

Secciones
Servicios
Destacamos
Nueve años en el Valencia en cargos de gran responsabilidad (comunicación y marketing) avalan actualmente sus conocimientos sobre el club. Damià Vidagany fue la persona ... de confianza en la que más se apoyó Layhoon Chan cuando aterrizó en el Valencia. Ahora, como director general del DV7 Group, Vidagany contempla la vuelta de Layhoon a la presidencia con cierta esperanza.
–¿Qué fotografía percibe del actual Valencia?
–Desde la distancia, la situación es preocupante pero este verano la propiedad ha observado que hacía falta un cambio.
–¿Tocó fondo el Valencia?
–Es difícil decirlo hasta que no veamos algo tangible. Pero es verdad que con los audios de Murthy se hizo patente la información que muchos teníamos. A Peter Lim, que tuvo una paciencia infinita con los anteriores gestores, le hicieron abrir los ojos.
–¿Cree que en Singapur eran conscientes de las aguas en las que se movía el Valencia?
–No. Murthy ha sido uno de los presidentes más longevos de la historia a pesar del nivel altísimo que se exige a todos los presidentes, pero es evidente que Lim ha visto y comprendido la situación ahora.
–¿No quería ver la realidad el máximo accionista o no se le transmitía con cierta precisión?
–Lim no tenía acceso a toda la información porque cuando se supieron los audios, se vio que la reacción fue fulminante. Una de las primeras decisiones que tomó en su día Murthy fue la de ejercer de embudo sobre la información que se transmitía a Singapur. Cortó incluso la llegada de la prensa para que hubiera una visión allí mucho más indulgente. De hecho, en los discursos públicos, Anil siempre incidía en el hecho de que las protestas eran de un grupúsculo de gente violenta y muy radical, cuando la realidad es que todo el valencianismo se ha manifestado en masa. Lim ha entendido ahora que era el momento de cambiar el rumbo.
Noticia Relacionada
–¿Cuando usted estaba en el club se encargaban de trasladar a Singapur lo que aquí se decía?
–Todos los días preparábamos y enviábamos a la oficina de Lim lo que publicaban los medios de comunicación, con una traducción fiel. Una de las tareas que tienen ahora los profesionales de la entidad es decirle a Lim lo que pasa realmente, porque debe haber una información transparente, con el fin de que entienda lo que piensa el valencianismo.
–¿Aunque esté ahora Layhoon?
–Ella tiene un conocimiento profundo de lo que es el club y su afición. La experiencia anterior le generó una sensibilidad hacia el valencianismo y sé que por su situación personal y profesional no viene a sobrevivir sino a intentar salvar al Valencia y a sacarlo de la oscuridad.
–¿Ha sido éste el mejor fichaje que se podía hacer este año?
–Es una profesional capacitada para gestionar una empresa, una persona con empatía con el valencianismo y además sabe delegar en los profesionales. Entre los empleados existía antes un ambiente de miedo, de terror, en el que cada mañana evitabas subir en el ascensor con Murthy por si te preguntaba quién eras para echarte. Así no se puede trabajar. Ahora ha florecido una esperanza.
–Nada que ver pues con el modelo del anterior presidente...
–Hay tres claras diferencias: primero la capacidad de trabajo, que antes no existía en la cúpula directiva; segundo la empatía con el valencianismo, porque es imposible ver a Layhoon mandando callar a la afición a Mestalla, ya que es educada y está formada para aguantar esa presión para no ser desafiante con el público; y la tercera es que tiene conocimientos suficientes para resolver cuestiones económicas, financieras e inmobiliarias, algo que Anil Murthy no ha sabido resolver en cinco años.
–Pero el clima que hay con Meriton nada tiene que ver con el de 2014... ¿le puede asustar eso?
