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Una acción del partido de este viernes. EFE
MALLORCA 2 - VALENCIA CF 1

El Valencia, vuelta a las andadas

Los de Baraja se adelantan de penalti pero terminan perdiendo a nueve minutos del final

Viernes, 29 de noviembre 2024

Vuelta a las andadas. No es la primera vez –por desgracia– que el Valencia es capaz de traicionarse a sí mismo. Arranca con brío, crecido, con voluntades renovadas, se adelanta en el marcador... pero es llegar ahí y parece que de repente se le hace ... noche cerrada hasta acabar desquiciado por su propia inoperancia. Con lo bien que se le había puesto el asunto, pisando incluso aunque fuera de manera circunstancial zona de tierra firme en la clasificación y después de nuevo a meterse con el miedo en el cuerpo. La historia se repite con demasiada frecuencia. Después de ganar al Betis parecía que entraba una bocana de aire fresco pero lo que entra de verdad es un helor tan preocupante como siempre. El Valencia está tan cogido con pinzas que a los rivales les basta con aplicar cierto rigor a sus mecanismos para encontrar soluciones a los problemas. El empate mallorquinista, por ejemplo, demostró lo trabajado que está el equipo de Jagoba Arrasate y el segundo gol desnudó las carencias de una defensa que no puede permitirse despistes como el de Foulquier, que encima no es el primero. Cada pequeño desliz significa poco menos que una muerte segura. Y contra eso es difícil de luchar, porque ni hay tiempo para el respiro ni material suficiente para improvisar sobre la marcha.

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Profundizar en los males del Valencia a estas alturas es repetir advertencias que se vienen haciendo desde el verano. Lo curioso es que la primera parte fue al menos digna. La defensa de cinco ya no coge por sorpresa a nadie y funciona cuando funciona. A los tres centrales no se les puede pedir nada más. Pero el engranaje debe alcanzar la perfección. Parecía que se iba a terminar el primer tiempo de la mejor manera posible, con ese 0-1 sorprendente, pero llegó una combinación de pizarra local para hacer el empate, lo que para muchos supuso el momento más clave del partido.

Sostener el 0-1 que hizo Rioja tras un penalti un tanto absurdo pero clarísimo de Mojica ya se anunciaba una misión demasiado ambiciosa. Muchos minutos (una hora) por delante era una empresa harto difícil. Aún así, el Valencia no perdía la cara. Al menos en intenciones. La presión era alta, con un empuje casi desconocido y la dificultad local en la maniobra de hacía patente. A Baraja le había sentado tan bien el 4-2 al Betis que consideró que lo mejor que podía hacer era no tocar nada. Por eso repitió la alineación, dejándose a Pepelu en el banquillo. Es raro ver al de Denia con los suplentes pero tal y como se desenvolvieron Guerra y Barrenechea unos días antes lo cierto es que valía la pena comprobar si la mejora del grupo iba a tener continuidad. Y todo hacía indicar que el punto de inflexión se iba a reforzar, que el Valencia iba a abandonar por su propio pie el furgón de cola, el de los torpes, pero fue precisamente cuando faltaban unos pocos segundos para que el árbitro pitase el final del primer acto cuando llegó la acción más milimétrica trazada por Arrasate en la pizarra. Triangulación al primer toque, entrada por banda, centro y Larin se adelanta por unos pocos centímetros de Tárrega para obligar a Mamardashvili a hacer un escorzo casi imposible. El balón entró y fue la puñalada que temía Baraja. Sus futbolistas no son fuertes ni futbolística ni mentalmente. El descanso, de hecho, en lugar de servir como calmante y hasta de revulsivo, fue todo lo contrario. Las caras con las que unos y otros se miraron en el vestuario hacía temer que 'no nos vuelva a pasar lo de siempre'.

Y pasó. No por la mejoría ostensible del juego bermellón sino por la simple coincidencia de que cuando lo intentaron, lo consiguieron. No puede el Valencia dejar que el Mallorca meta un balón tan fácil en el área y, por supuesto, no es de recibo que un tipo como Abdón Prats remate casi a placer, como si de una pachanga se tratara. En Primera hay que ser tan contundentes delante como detrás. Y el Valencia ni lo es arriba ni acaba de serlo detrás.

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Por eso cuando Baraja mira a su banquillo y busca remedios para los males, las soluciones que encuentra no son plenas. A nueve minutos del final el Mallorca te desequilibra y lo único que puedes hacer es morirte de rabia. Al equipo le falta siempre cerrar todos los vacíos que crea. Un punto, un simple punto, a estas alturas y con todo lo que está en juego, es hoy en día casi como el gordo para el Valencia. Pero ni eso. La desilusión vuelve a invadir a todos y a Baraja no le queda otro remedio que seguir remando. Con un 0-1 no puedes caer en los errores de casi siempre. Las remontadas que te hacen duelen cada vez más.

Ficha técnica

Mallorca: Greif, Jaume Mateu (Maffeo, 78'), Valjent, Raillo, Mojica, Samu Costa, Manu Morlaes, Darder (Mascarell, 85'), Dani Rodríguez (Valery, 69') , Navarro (Sánchez, 69') y Larin (Prats, 78').

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Valencia: Mamardashvili, Foulquier, Mosquera, Tárrega, Yarek (Almeida, 85'), Gayà, Barrenechea (Dani Gómez, 85'), Javi Guerra (Pepelu, 74'), Diego López, Rioja (Valera, 74') y Hugo Duro.

Goles: 0-1, Rioja (31' de penalti). 1-1, Larín (45'). 2-1, Prats (81').

Árbitro: Quintero González (C. Andaluz). Mostró cartulina amarilla a Valjent y Rioja.

Incidencias: 17.717 espectadores.

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