Celades y César, víctimas de la trituradora de Peter Lim

La situación de Albert Celades en el Valencia era insostenible. La debacle del domingo en La Cerámica terminó de redactar una sentencia a la que faltaba la rúbrica. Al entrenador sólo le sostenía el silencio del máximo accionista, Peter Lim. Cuando pasaron las horas y cayó el ocaso en Singapur, después de que el club convocase la rueda de prensa del catalán previa al partido del Athletic, parecía que había conseguido una bola extra. Es más, desde la entidad se aseguraba la semana pasada que acabaría la temporada y el domingo aún se mantenía que al menos llegaría al partido contra los rojiblancos. Nada más distinto de la realidad. El dueño accionó la guillotina con nocturnidad, de madrugada para él y justo antes de cenar para los valencianistas en la ribera del Turia. Y una vez en marcha, se ajustició a sí mismo César Sánchez, el director deportivo que ni siquiera ha sido presentado y que dimitió sobre las 22.30. El magnate asiático, en poco más de un lustro, va ya por siete juicios sumarísimos a técnicos del primer equipo y recurre, como siempre que han venido mal dadas, a Salvador González 'Voro'.

El de L'Alcúdia, hombre de club, ejercerá por sexta vez de servicio de emergencias. Estrenó esa habilidad al salvar del infierno al Valencia cuando el equipo enfilaba hacia Segunda con Koeman. También hizo de interino tras las destituciones de Pellegrino, Nuno y Ayestaran. Después de responder de nuevo ante la espantada de Prandelli, se prometió que no regresaría al banquillo. Se le premió con un cargo con mayor rango que el de delegado -team manager- en 2017 y pasó a ser el enlace entre los diferentes estamentos del club blanquinegro.

Un puesto como anillo a un dedo de un hombre que conoce con los ojos cerrados el Valencia, incluso este de Peter Lim. Por eso, el máximo accionista sigue pensando en Voro cuando hay marejada en el banquillo. Como cuando a finales de 2018 los resultados no salían con Marcelino hasta el milagroso gol frente al Huesca.

Voro ha sido jefe de expedición de la primera plantilla en esta última etapa. Ha convivido con los jugadores. Quizás por ello había esta vez alguna reticencia, pero al final Meriton ha concluido que los experimentos, mejor con gaseosa. Jugándose 60 millones (el desfase entre ir a Champions y quedarse sin Europa) en 20 días, lo más sensato era apostar sobre seguro. El Valencia anunció cerca de las 21 horas el cese de Celades y que lo sustituirá Voro «de forma provisional» hasta final de curso. Se esforzó en conceder una 'salida dulce' al catalán: «Agradecer su dedicación durante su etapa en la entidad, periodo en el que se alcanzó la clasificación, siete temporadas después, para octavos de final de la Champions, además de firmar victorias de prestigio en escenarios en que no se habían logrado previamente».

A Celades, representado por Jorge Mendes, socio y amigo de Lim, también se le valora que asumiera «en un momento de dificultad» el banquillo del Valencia. Quizás un nuevo dardo a Marcelino, al que se destituyó nada más empezar la temporada y después de que ganase la Copa y lograse la clasificación para la Champions a la que alude el club. Bien es cierto que el catalán supo aterrizar en una plantilla a la que escoció el despido de referente.

Sin embargo, con el regreso tras la pandemia, Celades ha perdido el control. Las sensaciones ya no fueron buenas ante Levante, Real Madrid y Osasuna. En menos de una semana, el equipo ha dado una imagen impropia del que lucha por la Champions: derrotas en Eibar y Villarreal, con cero disparos a puerta.

El enfrentamiento, reconocido por el propio Celades, con Maxi Gómez, no era sino un síntoma de una enfermedad terminal. Ayer los futbolistas se ejercitaron en Paterna y se dio la circunstancia de que cuando accedieron al césped lo hicieron manteniendo las distancias con el entrenador. En la sede, a Murthy se le preguntó si la decisión estaba tomada. La guillotina aún tardó unas horas en cercenar un nuevo proyecto del Valencia de Lim.

Sexto director deportivo

Hora y media después de ajusticiar a Celades, exactamente a las 22.28, el club anunció la marcha de César Sánchez. El Valencia especificó que el exportero había presentado su dimisión al frente de la «secretaría técnica». En un comunicado mucho más escueto y menos cariñoso que el del entrenador, se agradece la labor de un empleado con el que no se ha tenido guiños: ni siquiera ha sido presentado.

César es el sexto responsable del área deportiva que cae en la era Lim, después de Rufete, Nuno, García Pitarch, Alesanco y Mateu Alemany. Con la apertura mañana del mercado de verano, Meriton debía demostrar definitivamente si confiaba definitivamente o no en su labor. Desde que aterrizó en el Valencia en enero, negoció el contrato de cesión de Florenzi y ha tratado de renovar a Hugo Guillamón,

También ha intentado apagar rel incendio de Garay, a quien Anil Murthy cambió las condiciones para renovar cuando ya había un principio de acuerdo. El central argentino, que se lesionó de gravedad posteriormente, ha acabado por no extender su contrato con el club de Mestalla. Hoy acaba su vinculación y es libre de anunciar su destino.

En la sombra, sin ninguna aparición pública, César Sánchez trabajó hasta ayer mismo en el Valencia. Por la mañana se reunió con la plantilla en Paterna y por la noche decidió poner fin a su etapa cuando supo de la destitución de Celades. El exfutbolista eligió la elegancia para dar un paso a un lado: agradeció la oportunidad que le dio la entidad y el apoyo de todos sus empleados, y deseó suerte a todo el organigrama.

Aunque sea un palo para los objetivos del Valencia, en una noche tan convulsa pocos se acordaban ya de que Gayà quizás haya dicho adiós a la temporada por una lesión muscular. Lo confirmó el Valencia por la tarde, sin ofrecer más detalles. Porque aunque no lo parezca, mañana hay fútbol. Y posiblemente, en la zona noble, más movimientos en otro verano con la trituradora de Lim a pleno rendimiento.