Peter Lim no se ha pronunciado sobre Rafa Mir. Así al menos lo asegura de manera rotunda el Valencia, que insiste en dejar claro que ... la decisión (la correspondiente multa) en torno a todo lo que ha pasado con el delantero se ha tomado desde el famoso 'local managment' aunque, eso sí, se dio el oportuno traslado al consejo de administración –hubo una reunión al máximo nivel el sábado a mediodía¬- para que validara la decisión. Este último apunte incluye que el hijo de Peter Lim, Kiat, estuvo también informado en su calidad de consejero y que en su caso podría haber informado a su padre. Lo curioso es que desde el club se insiste una y otra vez que Layhoon no llamó sobre este delicado asunto, que afecta también lógicamente a la parcela deportiva, a Peter Lim.
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El Valencia se aferra al convenio entre AFE y Liga de Fútbol Profesional para gestionar la sanción económica que se le va a aplicar a Mir. Calificada como «grave» o «muy grave» en los diferentes supuestos que se recogen en el articulado, ésta podría llegar como máximo al 10% de salario del futbolista. Nunca el Valencia ha alcanzado un castigo de esta índole hacia uno de sus futbolistas.
Aún falta por determinar exactamente cuánto va a tener que pagar el jugador, cuya ficha en el Sevilla –club propietario del jugador hasta 2027- se estiraba en torno a los 3,5 millones de euros brutos anuales. Hasta que no se cierre el expediente que se le ha abierto al jugador no estará clara cuánto va a tener que desembolsar el cartagenero. El Valencia no se planteó la rescisión de contrato del jugador porque, entre otras cosas, no hay jurídicamente ninguna base para ello y porque, sobre todo, se ha querido aplicar la presunción de inocencia del cartagenero.
Ahora bien, el club de Mestalla es el primero en admitir el daño que reputacionalmente ha causado todo este asunto. Por eso, entre otras cosas, consultó con expertos jurídicos, también con los principales patrocinadores y hasta con los capitanes, además del cuerpo técnico. Es precisamente Baraja el que tiene total libertad para decidir qué hacer con el jugador en la vertiente deportiva. De momento, el técnico lo dejará entrenarse en solitario, pero a Madrid contra el Atlético no irá. El club ha preferido salvaguardar el límite con la parcela deportiva, dejando al entrenador la máxima responsabilidad en este aspecto.
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