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Una de las viviendas industriales de NIU Houses LP

¿Puede nuestra casa hacernos más felices?

Un estudio de neuroarquitectura industrial de la UPV, pionero en Europa, ha medido de manera científica el grado de bienestar que pueden provocarnos nuestras viviendas antes de comprarlas

M. Hortelano

Valencia

Viernes, 4 de octubre 2024, 00:39

¿Puede nuestra casa hacernos más felices?, ¿generarnos más bienestar que cualquier otra vivienda?, ¿puede mejorar su luz, su ambiente o sus muebles nuestro estado de ánimo? Pues la respuesta la acaba de dar la ciencia, a través de un proyecto valenciano liderado por la ... Universidad Politécnica de Valencia (UPV), en el que ha estudiado el efecto que las viviendas pueden tener en nuestras emociones. Y a partir de ahí, generar una valiosa información para arquitectos, toda la industria asociada al interiorismo y para los propios clientes que se plantean comprar una casa. Por el momento, el proyecto se ha centrado en las viviendas industriales. Es decir, aquellas que se fabrican fuera de la parcela en la que se instalarán, en un proceso altamente personalizable, y de las que la Comunitat ya empieza a tener su propio nicho.

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Y la respuesta es concluyente. Hay margen para mejorar el espacio en el que vivimos y puede hacerse desde la neuroarquitectura. Es decir, mediante la medición de todos los elementos de un hogar para conseguir dibujar un mapa de emociones que nos permita vivir en un espacio en el que se favorezca nuestro bienestar. Y todo esto, mediante un método científico en el que se registran nuestras reacciones neurofisiológicas a aspectos tan mundanos como la acústica, el confort térmico o la luz que nos rodea. «Medir cómo se sienten las personas dentro del espacio que habitan» explicó la directora del Laboratorio de Neuroarquitectura de la UPV. Y en el proceso no hay trampa posible, porque a quienes han participado en el estudio, mediante visitas virtuales o reales a una vivienda, se les han medido de manera continuada el latido de su corazón, la respuesta del córtex, su sudoración o los estímulos en su mirada. Con esos datos se han trazado mapas emocionales de las distintas estancias de las viviendas estudiadas y se ha medido el nivel de bienestar que generan en sus usuarios. De este modo, en el caso de las casas industrializadas, se puede llevar a cabo todo este proceso antes incluso de construirlas, para poder modificar todos los elementos que puedan mejorar su habitabilidad.

En el estudio han participado dos estudios de arquitectura valencianos. InHaus y Niu Houses, la división industrial del arquitecto Fran Silvestre. La de éste último, incluso, ha permitido cotejar los datos de la realidad virtual obtenidos en laboratorio, con las sensaciones en la vivienda, real, porque cuenta con un extenso 'showroom' de viviendas visitables con todos los modelos de fabricación, donde se presentó el estudio.

Presentación del estudio de neuroarquitectura industrial LP

El estudio ha combinado respuestas psicológicas a través de cuestionarios y el resultado de la medición de factores neurofisiológicos, a través de electrocardiogramas, encefalogramas y otros factores como la sudoración. Han participado 225 personas relacionadas con la construcción - arquitectos, diseñadores y arquitectos técnicos - y otras 225 personas ajenas al sector. El Jefe de Proyecto en el Laboratorio de Neuroarquitectura de la UPV, Juan Luis Higuera, recalcó que «el 95% de los pensamientos, emociones y aprendizajes de registran a nivel inconsciente, de ahí que el registro neurofisiológico aporte información tan relevante, a partir de marcadores biomédicos, entre otros». Así, en lo relativo a todos los parámetros valorados - de la iluminación al confort pasando por la estética, la decoración y la distribución - todos ellos lograron un resultado positivo superior al 70%. El estudio permite, además, extraer aspectos de mejora, bien basándose en las opiniones de los usuarios o bien por las respuestas cosechadas ante determinados elementos del diseño. De manera consistente, los resultados entre las visitas virtuales y físicas resultaron muy similares.

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Viviendas de NIU Houses LP

Certificación Well

Gracias a la colaboración de la arquitecta Anna Ferrer, especialista en la certificación Well (que mide el bienestar del interior de los edificios) se han podido analizar también los 10 parámetros que tomar en consideración, con buenos resultados. Esos diez factores son aire, agua, alimentación, iluminación, movimiento, confort técnico, confort acústico, materiales, mente y comunidad. «El bienestar se puede medir y aplicar los parámetros Well contribuye a ello», agregó Ferrer.

La consejera delegada de Actiu, Soledat Berbegal, expresó su entusiasmo por participar en un proyecto que busca promover el bienestar de las personas, en línea con la filosofía de su marca. «El espacio es importante pero el mueble también lo es, porque es el elemento que se relaciona con las personas, con su movimiento y con su confort. La industria no puede estar mirando hacia dentro y diseñando lo de siempre. Por eso, nos gusta abrir horizontes nuevos y colaborar con iniciativas como esta», subrayó. Mientras que el director de Greenarea, Salva Martínez, destacó que llevan 14 años llevando la naturaleza a los espacios de interior con creatividades vegetales naturales preservadas, impulsando el bienestar y la sostenibilidad.

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El proyecto del Laboratorio de Neuroarquitectura de la UPV ha sido financiado con fondos de la Generalitat, con la intención de aplicar las investigaciones al entorno real y ahondar en una «filosofía del bienestar», como explicó la responsable del programa, Carmen Llinares. En el estudio han participado todos los actores necesarios en la certificación del bienestar de una vivienda industrial. Desde la propia cátedra universitaria, que ha diseñado el método científico; los estudios de arquitectura industrial Niu Houses e InHaus; la empresa de mobiliario Actiu; la de diseño biofílico Green area y la responsable de certificación de proyectos Anna Ferrer.

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