Empieza el desmantelamiento de la AP-7

Sorpresa entre los conductores que estos días circulan por la AP-7 y atraviesan, por ejemplo, el peaje de Ondara, en la comarca de la Marina. Porque varias de las máquinas expendedoras de tiques han sido retiradas y los conductores pueden atravesar este peaje sin sacar el billete correspondiente. Eso sí, en la siguiente parada, deben abonar la tarifa correspondiente.

Una retirada que confirma lo que llegará el próximo 1 de enero: la liberalización de la autopista desde Alicante hasta Tarragona y, por tanto, el inicio de los trabajos para desmantelar la estructura del peaje. En el caso de Ondara, hace unos días los operarios iniciaron el desmontaje de varias expendedoras de tiques que, hasta ahora, los usuarios recogían para, posteriormente en la salida, realizar el pago por el uso de la vía. Según explicaron algunos de los trabajadores de la zona, tras desmontarlas, los operarios las subieron a una camioneta para trasladarlas (tan sólo dos de ellas) hasta Barcelona.

Ante esta situación, la incertidumbre era la nota general ayer en la entrada a esta carretera. Al realizar la típica parada para recoger el billete, los conductores se mostraban sorprendidos y tímidamente aceleraban, a veces con miedo de que la barrera, levantada en todo momento, bajase de repente. No lo hizo, pues según indicaron los operarios, tenían órdenes de mantenerlas levantadas, aunque no sabían si se trataba de «algo general o tan solo afecta a esta salida en Ondara». En la parte contraria, la de salida de la AP-7 todo seguía funcionando con normalidad, los conductores hacían cola para pagar la correspondiente tasa, como pudo comprobar LAS PROVINCIAS.

«Se han adelantado a las campanadas», apuntaba un conductor con sorna. Se refería a la iniciativa de algunos vecinos de la comarca quienes han propuesto, a través de redes sociales, celebrar la llegada del 2020 en la entrada de la autopista, en concreto junto a un área de servicio, «para dar la bienvenida a una nueva época, la que no hay que pagar peajes por circular en la Marina Alta».

Según fuentes del sector consultadas por este periódico, se ha procedido a la retirada de parte de las máquinas en aquellas zonas con menos tránsito (no como sucede en épocas como verano) para adelantar trabajo de cara al día 1. Desde Abertis (la empresa concesionaria de la AP-7) se limitaron a señalar que hasta Nochevieja el funcionamiento es el habitual: se cobra el peaje y no existe el paso libre.

Por parte del Ministerio de Fomento, hasta el momento, lo único que se ha aclarado es que la demolición de las playas de peaje (la estructura y las cabinas) se hará una vez la autopista sea gratuita y que esa actuación se ha incluido en los contratos de emergencia para el mantenimiento.

Precisamente la conservación, y en concreto las carencias existentes y la necesidad de garantizar presupuestariamente esta partida, fue uno de los aspectos que ayer se pusieron sobre la mesa en la jornada organizada por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Comunitat sobre la gratuidad o el pago por uso en la red viaria estatal, tomando como referencia el caso de la AP-7.

Entre los ponentes figuraba el director general de la Asociación Española de la Carretera (AEC), Jacobo Díaz, quien planteó la necesidad de aplicar una tasa finalista como fórmula de financiación de todas las carreteras para, entre otros aspectos, recuperar el deterioro de la red viaria y mejorar la calidad del servicio. Mientras, el catedrático de Transportes de la UPM, José Manuel Vasallo, recordó la existencia de la euroviñeta (marcada por la Unión Europea) y que el pago por uso permitiría garantizar recursos para el mantenimiento.