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El doble discurso de Compromís
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Aitana Mas impulsa la prohibición de los bous al carrer mientras cargos locales defienden unos festejos que califican de «emblemáticos» en sus localidadesEn la sede de Compromís de Chiva todavía está colocada la barrera de barrotes para los festejos del Torico de la Cuerda. La imagen choca frontalmente con el programa electoral de un partido que trabaja para acabar con los festejos de los 'bous al carrer' en la Comunitat ... . No es un secreto que el socio del PSPV en el Consell, en colaboración con Podemos e Izquierda Unida, está empeñado en finiquitar tradiciones con más de cuatro siglos de historia, como es el caso del Torico de la Cuerda, que en 2019 fue declarada Bien de Interés Turístico Autonómico, algo que provocó que alguna asesora de Izquierda Unida en el Consell montara en cólera en las redes sociales. Una declaración impulsada, como su propio partido reconoce, por el alcalde de Chiva, Emilio Morales (Compromís), que hoy tiene que ver cómo sus compañeros de siglas impulsan desde Valencia un movimiento para acabar con una de las «fiestas más emblemáticas» del pueblo, como Compromís calificó ayer el Torico de la Cuerda en un comunicado que colgó en las redes sociales.
El alcalde de Chiva, Emilio Morales, es de Compromís y corredor de toros, y no se esconde porque hay testimonios gráficos de su participación en las fiestas. En cambio, otros concejales y concejalas de esa coalición de gobierno repudian en privado lo que no se atreven a decir en público. Las elecciones están a la vuelta de la esquina y una posición impopular cuesta votos y dinero.
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Las fiestas del Torico de la Cuerda finalizaron el pasado 25 de agosto y han participado decenas de miles de personas, entre vecinos y visitantes. Un éxito total. En Chiva el toro no entiende de ideologías. Es de lo poco que genera consenso en una población maltratada desde hace años por las continuas mociones de censura y pactos antinatura. Tras más de dos años de pandemia, las fiestas taurinas han vuelto a una normalidad que ha sido recibida con algarabía por los chivanos y chivanas. La tradición, la que en Chiva pasa de generación en generación, choca con la declaración de la vicepresidenta del Consell, Aitana Mas, que propone abrir un debate para la abolición de los festejos taurinos en la Comunitat Valenciana, entre ellas el Torico de la Cuerda, porque, se pongan los velos que se pongan, entra dentro de los bous al carrer. Las palabras de Aitana Mas se dan de bruces con la barrera de barrotes que hay en la sede de Compromís en Chiva y con el resto de pueblos en los que gobiernan, lugares en los que estos festejos están por encima de la política.
Compromís quiere acabar con los actos taurinos y esa intención no es discutible. Va en sus genes y en su programa electoral, y el perfil mayoritario de su votante firmaría la supresión de este tipo de festejos. El problema es que los altos cargos de la coalición pregonan desde la distancia, desde la protección que dan las consellerias y las redes sociales, pero nunca se atreven a ir al lugar donde de verdad hay que echar el pulso. ¿Iría Aitana Mas a Chiva, Vall d'Uixó y Onda a hacer un mitin en la plaza del pueblo a pedir la abolición de los bous al carrer? No, es mucho más fácil dejar el marrón en manos de Emilio Morales, Fernando Darós y Rubén Sánchez Molina. ¿Por qué Compromís no mandata a sus alcaldes y concejales que registren mociones en sus ayuntamientos para acabar con los bous al carrer? En política, cuando se gobierna, es obligado tomar decisiones, y más cuando está en los genes de tu programa electoral. El problema es que hay miedo, porque se pierden votos y dinero, mucho dinero.
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La estrategia de Compromís es la de la gota china. Poco a poco pero sin pausa. Aumentarán las trabas para celebrar festejos y así, sin que se note, habrá cada vez más pueblos que económicamente no podrán hacer frente al gasto. Y dejarán el problema en manos de los cargos locales, que gestionan en municipios con amplia y profunda tradición taurina, y que serán señalados si no toman la misma decisión que el alcalde vecino. La estrategia es acabar con los bous al carrer por inanición pero sin que los pesos pesados de Compromís se manchen las manos, porque el problema lo meten en la mochila del alcalde de Chiva o de los concejales de Vall d'Uixó y Onda, por ejemplo. El problema es que el miedo provoca que en estos municipios no haya arrestos para defender a través de una moción plenaria «una fiesta emblemática».
En Chiva, desde hace muchos años, las sucesivas peñas taurinas han trabajado codo con codo con el Ayuntamiento, sea del color que sea, para aumentar las medidas de seguridad en los festejos taurinos, para respetar al animal, para educar a los corredores y para evitar tragedias. Y ese trabajo ha dado resultado.
No hay que sorprenderse. En Chiva, gobernada por Compromís, se educa a los más pequeños en la tradición del Torico de la Cuerda, con unos morlacos de cartón piedra llamados popularmente 'manolitos'. Y se impulsa una carrera de toro juvenil, para que los mayores de 16 años empiecen a soltarse para en un futuro ir de la cuerda y llevar el toro a casa de su madre y su novia. Y se ha hecho un encierro infantil de becerros mansos. Y se han embolado hasta siete toros, cinco de ellos la misma noche en una plaza portátil en un concurso de emboladores y emboladoras. Y nadie de Compromís ni de Izquierda Unida ni de Podemos, que son los que mandan en el Ayuntamiento, se ha plantado en medio de la calle para suspender ni un solo acto.
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Hace años, en Les Corts Valencianes se debatió una proposición no de ley sobre la prohibición de los bous al carrer. El PSPV, como medida excepcional, dio libertad de voto a sus diputados y muchos de ellos se tragaron sus principios para votar a favor de los actos taurinos. Aitana Mas sabe a qué juega, porque los festejos dependen de Justicia, área de la consellera socialista Gabriela Bravo, con la que Compromís trata de ajustar cuentas desde hace tiempo por asuntos espinosos que nada tienen que ver con los toros.
Compromís ya está en campaña y no se esconde para hablar de un tercer Botánico. El problema es que hay quien no se entera de la estrategia y el don de la oportunidad de Aitana Mas en la última rueda de prensa tras el pleno del Consell no es fruto de la improvisación. En ese camino, Compromís sacrificará a cargos locales, pero son bajas con las que ya cuenta, porque la coalición transita a la desesperada para sumar adeptos de la izquierda que le permitan mantener el electorado.
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