ATE pero que seguía vigente el plan ATE de 2015 y que se suspendían las licencias durante dos años, es decir, que hoy en día, gracias a Ximo Puig, está vigente el plan ATE de 2015», reseñaba la líder popular, que se refería al tiempo que queda para aprobar las el informe técnico certificado en el que se concretan los parámetros urbanísticos: «No va a llegar a agosto sin que el Ayuntamiento tome una determinación. No habrá ni un beneficio, ni una prebenda para el Valencia, sí máxima exigencia y estricto cumplimiento con la ciudad y el valencianismo. La oposición está haciendo el ridículo, es bochornoso el espectáculo. Manosear el Valencia por rendimiento político no les ha ido bien».

Catalá insistía en que la dirección llevada por su equipo de gobierno desde que tomó posesión del cargo no ha variado ni un milímetro. La alcaldesa anunció en su día que en el primer trimestre del año estarían las licencias y mantiene su plan de evaluar el progreso de las obras y su financiación antes de firmar un convenio con el club, que incluirá penalizaciones con aval bancario para cubrir incumplimientos. Eso sí, mientras está pendiente adjudicar qué empresa realizará una valoración del dinero que cuesta acabar las obras. «Mi plan está explicado desde que llegué al Ayuntamiento, los únicos planes que han variado son los de la oposición, a los que veo dando bandazos permanentemente. Cuando yo llegué resulta que no había que hacer un convenio, luego no había que aprobar unas fichas que encima son sus mismas fichas y ahora hay que hacer una aprobación de las fichas junto con el convenio porque si no es barra libre para Lim. Y me pregunto: ¿cuando la anterior corporación municipal del PSPV y Compromís aprobó en junta de gobierno, en febrero de 2023, las fichas sin el convenio es que querían barra libre para Lim? ¿Eso quiere decir que hoy no están dispuestos a aprobar sus propias fichas y, además, exigen que se aprueben sus fichas pero con un convenio que ellos no hicieron en la aprobación inicial? Hay que tener coherencia, al final lo importante en toda esta operación, que es una operación importantísima para la ciudad, son dos cosas: consenso político y seriedad, y coherencia. Aquí no se trata, como en un partido de fútbol, de recoger los vítores en los 15 primeros minutos del partido , aquí se trata de acabar el partido con una postura coherente, equilibrada y meter goles, y en esa postura sólo estoy yo, sólo está el PP», insistió María José Catalá.

La alcaldesa pasó del cemento al césped, con una referencia a Baraja: «Sólo tengo palabras de reconocimiento para el entrenador que está consiguiendo que el Valencia consiga deportivamente alcanzar hitos importantes en una temporada en la que nos estamos llegando alguna alegría algún fin de semana que otro».

Mientras, Borja Sanjuán (PSPV) cargó contra Catalá. «No solamente está diciendo a las claras que está dispuesta a bajar los brazos y a no aprobar ninguna norma que limite el dinero que se puede llevar Peter Lim de una operación urbanística especulativa, sino que además está diciendo que la culpa de esa inacción es por un plazo de suspensión de licencias de dos años de los cuales, si se cumpliera, más de la mitad son con ella como alcaldesa. Lo que tenemos que hacer ahora como Ayuntamiento es aprobar un convenio que limite lo que puede hacer el señor Peter Lim en el Valencia», dijo el concejal.

Papi Robles (Compromís) se refería en los mismos términos: «Catalá está muy nerviosa, por lo que intenta enredar con mentiras. Desde el primer momento ha trabajado para Lim, abriéndole las puertas a que haga un pelotazo con un estadio cutre pagado a precio de oro».