Secciones
Servicios
Destacamos
La decisión del Ayuntamiento de Valencia de incrementar el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) un 20% y el IBI un 12,5% en un año en el que prácticamente no han tenido actividad ha sido la gota que ha colmado el vaso de los hoteleros. Los empresarios están que no salen de su asombro. No comprenden las razones que han llevado al consistorio valenciano a aplicar esta subida y no dudan en expresar su malestar.
De todos es conocido que el turístico es el sector que más está sufriendo las consecuencias de a crisis económica derivada de la pandemia. La actividad hotelera se ha desmoronado hasta mínimos históricos desde el confinamiento. Los turistas que habitualmente llenaban las calles de Valencia prácticamente han desaparecido «y ahora nos aumentan los impuestos. Es difícil de entender», señaló Fidel Molina, presidente del Grupo MYR Hoteles que en Valencia regenta cuatro establecimientos: el Palacio Vallier, Marqués House, Puerta Serranos y Plaza Mercado. Todos están cerrados desde marzo. Tan sólo el Palacio Vallier abrió unas pocas semanas en verano.
Noticia Relacionada
La situación se está volviendo agónica para este empresario que en temporada alta suele dar trabajo a medio millar de personas. «Cuando abramos en marzo, si es que abrimos, se cumplirá un año sin ingresos. Estamos aguantando como podemos, con el agua al cuello, estamos cerrados y encima nos fríen a impuestos», destacó el hotelero valenciano.
Molina habla de marzo como posible fecha de apertura de los hoteles. Pero, en cualquier caso, no será en los primeros días del mes, más bien a finales, ya enfocados hacia la Semana Santa. Espera que en ese momento haya alguna actividad, que haya quien se atreva a viajar y hacer turismo. Y eso si se tiene en cuenta las previsiones más optimistas.
«Después de que se haya vacunado un número importante de personas en Estados Unidos y Europa puede haber un cierto movimiento», señaló el empresario. También mostró su confianza de que la pasarela sanitaria que se va a habilitar funcione para poder retomar el negocio. Pero todavía no hay nada seguro. «Después de Navidad nos pondremos a trabajar. Ahora solo podemos aguantar», afirmó.
Noticia Relacionada
En cualquier caso, habrá pasado prácticamente un año sin ninguna actividad económica. «En Valencia la gran mayoría de los hoteles hemos cerrado. No hay clientes y no vale la pena. Para tener una o tres habitaciones ocupadas no es rentable tener una infraestructura en marcha», recalcó Molina.
Con todo lo que está cayendo la decisión de incrementar los impuestos no hay quien la entienda. «No tenemos ayudas ni subvenciones. No es normal que ahora encima vengan, no a cobrar estos tributos, sino a aumentarlos. Lo lógico sería no pagarlos», indicó Molina que recordó que «se llama impuesto de actividades, ¿pero es que ha habido alguna actividad económica?».
El panorama que se presenta para el sector no es nada halagüeño. «Tenemos muchos gastos fijos y ningún ingreso en estos momentos», explicó Molina. Cada mes se acumulan encima de la mesa del empresario el pago de la luz, del agua, el gas, el de los alquileres. «Hemos hecho muchas inversiones y muy fuertes y se tiene que entender», matizó.
Noticia Relacionada
Fidel Molina explicó que ante la sorpresa que ha supuesto el incremento de los impuestos no tienen mucho margen de maniobra. Han puesto el asunto en manos de los abogados para estudiar qué alternativas se les presentan. «Pensamos que todo el sector va a ir en la misma línea», señaló. «No tenemos otra posibilidad. Nos va la supervivencia», argumentó.
El grupo MYR Hoteles da empleo a cerca de 500 trabajadores durante la temporada alta. Ahora apenas una decena de personas continúan en sus puestos. El resto se encuentra en algún ERTE o bien ha finalizado su contrato y no se les ha podido renovar. «Somos parte del sector turístico, que es clave en la economía valenciana y tira del resto«, explicó el empresario que lamentó la »falta de sensibilidad« que está demostrando la administración.
MAR GUADALAJARA
«No se puede sorber y soplar al mismo tiempo», así de claro fue el alcalde de Valencia, Joan Ribó, al ser preguntado ayer sobre la subida de impuestos a los hoteles de la ciudad pese a que la mitad de estos están cerrados por la crisis sanitaria. «Si a la vez se pide al Ayuntamiento que de ayudas a comercios y autónomos tenemos que tener recursos para ello, no podemos aumentar ayudas y rebajar impuestos al mismo tiempo», se justificó tras un acto en el Palacio de la Exposición ayer.
Según el alcalde, estaría atado de pies y manos para modificar lo que ya ha sido aprobado. En concreto, la subida está en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y el de Actividades Económicas, con una subida del 12% y el 20% respectivamente para las empresas hoteleras.
«Una cosas son las tasas que podemos modificar y que lo hemos hecho en el caso de las tasas a las terrazas por ejemplo y otra cosa son los impuestos, eso se determinan en septiembre de este año, para el que viene, por lo que no son tocables de un año a otro», argumentó el primer edil. Lo cierto es que la subida fue aprobada en 2019 y ya entonces no fue vista con buenos ojos por parte del sector hotelero. Pero la pandemia ha cambiado la situación y en un contexto de crisis en el que la mayoría de estos establecimientos permanecen cerrados desde el mes de marzo, la patronal decidió que no podía quedarse de brazos cruzados y algunas empresas ya han presentado recursos al cobro de los recibos de estos impuestos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.