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Por qué a mi corazón le gustan las zanahorias y otros secretos

Por qué a mi corazón le gustan las zanahorias y otros secretos

'Tips' para conocerlo y cuidarlo

Solange Vázquez

Viernes, 29 de septiembre 2023

Nuestro corazoncito está lleno de 'secretos'. Y no hablamos desde el punto de vista amoroso, que también, sino en un plano puramente fisiológico. Si los conocemos, podremos cuidarlo un poco mejor, algo de vital importancia, ya que este órgano y sus 'accidentes', como el infarto agudo de miocardio o el infarto cerebral (ictus), son la principal causa de muerte en el mundo: provocan más de 17 millones de fallecimientos al año. Aunque hay factores de riesgo que nos predisponen a engrosar estas cifras sin que podamos modificarlos, como los genéticos, sí que podemos actuar en otros: hipertensión, colesterol alto, diabetes mellitus, obesidad, sedentarismo, tabaquismo, abuso de alcohol, ansiedad o estrés... «Con pequeños cambios en nuestra vida podemos reducir los episodios cardiovasculares y la muerte prematura, tanto en las personas con enfermedad cardiovascular establecida como en las que tienen factores de riesgo», especifica Tomás Fajardo, presidente de Cardioalianza, organismo que representa a los enfermos cardiovasculares en España. Con motivo del Día Mundial del Corazón -celebrado este viernes-, desvelamos los 'gustos' y peculiaridades de este órgano tan atareado, que pesa unos 300 gramos y bombea 8.000 litros de sangre al día.

  1. Predilección por el naranja..

Un nivel elevado de carotenos en sangre -las zanahorias son especialmente ricas en esta sustancia- se relaciona con una menor presencia de aterosclerosis (formación de placas de grasa que pueden provocar infartos e ictus) y, por lo tanto, con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Así lo concluye un nuevo estudio de un equipo de investigadores en el que ha participado la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Gemma Chiva-Blanch, directora del estudio y profesora agregada de la UOC, explica que los carotenos son unos compuestos bioactivos presentes en frutas y verduras de color amarillo, naranja y verde y que tienen, potencialmente y, sobre todo en mujeres, la capacidad de frenar la aterosclerosis. ¿Y si tiramos de complementos a base de estos alimentos? «Parece que, administrados como suplemento, tienen un efecto perjudicial», advierte Chiva-Blanch.

  1. ... y por estos alimentos

Si tuviésemos que preparar un menú especial para nuestro corazón, ¿qué otras cosas no podrían faltar para tenerlo contento? «Aceite de oliva (tiene propiedades cardiosaludables y, si es virgen extra, mejor), nueces (ayudan a disminuir los niveles de colesterol malo), legumbres (cuatro raciones a la semana tienen efectos cardioprotectores), pescado azul (tomado dos veces por semana evita la formación de trombos), frutas del bosque de color rojo-morado (muy ricas en polifenoles, con actividad antioxidante y antiinflamatoria) y ajo (rico en alicina, que es precisamente la responsable de su aroma tan característico, una sustancia que viene muy bien al corazón). ¿Más? Cereales integrales, especias (cúrcuma, curry, pimienta) y té verde... Todo ayuda. «Deben ser consumidos en el marco de una dieta saludable, baja en productos animales, ultraprocesados, sal y azúcar», recalca Chiva-Blanch.

  1. Con 20 años... y 'tocados'

El prestigioso doctor Valentín Fuster, en el marco del IX Congreso de Pacientes con Enfermedad Cardiovascular celebrado esta semana, ha desvelado que la enfermedad cardiovascular se inicia a los 20 años y empieza en las arterias de las piernas, aunque de manera silenciosa. Así que a esta temprana edad ya hay que controlar los factores de riesgo.

  1. No se regenera

Hay que cuidar el corazón por muchas razones, pero he aquí una muy sencilla: no se renueva. Cada órgano tiene una tasa de renovación celular. Por ejemplo, las células de los intestinos se reemplazan cada semana, pero las células contráctiles del corazón (cardiomiocitos) casi no tienen capacidad de renovación si mueren, por ejemplo, cuando se sufre un infarto de miocardio (y no les llega sangre ni oxígeno). «Gran parte de las células de nuestro corazón son las mismas que teníamos cuando nacimos», indica Miquel Sandra Ortola, doctor en Biología del Desarrollo del Centro Nacional de Investigadores Cardiovasculares.

«Mientras somos fetos y durante los primeros días de vida, los humanos sí podemos renegerar el corazón», indica. Pero, a medida que crecemos, se pierde esta capacidad, algo que la ciencia está intentando 'solucionar'. Por ello, detalla Sandra Ortola en un artículo publicado en 'The Conversation', se investiga el uso de parches de tejido artificial generado con cardiomiocitos obtenidos a partir de células madre cultivadas 'in vitro', meter a personas infartadas en cámaras de hipoxia...

  1. Síndrome del corazón roto

Y, puestos a cuidar el corazón, vamos a evitarle disgustos gordos, porque resulta que sí, que se puede 'romper'. Existe el síndrome del corazón roto -miocardiopatía de Takotsubo-, que es un fallo cardiaco temporal con síntomas parecidos al infarto de miocardio, pero sin consecuencias fatales por lo general. Afecta a mujeres sanas de entre 60 y 75 años que sufren un episodio grave de estrés y se producen unos 80.000 casos anuales en España.

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