Las figuraciones del aspecto final del nuevo estadio del Valencia siguen siendo la única certeza de un proyecto parado desde 2009. lp

Valencia es la única candidata a sede del Mundial de 2030 sin acuerdo político

Gran Canaria, Gijón y Zaragoza avanzan en sus proyectos mientras el nuevo Mestalla sigue sin tener el futuro claro

Miércoles, 24 de abril 2024, 00:39

Si el Valencia viviera una situación normal, el proyecto de Meriton es todo menos eso, el debate sobre las sedes españolas para el Mundial 2030 estaría casi solventado. No hay ninguna persona dentro del comité organizador que no tenga claro que la ciudad, por su ... relevancia misma dentro del país y el potencial de su nuevo estadio que debería estar construido hace más de una década, tiene que estar dentro de la ecuación. Es por ello que en las 10 sedes fijas en la documentación inicial, el nuevo Mestalla aparece junto al Santiago Bernabéu, Camp Nou, Metropolitano, Cornellà, La Rosaleda, La Cartuja, San Mamés, Riazor y La Romareda. Esa lista puede crecer a once y la realidad, a día de hoy, es que Valencia es la única ciudad dentro de las que optan a ser sede del Mundial –con un proyecto de construcción o remodelación de campo– que no tiene un acuerdo político. Algo que inquieta en el comité organizador porque el plazo para remitir la documentación final a la FIFA concluye en julio y el nuevo convenio entre el Valencia y el Ayuntamiento sigue, ni siquiera, sin aprobar a día de hoy las fichas urbanísticas. Se acaba el tiempo, por mucho que desde el grupo de trabajo de la candidatura valenciana se siga mandando documentación periódica. La última remesa, tal y como confirmó este periódico, se produjo este martes.

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El club de Mestalla sigue sin recibir respuesta de la FIFA de su propuesta de firmar la documentación con la condición de incluir una cláusula resolutoria del contrato si no recibe las licencias urbanísticas y las autorizaciones que están pendientes para reanudar las obras de su nuevo estadio. En la Federación, que además está en un momento de máxima tensión con su proceso electoral y todo lo que rodea a Rubiales y Rocha, tienen claro que la propuesta, inaudita, no va a ser aceptada por la FIFA, con lo que lo único que puede salvar a la candidatura valenciana es que el Ayuntamiento y Meriton lleguen a un acuerdo en los próximos meses. No hay margen para otro escenario si se quiere que Valencia organice partidos del Mundial dentro de seis años.

Gran Canaria gana enteros

Mientras a orillas del Tùria se sigue jugando al gato y al ratón en versión convenio, Las Palmas ha dado un paso al frente asegurando a la Federación, y la FIFA, un proyecto más fiable a día de hoy que el valenciano aunque, eso sí, con un estadio con menor capacidad. El Cabildo de Gran Canaria ha aprobado destinar 80 millones a la financiación del estadio de Las Palmas, para aumentar sus asientos de 32.418 a 44.462 para entrar en el requisito mínimo de la FIFA que son 40.000 espectadores. El proyecto estará ejecutado en 2027 y también incluye el cumplimiento de otras obligaciones marcadas por el organismo internacional como una cubierta integral en el estadio, una zona de aparcamiento que en el caso canario ampliará la actual en 46.000 metros cuadrados o la mejora de los accesos, en este caso con la ampliación de la Calle Fondos del Segura, la paralela al actual estadio de Gran Canaria.

El mejor ejemplo de que la parálisis del acuerdo actual entre el Valencia y las instituciones está minando las opciones mundialistas se entiende comparando con lo ocurrido en Zaragoza en los últimos meses. A finales del 2023, el club maño dio un paso atrás en el acuerdo donde las tres partes, junto al Ayuntamiento y el Gobierno de Aragón, sentaron las bases para el proyecto con 140 millones de inversión. El pasado 8 de abril se presentó de forma oficial el proyecto por parte de la sociedad La Nueva Romareda, donde el consistorio y el gobierno autonómico firmaron el convenio con el Zaragoza, integrándose las tres partes en una mercantil.

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El estadio remodelado en la capital de Aragón tendrá una superficie construida de 76.653 metros cuadrados, de los que 52.090 serán del propio estadio y 19.521 para usos terciarios, y se ha aprobado un presupuesto de 148,6 millones. El nuevo campo tendrá capacidad para 43.184 espectadores, de los que 40.769 asientos serán de admisión general, 2.295 VIP y 120 para medios de comunicación. La obra tendrá cinco fases de construcción y las máquinas entrarán en julio –otra seguridad que no tiene Valencia– para comenzar hasta el final de año la primera. A partir del verano de 2028 se entrará en la Fase 5, en la que se trabajará con la cubierta y otros elementos hasta su finalización, llegando a tiempo de albergar partidos del Mundial dos años después si la ciudad es una de las elegidas.

Gijón también ha avanzado en su proyecto, salvando el escollo inicial que había surgido por el debate generado por la utilización de financiación pública en el proyecto de remodelación de El Molinón. Finalmente, está en marcha dentro del marco del programa 'Asturias 2030'. El arquitecto mexicano Sordo Madaleno, yerno del presidente del consejo de administración del Sporting, Alejandro Irarragorri, es el autor del proyecto de la reforma del estadio que tendrá una inversión de 150 millones. La presentación del mismo se produjo unos días después de que el club gijonés firmara el protocolo junto al Ayuntamiento y el Gobierno de Asturias. Una documentación que ya se ha remitido tanto la Federación como a la FIFA para que quede constancia del acuerdo entre las tres partes para dar validez, de forma oficial, a la candidatura de Gijón para ser una de las sedes españolas del Mundial 2030.

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El Molinón ampliará su aforó hasta las 43.000 localidades para el Mundial y se reducirán hasta los 32.000 asientos definitivos para los partidos del Sporting, con la opción de volver a ampliar el aforo si algún evento lo requiere. Una de las bazas de la candidatura asturiana es que no se modificará el césped para mantener la etiqueta como estadio más antiguo del fútbol español, inaugurado en 1908. El segundo en ese escalafón es Mestalla, aunque si Valencia logra ser sede mundialista lo será con un nuevo estadio. La gran baza valenciana es que la capacidad de 70.000 espectadores, si se acaba firmando un nuevo convenio respetando las obligaciones de la antigua ATE, le convierten en candidata a albergar algún partido de cuartos de final o una de las semifinales. Ese es el sueño que se tiene en la única candidatura sin consenso a día de hoy entre las administraciones y el club de la ciudad que presenta su estadio como posible sede.

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