Todos contra Murthy

Anil Murthy ha llegado a un punto de no retorno en el Valencia. La figura del presidente del club de Mestalla está debilitada. El entorno lo sabe. Geoffrey Kondogbia también. La noche del jueves al viernes, el centrocampista estalló, se atrevió a señalar al máximo representante blanquinegro públicamente. Era una diana fácil. El acto de rebeldía que en cualquier otro contexto le pondría al valencianismo en contra, en esta ocasión le ha supuesto una sanción disciplinaria por parte del club, económica y deportiva, ya que no jugará ante el Villarreal y, salvo alguna opinión discordante, poco más.

Kondogbia dijo que Murthy le había mentido. Y recordó que anteriormente se lo había hecho a Javi Gracia. Lo sacó todo, también que arrasó con aquello que tenía que ver con Marcelino García Toral y aquella Copa del año del centenario. «Después de haber destruido un proyecto ambicioso, has tenido que engañar a tu entrenador y por último a mí. Gracias Anil Murthy», irónico el centroafricano en su despedida. No era la primera vez que Kondogbia dejaba mensajes enigmáticos en redes sociales, pero nunca había señalado directamente al presidente. Sacó pecho por el entrenador al que mintió personalmente en reiteradas ocasiones diciéndole que ficharía a jugadores.

Todo eso ya lo sabía el valencianismo y Kondogbia quiso dejar claro que a él también le había engañado aunque no especificó el motivo. Es vox populi que el Valencia puso el nombre del centrocampista en aquella lista en la que se encontraban Parejo y Coquelin, incluso en el anterior mercado de invierno estuvo cerca de salir. Pasaban las semanas y el centroafricano no salía, pero una posibilidad se le abrió justo antes del cierre del mercado. Al otro lado, un Atlético con un seductor proyecto tras la marcha de Thomas. El agente del futbolista negoció con el club madrileño para alcanzar una cifra apetecible para el Valencia, pero el Valencia entendió con una cláusula de 80 millones de euros (que en enero pasarán a 30), la apuesta del club colchonero no era suficiente. La entidad se apresuró en afirmar que la oferta del Atlético era imposible de aceptar ya que era una cesión con opción de compra.

Simeone, que en aquellos días habló con Kondogbia, ayer, en rueda de prensa, lo negó. No quiso entrar más este asunto y se limitó a decir aquello de que sólo habla de sus jugadores aunque sí que reconoció que el Atlético aprovechará su particular mercado de fichajes después de que el Arsenal abonase la cláusula de rescisión de Thomas.

Ayer, el futbolista del Valencia seguía sin entrenarse. El jueves, desde el club afirmaban que no se ejercitó por unas molestias en el tobillo mientras a principios de semana excusaron su ausencia por motivos personales. Lo cierto es que después de saberse el enfado de Kondogbia con el club, es lógico pensar que el centroafricano se ha declarado en rebeldía como por cierto ya hizo cuando quiso fichar por el Valencia negándose a entrenarse con el Inter. Hasta la ciudad deportiva se desplazó ayer Murthy para realizarse las pruebas PCR, sin embargo fuentes de la entidad aseguran que no se reunieron.

A mediodía, el club confirmó que el francés recibirá una sanción por haber infringido el código de comportamiento interno y que pretenden recuperarlo para que esté a disposición de Gracia lo antes posible. Nadie mejor que el entrenador para explicarle a Kondogbia el secreto para mantener la motivación en un trabajo en el que sólo continúas porque te atan tres millones de euros.

Kondogbia no es el único futbolista del Valencia que con contrato vigente ha lanzado su dardo a Murthy. Ni siquiera el único de los capitanes. Parejo, la temporada pasada apuntó directamente a Peter Lim en una comparecencia postpartido. Garay, aunque ya no tenía relación contractual con el club, acusó a Murthy de mentirle cara a cara acerca de su renovación. El 22 de marzo, el presidente envió una carta a 400 empleados de la plantilla no deportiva del club afirmando que no iba a aplicar ningún ERTE. Menos de un mes después, se acogieron a él.

Aunque se deje ver con Joey Lim y demás, el mandatario está solo en Valencia. La brecha entre Murthy y el sustento más importante de un club de fútbol, su afición, es cada vez más grande.