El Valencia de Lim, en la UCI

Lim, para contrarrestar la contundencia de los datos del límite salarial, ha contraatacado con el anuncio de una ampliación de capital para mantener a flote a un club que tiene una deuda descomunal, un estadio por hacer y unas parcelas por vender. Ninguno de los proyectos anunciados por los enviados del máximo accionista han llegado a buen puerto. El más significativo, las maquetas de un nuevo Mestalla en el que siguen sin entrar las máquinas.

Una de las dudas principales es si esos 40 millones serán una inyección de dinero o el máximo accionista -controla el 83% de la entidad- convertirá en acciones parte del dinero prestado en anteriores ejercicios. La última ampliación de capital que acometió se ejecutó tras convertir en participaciones un préstamo de 100 millones de euros. Una maniobra que, además, sirve para llenar de contenido los mensajes oficiales del club y destacar que Peter Lim es el único que pone dinero en una entidad que Meriton ha empujado también a la ruina. La gestión del empresario de Singapur acumula más de 100 millones de euros en pérdidas desde que Lim se hizo con la mayoría accionarial.

Los datos hechos públicos por La Liga dejan al Valencia en una situación complicadísima. No sólo a nivel económico, sino también deportivo. El club de Mestalla está abocado a vender a sus mejores jugadores y se queda en una situación de debilidad absoluta para poder fichar y para poder ejecutar las opciones de compra sobre los jugadores que tiene cedidos. Además, tampoco podría ejecutar las renovaciones de Soler y Gayà, que son dos de los asuntos todavía por resolver.

La ampliación de capital de Lim es una maniobra más para mantener a flote un club con una deuda gigante y sin un proyecto deportivo sólido que le garantice el acceso a la Champions, que es donde realmente se logran los ingresos para sanear la situación económica. Pero el magnate asiático, para mantener su inversión a salvo, mantiene los derechos sobre una posible venta de los mejores jugadores con el objetivo de mantener su dinero a salvo.