La vuelta de Murillo, opción para satisfacer la demanda de Gracia

Marcelino le hizo la cruz y, cosas del fútbol, acabó vistiendo la camiseta del Barcelona donde, también es verdad, apenas participó. Ahora, Jeison Murillo vuelve a estar a sus 28 años en la órbita valencianista. Las circunstancias cambian y su situación deportiva con la Sampdoria le abre la puerta a buscar una salida (tiene contrato hasta 2023). El problema es que los italianos todavía tienen pendientes los pagos del traspaso que en su día acordaron con el Valencia, operación que subió hasta los 12 millones de euros, además de los dos que pagaron por la cesión con opción de compra obligada.

Después de lo que se vio en Mestalla el domingo, la necesidad de Javi Gracia de reforzar la posición de central todavía alcanza más importancia. Paulista falló en la acción de Morales para hacer el 0-1, Mangala se lesionó no sin antes dar algunas evidencias de que sigue sin estar con confianza y Diakhaby, por su parte, demostró cuando le tocó salir demasiado nerviosismo. Ya lo había avisado el técnico con anterioridad a que se descubriera este panorama. Precisamente el pasillo de seguridad del Valencia es la parte que se ha semivaciado este verano con las ventas y salidas de jugadores.

Murillo tendría mucho camino adelantado si llegase finalmente a vestirse de blanquinegro ya que conoce perfectamente el Valencia por dentro y por fuera. La posibilidad está encima de la mesa pero hay que negociar antes con la Sampdoria, que querrá darle un buen bocado a los plazos de pago. El Celta, donde estuvo cedido el internacional colombiano, lleva semanas deseando hacerse con sus servicios y él mismo ha llegado a reconocer que le gustaría volver a Balaídos pero se ha encontrado con el problema económico que imponen los italianos. Murillo, además, percibe un salario neto de casi 1,5 millones por ejercicio.

Con Garay y Paulista hizo un buen equipo en la 2017-18. Luego se torció su situación dentro del Valencia. Por mucho que Marcelino se esforzase en cada rueda de prensa en desmentir que había tenido algún roce personal con él o que había algún motivo que desconocía la gente, el colombiano pasó a ser el cuarto central, por detrás de Diakhaby. Sería curioso que ahora llegara para adelantar precisamente en ese rol a los dos franceses. «Nadie puede demostrar que he tenido un roce personal con Murillo. Tengo la conciencia tranquila. Garantizo que no he tenido ningún problema con Murillo. Siempre le he informado de su situación cuando él me lo ha requerido o yo lo he considerado oportuno», dijo un día Marcelino cuando se le preguntó por esta situación tan extraña.

A la espera de ver qué pasa finalmente sobre este asunto, en el Valencia además de trabajar para contentar las necesidades de Gracia que el club se había comprometido a conseguir, la atención hoy estará en la clínica donde se le harán pruebas médicas a Mangala, lesionado en el muslo contra el Levante.