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Restos arqueológicos hallados del antiguo Molino de la Marquesa. LP
Hallazgos arqueológicos en el nuevo Mestalla de Valencia | El Nuevo Mestalla y el «hallazgo arqueológico más importante» de Valencia

El nuevo Mestalla y el «hallazgo arqueológico más importante» de Valencia

La futura casa del Valencia CF se construye sobre el antiguo cauce de la acequia que da nombre al estadio de la avenida de Suecia | El inicio de las obras permitió dar con los restos del antiguo Molino de la Marquesa y dos caminos de época romana

Jaume Lita

Valencia

Sábado, 5 de junio 2021, 00:46

Debajo de la Valencia que disfrutamos actualmente hay otra ciudad 'escondida', oculta entre kilos y kilos de tierra, bajo nuevos edificios. Los archivos históricos están repletos de documentos gráficos y escritos que atestiguan cómo era la vida antiguamente, desde la Valentia fundada en el 138 a. C. hasta la Valencia de hoy en día. Más de 2.000 años de historia que en algún punto de la capital se pueden encontrar representados, con tramas de calles, plazas y construcciones que los antepasados dejaron para el futuro. Diferentes excavaciones arqueológicas han permitido recuperar y dar valor a restos antiguos de Valencia que permiten conocer cómo se vivía a la ribera del Turia en siglos pasados. La de la Almoina representó conocer el epicentro de la ciudad, pero otras tantas han dado la posibilidad de situar en su medida aspectos del día a día que marcaron la historia de Valencia.

A poco más de dos kilómetros del lugar en el que empezó a crecer Valencia se hallaron hace más de diez años unos restos que forman la excavación arqueológica «más importante de Valencia, por el volumen y la variedad de todo lo hallado», explica Víctor Algarra Pardo, responsable de los trabajos que se llevaron a cabo entre agosto y noviembre de 2007, año en el que se iniciaron las obras del nuevo Mestalla sobre el solar en el que se conocía la antigua existencia del Molino de la Marquesa y una fábrica de cartón.

Todo empezó a raíz de la antigua chimenea que se encontraba en el solar que en algún momento deberá albergar la futura casa del Valencia CF. Durante cuatro meses y medio trabajaron diez arqueólogos, dos dibujantes y más de 30 peones. El resultado fue dar con un complejo industrial completo y con caminos romanos que unían Valencia con Paterna y Llíria, además de un puente completo que permitía cruzar el gran cauce de cinco metros que tenía en ese punto la acequia de Mestalla. Sí, el futuro estadio valencianista se alza sobre el mismo ramal del Turia que da nombre al campo de la avenida de Suecia.

Cárcavas del antiguo Molino de la Marquesa. LP

Víctor Algarra, experto arqueólogo con cerca de 30 años de trabajos históricos entre los que se encuentran el Palacio Real de Valencia y el Castillo de Alaquàs entre otros, recuerda 13 años después los trabajos sobre el solar de la avenida de Cortes Valencianas. «Todo surge de una carambola. Conocíamos la existencia de la fábrica pero no nos podíamos imaginar encontrar todo lo que hallamos en el subsuelo», señala Algarra. Los trabajos arqueológicos permitieron en un primer momento dar con los restos de la antigua fábrica de cartón que hasta 1920 estaba en funcionamiento aprovechando la construcción del Molino de la Marquesa.

«Fuimos bajando niveles y dimos después que esta industria se asentaba en una antigua fábrica de harinas y que a su cejas èsta heredaba el molino medieval, uno de los muchos que se encontraban en la huerta de Valencia aprovechando las acequias del Turia. Pero las dimensiones de esta construcción no eran normales. Este molino fue tan importante que se molieron harinas, arroz, pólvora y barniz gracias a sus ocho cárcavas (entradas de agua desde la acequia) , y además dimos con dos muelas verticales que permitían también abatanar tenidos en el siglo XIV», especifica Víctor Algarra.

Trabajos de excavación en el solar de Cortes Valencianas. Damián Torres / LP
Imagen principal - Trabajos de excavación en el solar de Cortes Valencianas.
Imagen secundaria 1 - Trabajos de excavación en el solar de Cortes Valencianas.
Imagen secundaria 2 - Trabajos de excavación en el solar de Cortes Valencianas.

Un puente completo

Todo empezó con un molino de origen islámico del que hay constancia en el Llibre del Repartiment de Jaume I. A partir de ahí, esta zona próxima a Benicalap, se convirtió en un punto estratégico para la industria de Valencia, por su capacidad. La acequia de Mestalla en este punto tenía una amplitud de cauce de 5 metros, dimensión que Víctor Algarra considera de un volumen «considerable» para tratarse de unos de los tantos regueros del Turia. Tal era la dimensión que en este punto se tuvo que construir un puente, construcción que apareció «completa» en los trabajos de 2007. Hecho en obra de ladrillo, los trabajos en el solar de Cortes Valencianas permitieron recuperar todo el puente del Molino de la Marquesa, zona de paso con una dimensión que Algarra también considera «excepcional» con una capacidad como para que hoy en día pudiera cruzar «un camión».

La construcción industral se iba redescubriendo poco a poco años y siglos después, la luz lucía de nuevo en un complejo del que se pudieron recuperar artilugios completos como vagonetas de transporte y arcos góticos «a los que sólo les faltaba el extremo superior. En algunos puntos se llegó a tener casi tres metros de muro en alzado. Eso es muchísimo«, expone el arqueólogo que ha estado presente en otras recuperaciones de patrimonio como los últimos trabajos sobre el terreno que ocupó el antiguo Palacio Real de Valencia o el Castillo de Alaquàs.

