Cinco interrogantes y un acusado en el juicio del caso de Marta Calvo

El 4 de diciembre de 2019, Jorge Palma se entregó a la policía y confesó que había descuartizado a Marta Calvo en el baño de su vivienda en Manuel. Dio todo lujo de detalles de cómo lo había llevado a cabo y ubicó los contenedores de Silla y Alzira en los que dijo que había arrojado las nueve partes del cuerpo. En las últimas sesiones del juicio, los agentes y el personal de la planta de residuos de Guadassuar se han encargado de desmontar su versión. La opinión de los investigadores de la Guardia Civil que han estado al cargo del caso es unánime. Los expertos coinciden en que «es imposible que la descuartizara sin dejar rastro».

Los únicos indicios de que la víctima estuvo en aquella casa estaban en una lentilla que encontraron debajo de la cama y en restos de material genético en interruptores. También, una mezcla de sangre de Marta y Jorge en un pantalón del acusado. Fue la única prueba que dio positivo en sangre. El resto del escenario, limpio.

Los profesionales del Departamento de Biología de la Guardia Civil y los responsables de las plantas de residuos tienen clara su postura: no la descuartizó. «Los perros entrenados para rastrear restos de material genético han llegado a olfatear ADN en un caso de descuartizamiento que había ocurrido hacía cinco años. Es imposible que no encontraran nada», opinó un agente.

Marisol Burón, la madre de Marta Calvo, siempre ha mantenido la misma teoría: «No dice dónde está mi hija porque ahí hay más víctimas». En su declaración, el pasado 28 de junio, suplicó entre lágrimas: «¡Necesito que me dé a mi hija, por favor, necesito que la dé! Me está robando mi duelo».

Ante sus súplicas, se encontró con la expresión impasible del acusado, que ni siquiera le miró a los ojos.

Esta es una teoría que tanto la madre de Marta Calvo, que ha adoptado la pose de ser la portavoz de todas las víctimas como Juan Carlos Navarro, el abogado de varias de las mujeres que se personan como acusación, han dejado caer sobre la mesa.

«Es imposible que lo hiciera solo. No le dio tiempo. Alguien lo protegió cuando se dio a la fuga», ha comentado Marisol en varias ocasiones. Este interrogante se ha agravado después de que la acusación particular acusara al casero de Jorge de cometer falso testimonio, tras contradecir la declaración y de que la madre del acusado se acogiera a su derecho a no declarar.

Los únicos momentos en los que la abogada de Jorge Ignacio se pone más tensa es cuando se hacen alusiones a la procedencia de la cocaína que se utilizó en la 'fiesta blanca' y que se trataba de droga de gran pureza.

También, durante la declaración de Marisol, le interrogó preguntando sobre un hombre que solía proveer a las mujeres de «lo que necesitaran para realizar sus servicios».