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R. D.
Lunes, 17 de julio 2023, 14:10
Jorge Sáenz ya ha dejado de ser futbolista del Valencia. El club de Mestalla y el Leganés han llegado a un acuerdo para el traspaso del central. El Valencia se reserva una serie de derechos de cara al futuro por el futbolista tinerfeño que, desde su llegada a Mestalla en el verano de 2019, ha jugado cedido en el RC Celta, el CS Marítimo portugués, el CD Mirandés y el CD Leganés, donde militará en propiedad.
Jorge Sáenz de Miera Colmeiro (Santa Cruz de Tenerife, 1996) se había convertido en uno de los más veteranos de esta plantilla, pero para creerlo habría que rebuscar en el archivo de fotos y en la hemeroteca para encontrar su nombre en alguno de los pocos partidos amistosos que pudo jugar con la camiseta blanquinegra. Ni ha jugado un solo partido oficial ni ya lo va a jugar. Porque su paso por el Valencia sólo ha sido testimonial desde el punto de vista deportivo. Fue Mateo Alemany quien decidió fichar una serie de jugadores que se podrían agrupar bajo el epígrafe de 'pifias' aunque su objetivo no era otro que sacarles rendimiento en acciones colaterales. La de Sáenz no es la única porque junto a él también están los Sobrino, Manu Vallejo y hasta Jason, con la diferencia este último de que llegó totalmente gratis del Levante y con toda la pinta desde el principio de que iba a ser incluido en alguna operación para abaratar algún fichaje.
El problema con el central ha sido que al Valencia le supuso en su día un desembolso de unos 2,5 millones de euros –compró la mitad de sus derechos al Tenerife– y desde entonces ha ido dando tumbos de aquí para allá sin ningún beneficio económico que pudiera compensar el desembolso. Ni Marcelino, ni Javi Gracia, ni Bordalás, ni Gattuso ni ahora Baraja han avalado su presencia en la plantilla blanquinegra.
Por eso su principal condena ha sido la de buscarse las cosquillas fuera de Valencia. De hecho, el club de Mestalla lo incluyó en su momento en la operación de compra de Maxi Gómez al Celta. Dos años de cesión fueron para él una experiencia más que extraña. Empezó jugando con Fran Escribá, fue expulsado y poco después no pasó del banquillo. Sólo jugó en el Celta unos 500 minutos en esos dos años, viviendo en primera persona la crudeza de la exposición que hizo su entrenador de turno (Coudet) cuando en rueda de prensa al referirse a la decisión de Sáenz de quedarse en las filas viguesas pese a ser consciente de que no iba a contar con él, comentó: «Esto es fútbol profesional, no es un spa».
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Pedro M. Campos Dubón
En la temporada 21-22 se fue al Marítimo de Funchal (6 partidos en la Primera portuguesa y uno más en la Taça, torneo equivalente a la Copa del Rey, con un total de 498 minutos) y de ahí en enero al Mirandés. Fue en Segunda cuando al menos empezó a volver a confiar en sus posibilidades, llegando a acumular hasta quince partidos como titular. Lo más curioso es que cuando realmente sí que hizo falta su presencia en el Valencia por la lesión de rodilla de Garay, resulta que no hubo forma de llegar a un acuerdo económico con el Celta para recuperarlo. Para una vez que estaba cerca de Mestalla, le tocó quedarse con las ganas.
Jorge Sáenz representa uno de los casos atípicos que pasan en el fútbol, cuando todo lo que se apunta respecto a su proyección se va torciendo poco a poco. Llegó a ser internacional con la sub-21, si bien lo que jugó fueron cuatro partidos amistosos durante los años 2017,18 y 19 pero su carrera ha ido apagándose cuando desde Tenerife contaban en su día maravillas de él.
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