El Valencia se escuda en Lim ante la amenaza de intervención

Esta postura, por cierto, fue también respaldada por Miguel Zorío, que emitió un comunicado en el que denunciaba el grave riesgo de desaparición que corre el Valencia desde el 1 de julio de 2022, recordando además la responsabilidad legal de sus administradores si no cumplen con la obligación de informar al Juzgado de la situación de insolvencia que vive la SAD. En su opinión, «el Valencia tenía presupuestadas unas pérdidas superiores a los 70 millones de euros, que no se rebajaron con la venta de jugadores prevista antes del cierre del ejercicio 21/22, y eso automáticamente nos lleva a tener un patrimonio neto negativo y a entrar en causa de disolución».

En esa vista entre el abogado Jaime Navarro –defiende la demanda– y los representantes del club, el primero defendió tras hora y media de comparecencia que «por causas objetivas, el Valencia está en causa de disolución. Layhoon comunicó que a 30 de junio tenía unas pérdidas de 50 millones. Lo que estamos pidiendo a su señoría en esta causa es que se anule la compra de acciones de Meriton y que se restituya todo lo que ha habido durante estos años, todos los derivados de esta compra nula. Se tiene que administrar judicialmente para evitar precisamente todas estas pérdidas que se están produciendo y que llevan a causa de disolución».

Está convencido Navarro de que su propuesta saldrá adelante. «Nuestro optimismo es pedir que se cumpla la ley. Queremos que lo que se tenga que restituir esté asegurado por eso si se cumple la ley ganaremos el pleito. El Valencia ahora expone que no hay que provisionar los cien millones que tendrían que provisionar, porque ellos dijeron que este pleito de nulidad es de cien. Por un lado lo defendieron pero no quieren dotar la provisión correspondiente». El club trató de desmontar la versión que ofreció el abogado diferenciando la cuantía del pleito a efectos procesales a la valoración de una contingencia a efectos contables.