La imagen de todo el complejo a la vista es uno de las instantáneas más impresionantes que ha dejado la arqueología valenciana en los últimos años. Así, con total nitidez se podía contemplar el antiguo gran cauce de la acequia de Mestalla, con el puente completo y las cárcavas del molino, por donde entraba el agua, así como los muros en los que se encontraban las dos muelas verticales, también múltiples estancias de una construcción industrial en la que se incluía «un huerto con fuente y pavimento con azulejos medievales», como muestra de que los trabajadores tenían una zona de esparcimiento dentro del recinto laboral. «Es sin duda el trabajo arqueológico en el que a nivel monumental más restos han aparecido, yo diría que a nivel de hallazgos fuera y dentro de la antigua Valencia es el más importante, por el volumen y la variedad de los que encontramos en el subsuelo. Teníamos restos de todas las épocas pasadas de la ciudad. Preveíamos encontrar algunos restos, pero nunca imaginábamos dar con todo lo que dimos», sentencia Víctor Algarra.

Puente sobre la acequia de Mestalla. LP

Cruce de caminos

Víctor Algarra destaca que el trabajo laborioso se llevó a cabo en u periodo «breve» de cuatro meses y medio, pero aún así de la acequia de Mestalla se pudieron recuperar los diferentes «cajones» (cauces antiguos) que había tenido a lo largo de la historia desde el siglo XI y hasta la época más reciente de uso. Mestalla fue creciendo y se fue convirtiendo en un caudal considerable al que construirle una industria que necesitaba mucha agua para funcionar. Así nació el antiguo Molino de la Marquesa. Pero el trabajo liderado por Algarra no se quedó en llegar a redescubrir un antiguo centro industrial, de los muchos que poblaron la periferia de la antigua Valencia. Aún se excavó más y se llegó a la cota que en época romana tenía este punto de la ciudad de Valencia, que hoy en día es de los más altos de la capital.

El firme más moderno estaba construido sobre uno bajomedieval, y éste a su vez sobre el islámico, «pero la sorpresa, tal vez la más grande del proyecto, fue dar a cuatro metros y medio con una calzada romana completa, del siglo I a. C.», explica Algarra. Pero ahí no se quedó la grandeza del 'descubrimiento', ya que los trabajos permitieron dar con lo que era un cruce de camino.

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En las afueras del antiguo pueblo de Campanar se encuentra la calle Molino de la Marquesa. Esta actual vía sigue la trama que tenía el antiguo camino que unía el poblado con el gran molino, por ello si se sigue la línea más o menos recta se llega al camino descubierto en el solar del Nou Mestalla. Junto al molino se unía este camino con el Camino Hondo de Paterna, que sigue por la actual Maestro Rodrigo hasta adentrarse por la huerta de Campanar.

Este enclave situado en una zona equidistante entre Campanar, Beniferri y Benicalap tenía otra sorpresa guardada bajo tierra, en un punto muy cercano al que se encontraba el Molino de la Marquesa. Si los trabajos de Algarra y su equipo permitieron recuperar la construcción colindante con la avenida Cortes Valencianas, en el extremo paralelo, junto a Nicasio Benlloch se recuperó otro tramo de camino romano. Completo. En este caso se trata del viejo trazado que se recorría entre la ciudad de Valencia y la antigua Edeta, el camino viejo de Llíria.

Antiguo camino romano de Valencia a Llíria, en el solar de Cortes Valencianas. LP

Compromiso del Valencia CF

Los trabajos arqueológicos se iniciaron tras el compromiso del Valencia CF con la Conselleria de Cultura. Víctor Algarra recuerda que fue el club el que sufragó los costes del trabajo arqueológico y que se hizo con el acuerdo de que, una vez acabado el campo de fútbol, los restos hallados «se pondrían en valor». Por ahora todo el material de pequeñas dimensiones sí que se encuentra en dependencias municipales, para su custodia y mantenimiento, pero el material rocoso como el puente de Mestalla o la chimenea, que hasta antes de la obra en el solar se veía desde Cortes Valenciana, se encuentran en un solar cercano a la ubicación original de la que fueron retirados hace 13 años para que el Valencia pudiera comenzar las obras de su nuevo campo de fútbol.

«Al principio realizábamos visitas periódicas para comprobar el estado de un material que está allí. La última visita la hicimos hace seis o siete años y desde ese momento no hemos vuelto a obtener respuesta del Valencia, pese a que de tanto en tanto enviamos mensajes mostrando nuestro interés en observar los resto de nuevo», expone un Víctor Algarra que sueña con poder ver que los restos del Molino de la Marquesa ocupan un lugar a la altura. Lo cierto es que 13 años después los restos del hallazgo que el propio Algarra califica como «el más importante de Valencia» se encuentran en un solar, esperando que el tiempo siga pasando y puedan tener un lugar en el que valencianos y visitantes puedan contemplar como 'curiosidad' que la acequia que da nombre al viejo campo de la avenida Suecia pasaba por debajo de la nueva casa valencianista, que los lugareños de la época dieron forma a una fábrica excepcional de dimensiones considerables y que los caminos romanos siguen bajo nuestros pasos de hoy en día, que la Valencia antigua renace a cada excavación. Queda Valencia por conocer, por descubrir, y la está más cerca de lo que se puede imaginar. En este caso, a 4,5 metros.

Fábrica de Bombas Gens. Frank Gómez Castrillo

Fábricas fuera de Valencia

El caso del Molino de la Marquesa, entre Benicalap y Campanar, es único por sus dimensiones, pero no por hallarse 'fuera' de la antigua ciudad. Víctor Algarra explica que esta construcción sigue el modelo de otras antiguas como el caso de Bombas Gens y la aceitera de Alfonso en Marxalenes, La Ceramo en Benicalap y otras de madera, abanicos, juguetes y cerveza en Patraix.

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