Urgente Un accidente múltiple provoca retenciones en la V-31 sentido Castellón
Un bombero trabaja en la extinción de las llamas del incendio de Bejís. LP

Las dos horas críticas que condenaron al tren de Bejís

El informe técnico encargado por la Generalitat a los Bomberos de Castellón relata la confusión vivida durante el incendio: nadie ordenó cortar la vía ni siquiera tras el incidente, el fuego obligó a evacuar el PMA y el drama del convoy se supo en plena reunión con Puig

Arturo Checa

Valencia

Viernes, 21 de octubre 2022, 00:32

El reloj acaba de marcar las 18.30 horas del 16 de agosto. El Puesto de Mando Avanzado ubicado en el Parque Rural de Emergencias de Jérica está literalmente patas arriba. Con bártulos todavía por colocar tras tener que salir huyendo del incendio los responsables ... de luchar contra el monstruo de fuego del tren de Bejís. El cuartel general encargado de aplacar la mole de humo y llamas tuvo que dejar apenas unas horas antes antes su ubicación en Bejís para trasladarse a Jérica. «En torno a las 16.15 horas, el inspector jefe, mediante llamada telefónica al director del PMA, comunica la decisión política de que la nueva ubicación para el PMA se sitúa en Jérica». Es uno de los fragmentos del informe técnico de Bomberos encargado por la Generalitat y que arroja luz sobre lo sucedido con el desastre que dejó cercado un tren y causó heridas a varios pasajeros. Pero lo que más arroja son sombras que siguen sin esclarecerse.

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Este el relato de dos horas de confusión, la que reinó entre que el tren salió a las 16.23 y el instante pasadas las 18.30 en que la noticia llegó a los mandos de Emergencias. Cuando los pasajeros, niños incluidos, ya vagaban por las vías. Cuando muchos viajeros sufrían ya quemaduras de los que aún muchos no se han recuperado.

La «reunión sobrevenida»

La manecilla del reloj seguía dejando atrás las 18.30 cuando la confusión empieza a adueñarse del PMA. «Reunión sobrevenida», reza el epígrafe con el que se informa de una cumbre de urgencia en el puesto de mando. La razón: la llegada del presidente de la Generalitat para conocer qué está pasando. Primer fogonazo: «Instantes previos a esta reunión hubo constancia en la Unidad Móvil de Coordinación de que la gente había bajado por su cuenta de un tren en la localidad de Toràs y la maquinista iba a retroceder a recogerles. Que ya estaban subiendo al tren«. Asombro entre los presentes. Nadie sabía nada de ese tren. Ningún responsable político o de Emergencias había dado orden de avisar a Adif para que el convoy no circulara hacia el desastre. La reunión comienza en medio del estupor.

La irrupción del coronel jefe

El reloj camina hacia las siete de la tarde. Puig escucha atentamente minutos después las palabras de los especialistas en la lucha contra el fuego. Hasta que irrumpe un alto mando de la Benemérita. «Hace acto de presencia el coronel jefe de la Guardia Civil de la Comandancia de Castellón. Informa de un incidente con un tren con personas heridas a causa del incendio«. Segundos de silencio entre los asistentes. El director del PMA se mueve de su posición. «El director se traslada hasta el lugar con el objetivo de comprobar 'in situ' el alcance de lo sucedido». El desastre ya se ha consumado.

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La «tormenta de fuego»

El monstruo había comenzado a crecer de manera desaforada a las 14.40 horas. «De forma repentina», subraya el informe de los Bomberos. Entre los pinos, matorrales y romeros de Bejís trabajan codo a codo bomberos, soldados de la Unidad Militar de Emergencias, brigadas forestales... Gente acostumbrada a mirar cara a cara a las llamas. Pero esta vez tienen que dar un paso atrás. «Se supera la capacidad de extinción«, El dispositivo de extinción está extenuado. Sobrepasado. »Se produce una evolución explosiva del incendio, una «tormenta de fuego», con una velocidad de propagación extremadamente alta, con unas intensidades de viento altas y direcciones erráticas«. Gritos entre las llamas. »¡¡Nos retiramos!!». Bejís y Torás tienen que ser desalojados.

Las cifras del monstruo

Los datos lo dicen todo. En dos horas campó a sus anchas. A las 14.30 horas las llamas avanzaban con una voracidad de 44 hectáreas a la hora. A las 18.30 horas, cuando la noticia del tren atrapado llegó al PMA, cuando los pasajeros vagaban ya entre humo y chispas, el incendio era un titán imparable: en ese instante, el fuego dejaba atrás 951 hectáreas calcinadas cada hora. Un atleta del desastre.

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Drama en Caudiel

Son casi ya las siete de la tarde. El director del PMA vuela hasta el punto en el que señalan que está el tren detenido. Ni rastro de él. Más confusión. El convoy parece haberse evaporado de la zona de Masía Ragudo. El punto en el que el coronel dijo que se había parado. El responsable de Emergencias pregunta a vecinos de la zona. Le aseguran que el tren ha retrocedido. Que debe estar en la estación de Caudiel. El director del PMA corre al coche. Nadie ha dado la orden de que el tren hubiera interrumpido su circulación desde Valencia. Pero nadie ni siquiera da en ese instante el mandato de que se cese la circulación de más vehículos ferroviarios.

El director del PMA llega a Caudiel. Al mismo tiempo derrapan varios coches patrulla de la Guardia Civil desplazados a la estación. La escena en el andén es dantesca. «Hay personas heridas. Con quemaduras, posibles roturas, cortes...». El personal de Emergencias atiende a las víctimas. Los agentes acordonan con cinta de seguridad el lugar. Un helicóptero traslada a la mujer más grave a un hospital. Dos meses después sigue hospitalizada

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Destrucción y aislamiento

El informe técnico de los Bomberos de Castellón es la viva prueba del infierno al que se enfrentaron los servicios de extinción y la pesadilla que rodeó al tren de Bejís sin que nadie lo evitara. Damos un salto atrás. A las 16.30 horas, el instante en que el director del PMA encabeza el convoy de evacuación de Bejís a Jérica. La emisora del mando suena cuando atraviesan Teresa. Es la voz alterada del sargento destacado en Toràs. «El fuego es tremendamente agresivo». Sus palabras transmiten pánico. La unidad de Bomberos de Segorbe se ha visto cercada por el 'monstruo'. «La Bomba Urbana 611 ha quedado calcinada. Dos compañeros han resultado heridos por las quemaduras. Otro tiene los pulmones afectados». Silencio de consternación en el convoy del PMA.

No es el único drama que se vive a esas horas. En Onda batallan con denuedo bomberos voluntarios. Imposible. Tienen que abandonar su posición. «Pasan a zona quemada para garantizar su supervivencia». Están aislados».

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