–Ella tiene un master ya, por lo que ocurrió con la salida de Amadeo Salvo, una persona que tiene mucho carisma y la gente le quería. Aquello fue difícil, pero Layhoon tuvo la falta de ego suficiente para acertar en el fichaje de un ejecutivo como Mateo Alemany. El mérito de su fichaje fue de ella, le dio el máximo de galones en el club.
–A pesar de Murthy...
–Me consta que Anil, que ya estaba posicionándose para ser presidente, desaconsejó el fichaje de Alemany. Pero Layhoon impuso su criterio y se firmó. De hecho, si ambos se hubieran mantenido, el Valencia hubiera tenido una etapa próspera. A Mateo le segó Murthy la hierba debajo de sus pies, no soportaba su ego que todos los méritos y alabanzas se las llevaran Marcelino y Alemany.
–¿Tan dañino ha sido Murthy?
–Muchísimo, porque siempre lo más importante es el capital humano. Las empresas las hacemos las personas. Si tienes gente capacitada y con espíritu de trabajar en equipo, se puede sacar adelante cualquier cosa. Pero si existe una cultura del miedo, no se puede hacer nada.
–¿Tiene el Valencia actualmente buenos profesionales?
–Buenísimos, que habían sido desposeídos de su capacidad de decisión. Layhoon puede montar un comité de dirección potente con Inma Ibáñez, Javier Solís, Jorge García y con el sentido común de Voro, que ha sido infrautilizado en los últimos años.
–¿Ha hablado con Layhoon?
–Sí, pero fue una conversación muy corta para felicitarla y desearle suerte. Para ella volver al Valencia, me consta, es un reto bonito a pesar de la dificultad. Se fue triste del club, quiso acabar su obra con Mateo, Marcelino y el equipo que había montado pero no se le permitió.
–¿Cuál fue la causa exacta del despido de la presidenta en 2017?
–Algunas voces, entre ellas la de Anil, explicaron mal la gestión de Layhoon y sobre todo el hecho de que públicamente pidiera disculpas después de una temporada mala. Layhoon es mucho más la persona que pidió disculpas que la que dijo aquello de 'yo soy Peter Lim', que por cierto fue una recomendación de alguien que recientemente ha dejado el club.
–¿Los puentes que están surgiendo con el entorno tienen fundamento o es solo apariencia?
–Hay una realidad, Layhoon ha desterrado ese concepto de que hay dos 'Valencias', uno de Singapur y el de aquí. Es una muestra de querer desterrar el concepto que generó Murthy, de que los patricios somos los de Singapur y los plebeyos los españoles.
–¿Qué trascendencia puede tener la figura del hijo de Lim?
–No lo sé, es especular. Lo conocí en su momento, me parece una buena persona.
–¿Ha querido Lim alguna vez acabar el estadio?
–Es un compromiso que existe y se ha ido posponiendo hasta que ha habido una fuerte presión administrativa. Nunca se debió llegar a esa situación extrema. Pero la intención de Layhoon en su momento fue la de cumplir los compromisos y terminarlo. Lim, como propietario, ha preferido centrarse en el equipo pero por debajo de él debía haber existido una fuerza insistente y una capacidad para gestionar ese tema.
–¿Falta un director general?
–No lo sé, pero la decisión de nombrar a Mateo le benefició.
–¿Cómo se ve al Valencia desde fuera?
–La marca Valencia tiene prestigio. Hay potencial suficiente para ser uno de los veinte mejores equipos de Europa, por historia, por masa social, por lo que se genera si hay una ola positiva... Para salir de una situación difícil la mejor solución es aplicar el sentido común y ahora se está en disposición de ello.
–¿Ha percibido alguna vez que el Valencia está en venta?
–Salvo el escarceo con el Príncipe de Johor no tengo otra constancia. También pienso que en caso de venderlo lo hará cuando el Valencia tenga más valor y la contingencia que hay sobre el estadio no ayuda.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El rincón de Euskadi que te hará sentir en los Alpes suizos
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.