![Albufera de Valencia | La Albufera arranca otro años sin obras, con vertidos y sin planes para llevar agua](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202201/16/media/cortadas/suciedad-Rel03qCPgxiJwuDTqCKPG7N-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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Ha pasado un año y la Albufera sigue prácticamente igual que doce meses antes: con muchas promesas y pocos hechos. Durante el último ejercicio se han dado algunos pasos para arreglar los problemas que se ciernen sobre el parque pero las inversiones reales han sido más bien escasas.
El pasado mes de septiembre el Ministerio para la Transición Ecológica reinició, tras casi diez años paralizadas, las obras para la construcción de siete tanques de tormenta junto a la Pista de Silla.
Se trata de una obra fundamental para frenar los vertidos, uno de los grandes problemas que afectan a este espacio natural. Las obras están paralizadas desde 2012 pese a que en su momento fueron declaradas urgentes. La fecha de finalización de los trabajos está prevista para comienzos de 2023.
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Estos tanques están diseñados para recoger las aguas que provienen de los polígonos industriales junto a la Pista de Silla y evitar que entren en el parque. Según los estudios efectuados al efecto, este sistema podría interceptar del orden de la mitad de la contaminación que actualmente estaría recibiendo el lago durante los episodios lluviosos.
La inversión prevista para finalizar los trabajos es de diez millones de euros. A esta cantidad hay que sumar los 27,4 que se habían gastado antes de paralizarse las obras.
El proyecto de los tanques contempla la ejecución de una extensa red de colectores para la intercepción de los vertidos que acaban en el parque, que comprenden 8,8 kilómetros de nuevos ramales de la acequia de Favara y de otros 9,6 kilómetros de conducciones diversas, así como la disposición de seis depósitos de retención enterrados con una capacidad total de almacenamiento del orden de 100.000 metros cúbicos.
También durante este año se ha anunciado la construcción, con cargo a los fondos de reconstrucción de la Unión Europea, de una depuradora y de un colector paralelo al del oeste, que se encuentra ya colapsado, con el fin de frenar la entrada de vertidos al parque. El Estado se ha comprometido a asumir el coste de la inversión que supera los cien millones de euros.
Se trata de un proyecto necesario para la Albufera y que ha conseguido las alabanzas de todos los implicados. Pero hasta el momento es una promesa más sin consignación presupuestaria. La consellera de Emergencia Climática, Mireia Mollà, se comprometió en una entrevista a LAS PROVINCIAS en sacar adelante la infraestructura a cualquier precio en el caso de que el Gobierno incumpliera su promesa como ya ha hecho en otras ocasiones.
El gran problema de la Albufera es el agua y en esta dirección se han dado pocos pasos. El Ayuntamiento de Valencia y la conselleria han coincidido en demandar una aportación directa anual al lago en las alegaciones al plan hidrológico del Júcar. Pero la Confederación Hidrográfica no está muy por la labor. Esta se enfrenta al hecho de que no hay muchos recursos disponibles. Cada vez hay más usuarios y el agua es menos abundante.
Mientras no llegue suficiente agua los grandes problemas subsistirán. En la década de los 70 entraban en el lago hasta 500 hectómetros cúbicos y ahora esa cantidad se ha reducido a menos de la mitad.
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Además, la lámina de agua es cada vez menos profunda por los sedimentos acumulados en el fondo del lago. El Ayuntamiento de Valencia ha anunciado este año que va a dragar 14 kilómetros de acequias pero los expertos consideran que habría que hacer un programa integral para salvaguardar el lago con un dragado total. Desde la UPV apuestan por realizar primero un estudio parcial para detectar problemas y extenderlo progresivamente al resto de la laguna.
Este año tampoco ha servido para solucionar el problema de la quema del arroz. La Conselleria de Emergencia Climática ha anunciado que es el último en el que se aplica el sistema de alternancia de quema y recogida de la paja por zonas que ha estado vigente los últimos cuatro años. La administración negocia con los agricultores un nuevo plan que se aplicará a partir del próximo.
Por otro lado, el parque lleva sin director desde el verano cuando dejó el cargo la anterior responsable. No se trata de un puesto muy atractivo para los funcionarios por la elevada complejidad de parque. Se han hecho dos concursos para ocupar la plaza y ha quedado vacante y se ha tenido que recurrir a un interino.
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