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La relajación de las medidas de precaución como el uso de las mascarillas, la ventilación de espacios interiores y el mantenimiento de la distancia interpersonal ... ha propiciado que, en la actualidad, los centros de salud estén registrando un importante repunte de pacientes afectados por patologías respiratorias –desde catarros a infecciones pulmonares, bronquitis o bronquiolitis en el caso de los niños–; dolencias con síntomas similares a los que causa el Covid-19, por lo que los médicos de familia se ven obligados, en la mayor parte de las ocasiones, a someter a test de antígenos o pruebas PCR a los enfermos. A ello se suma el actual incremento de contagiados por coronavirus y a las tareas de vacunación, tanto de la gripe como de las dosis de refuerzo para hacer frente a la pandemia. Todo ello ha provocado un peligroso cóctel que ha agravado la saturación que ya venían sufriendo las instalaciones de Atención Primaria desde hace unas semanas. El atasco se traduce, de nuevo, en demoras de hasta 15 días para obtener cita con el facultativo y agendas médicas con 40, 50 y hasta 70 pacientes diarios, cifras muy por encima de los 35 recomendados como máximo.
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Al respecto, la presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria, María Ángeles Medina, agregó que «además de estar saturados por los pacientes crónicos, las patologías agudas del día a día y el repunte de casos Covid, lo que más nos está afectando es el funcionamiento interno de los centros de salud, donde Enfermería está focalizada prácticamente en la vacunación Covid y de la gripe y no tienen agendas para citar a los pacientes crónicos para hacer el seguimiento. Lo que nos está asfixiando es el seguimiento de esos pacientes crónicos sólo por parte del médico de familia». Asimismo, añadió que «lo que hace falta es que se apueste de verdad por la cronicidad, que las enfermeras sigan haciendo su trabajo de crónicos a velocidad de crucero y no abandonen a esta actividad para que la haga el médico de familia y ellas se dediquen la vacunación. Esto es desvestir a un santo para vestir a otro».
«Pese a la enorme labor que los profesionales del departamento realizan, la falta de organización de algunos mandos intermedios y la masificación describe la situación real de nuestros centros de salud». Así de claro se muestran en Intersindical Salut en el escrito remitido a la gerencia del hospital General de Valencia en relación al atasco que sufre el centro de salud de Nou Moles. «En turno de mañana nos podemos encontrar perfectamente con unas 600 peticiones de cita», por lo que «requerimos dar solución a la endémica falta de personal administrativo». También critican la falta de espacio en pediatría, por lo que llegan a vacunar a niños en los pasillos.
En esta línea, José Manuel Peris, portavoz del Foro de Médicos de Atención Primaria de la Comunitat, señaló que este repunte de patologías respiratorias «es muy significativo con respecto al año pasado, seguramente por el relajamiento del uso de la mascarilla y la distancia social». Además, «cada vez tenemos más contagios y más rastreo y búsqueda de contactos». «Consultas llenas y urgencias del centro de salud a reventar, a lo que se suma la campaña de vacunación de gripe y de dosis de refuerzo Covid, que va a ir en aumento con el personal sanitario y el resto de la población», resumió el especialista.
También se mostró preocupado por la situación Víctor Pedrera, secretario general del Sindicato Médico CESM en la Comunitat. «Las previsiones se están cumpliendo y hay repunte de patología respiratoria, que la única forma de diferenciarla con el Covid es hacer pruebas PCR y test de antígenos, por lo que se está saturando también la petición de este tipo de pruebas». Frente a ello, «seguimos con la ridícula dotación de 200 médicos de refuerzo en la Comunitat, aunque en realidad ha sido menos porque algunos contratos son de profesionales que ya estaban trabajando. Se contrataron cinco enfermeros por cada médico y eso demuestra que no era la distribución adecuada». Todo ello se traduce «en demoras de 15 días para tener cita, tanto presencial como telefónica, y consultas de hasta 70 pacientes».
'Salvemos la Atención Primaria'. Bajo este lema, la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública y cerca de un centenar de organizaciones han convocado a la ciudadanía a movilizarse el próximo 12 de diciembre para «defender la calidad asistencial y poner la Atención Primaria en la agenda política a nivel central y autonómico». Una movilización estatal y autonómica que servirá para exigir, entre otras reivindicaciones, «recuperar lo recortado en los últimos años, incrementando el presupuesto (hasta el 25% del total); garantizar unos centros de salud abiertos y sin listas de espera; dar prioridad a las consultas presenciales; e incorporar profesionales a los equipos».
La iniciativa 'Salvemos la Atención Primaria', a la que ya están adheridas casi un centenar de organizaciones profesionales, sindicales y sociales, convoca esta gran movilización porque entiende que «sólo así se podrá cambiar la deriva actual tan crítica de la Atención Primaria y obligar a las Administraciones sanitarias a comprometerse de una forma seria, adoptando medidas urgentes para su recuperación y mejora, dejando a un lado promesas vacías».
Desde el pasado 3 de noviembre, el colectivo ha presentado sus propuestas y reivindicaciones a grupos políticos con representación parlamentaria (hasta el momento Compromís, Ciudadanos y Podemos). Unos encuentros que se valoran positivos en la medida que en que comparten las propuestas para fortalecer las infraestructuras de Atención Primaria.
Fernando García, presidente provincial del sector de Sanidad de CSIF achacó este aumento de la presión en Atención Primaria a que «tenemos muchos frentes abiertos como el aumento de contagios y la vacunación Covid y de gripe». Además, alertó de «otro factor importantísimo del que estamos muy preocupados: los 200 técnicos de documentación que van a cesar el 31 de diciembre, que es los que hacen el rastreo en Primaria». Por tanto, reclama que «si aumentan los contagios no cometamos el error de dejar a los centros de salud sin rastreadores, puesto que el personal está desbordado y pide a gritos que vengan más profesionales, mientras que las 6.000 plazas estructurales prometidas no empezarán a crearse hasta mayo». «No hemos aprendido nada», lamentó.
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