

Secciones
Servicios
Destacamos
«Tenemos la obligación de violar la intimidad de nuestros hijos». Así de contundente se mostró el juez de menores Emilio Calatayud en ... una conferencia que impartió este miércoles en Valencia organizada por la delegación de Pastoral Penitenciaria del Arzobispado de Valencia con ocasión de la celebración de la Virgen de la Merced el próximo sábado 24 de septiembre, patrona de los reclusos.
Para Calatayud la responsabilidad de los actos que cometen los menores es de los padres e incluso de los centros escolares y de la comunidad autónoma. Así señaló que en casos ha condenado por asesinato o violación por responsabilidad civil a los progenitores con una indemnización de 100.000 o 200.000 euros. «Es mejor que vean a qué se dedican sus hijos con el teléfono que no enfrentarse a esta sentencia o a un pleito por violación de la intimidad«, apostilló.
Noticia Relacionada
La responsabilidad de estos actos también recae en los colegios y por ello deben controlar los móviles que llevan sus alumnos porque son responsables de lo que sucede en su recinto. Y por extensión también la comunidad autónoma.
El magistrado fue más allá y aseguró que «los móviles son una droga y no me hace falta ningún estudio para afirmarlo» y lamentó que se hayan convertido en el regalo estrella de las comuniones, cumpleaños o Reyes.
Calatayud señaló que lleva diez o quince años advirtiendo sobre esta realidad. Y con un problema más y es que en su opinión se trata también de un instrumento para cometer delitos. «Aún más peligroso para ser víctima de un delito», sentenció.
El juez asoció el mal uso de los móviles al hecho de que las adicciones se están incrementando entre los menores. Y también los delitos de abusos sexuales o de maltrato por adicciones. En la misma línea, advirtió de que también se estaban incrementando los problemas de salud mental por lo que lamentó que ya no hayan centros donde se pueda internar a estos enfermos «porque en las casas no pueden estar».
Una de las claves de su intervención fue que se insiste en los derechos de los menores pero no se tienen en cuenta sus deberes. En este sentido se refirió al artículo 155 del Código Civil en el que se establece que el niño debe obedecer a sus padres, respetarlos siempre y colaborar en el levantamiento de las cargas familiares. Además, consideró que España es un país de extremos y nos hemos ido de un uno al otro en pocos años. «Los menores, como Cataluña, también tienen su artículo 155 y hay que aplicarlo», sentenció el magistrado.
Calatayud criticó que en la reforma de Rodríguez Zapatero se modificara el artículo del código que hacía referencia al derecho de los padres a corregir. Recordó que al llegar al poder Mariano Rajoy los jueces de menores le pidieron que lo volviera a poner pero no se consiguió.
Advirtió que este ha sido el origen de la frase que suelen pronunciar los adolescentes: «No me toques que te denuncio». La consecuencia ha sido, según argumentó el magistrado, que se ha creado un abuso de los derechos de los menores y una dejadez de sus deberes.
En esta línea, consideró que tanto los padres como los maestros tienen que tener una autoridad «que no se les concede» porque son responsables de su educación. «Todos somos iguales ante la ley pero unos más iguales que otros», señaló. Añadió que son funcionarios públicos y una agresión a ellos constituye un delito de atentado.
Precisamente el sistema educativo fue uno de los blancos de sus críticas. Fue especialmente duro con las leyes que restan esta autoridad a los profesores y en las que no se premia el esfuerzo de los alumnos. «Es una pena que la educación esté como está», añadió el magistrado.
En este sentido, relató que en su juzgado se está encontrando cada vez con más frecuencia a menores que no saben juntar las letras o que no saben qué dice cuando las unen. «A veces he condenado a algunos a que hagan la ESO», explicó.
También se refirió a que en su opinión es cada día más complicado ser padre. «Creo que en mi época era más fácil serlo», argumentó Calatayud.
Además, se mostró partidario de que en España tuviera un servicio militar obligatorio. «Todas y todos tendrían que pasar por ahí. No vendría mal por el compañerismo que se genera, por el trabajo en común, por el país...», afirmó el magistrado Emilio Calatayud.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.