Rafa Benítez se va a cruzar la semana que viene en el camino del Valencia en estos octavos de final de la Copa del Rey. Ni mucho menos será la primera vez que tenga que enfrentarse al equipo que le llevó a la cima europea, ... pero sí será la primera ocasión en la que no habrá puntos en juego y sí un billete para los cuartos de una competición a la que el Valencia le tiene especial predilección.
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La clave para que los de Baraja se mantengan vivos será indudablemente Mestalla. Como estos octavos, como también ocurrirá en la ronda de cuartos, no se disputarán a ida y vuelta –las semifinales sí– sino a un solo partido, la bola primera en aparecer en el sorteo determinaba quién iba a jugar como local. Y esa fue la del Valencia, que evita así además el viaje a Vigo, donde deberá curiosamente disputar el cierre de campeonato. La fecha designada para teste duelo debe salir entre el miércoles día 17 y el jueves día 18 de enero.
El aliento de la grada volverá a ser pues determinante para los de Baraja, aunque los aficionados no guardan un especial buen recuerdo del reciente encuentro que disputaron contra el Celta en Liga. Fue a finales de noviembre pasado y ahí ni Benítez ni Baraja supieron cómo meterse mano mutuamente, ofreciendo un duelo bastante espeso y que terminó con empate a cero. «Jugar en nuestro estadio siempre es un plus y el equipo se está mostrando muy fuerte en casa», reconocía Chema Sanz, segundo de Baraja, que añadía: «Es una competición que se le da bien históricamente al Valencia. Tenemos mucha ilusión en la Copa y poder jugar delante de nuestra gente es especial. El grupo está muy 'enchufado' en la competición»
¿Cómo le ha ido a Benítez en el banquillo visitante de Mestalla? Desde luego en el banquillo local le fue de maravilla, pero en el otro el balance sin ser malo del todo tampoco es brillante: tres empates y una derrota. La primera vez que vino a Mestalla Benítez fue cuando dirigía al Valladolid (1995-96), y el tanto de Gálvez resultó decisivo: 1-0. Luego lo haría a los mandos del Extremadura, ante aquel Valencia de Claudio Ranieri (1998-99) y entonces sí rascó un punto (1-1). La penúltima vez fue en 2016, al frente del Real Madrid y el resultado final fue de 2-2, lo que le supuso el fin de su etapa en el club blanco. Después hay que anotar ese insulso 0-0 de la jornada 14.
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La cita está incluida en el abono de temporada y las entradas para el público salen a la venta este mismo miércoles, con precios que van desde los 75 euros para la localidad más cara hasta los 25 de la zona más económica. «Estamos a cuatro partidos de una final, es un camino que nos podría llevar a Europa y no renunciamos a nada», se encarga de recordar Chema Sanz.
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