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Personal sanitario evacúa a una de las pacientes desalojadas ayer del hospital de campaña de La Fe. J. SIGNES

«Es como dormir en un congelador, tapé agujeros con cinta porque entraba aire»

20 pacientes son reubicados en el antiguo hospital de La Fe de Campanar mientras se evidencian nuevos fallos en la infraestructura

Domingo, 24 de enero 2021

El hospital de campaña de Valencia ubicado junto al hospital La Fe no ha tardado ni una semana en evidenciar que no estaba preparado para alojar a pacientes, por mucho que fueran infectados de coronavirus considerados leves. La conselleria de Sanidad desalojó ayer la infraestructura que lleva levantada desde la primera ola de la pandemia después de una noche caótica en donde el viento hizo imposible una estancia en condiciones.

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Durante la mañana de ayer, y tras las quejas de la mayor parte de los 26 usuarios que han pasado el fin de semana en este espacio, se notificó de manera interna que se iba a trasladar a 20 pacientes a las instalaciones del antiguo hospital La Fe de campanar «para mejorar su confort». Durante toda la mañana, el departamento de Ana Barceló negó esta posibilidad pese a las reiteradas preguntas de este diario y fue tan sólo cuando comenzaron los desplazamientos cuando admitió que había arrancado el procedimiento. No se reubicó a las 26 personas que estaban alojadas en total porque a seis se les dio el alta en la misma jornada. Ayer, afirmaron que todos volverán cuando mejore la situación.

Tal y como informó el sindicato CSIF, el mayor problema fueron las fuertes rachas de viento y las bajas temperaturas, que no creaban una ambiente propicio para recuperarse de la enfermedad. Lo cierto es que desde las últimas horas del sábado habían comenzado a circular por redes sociales vídeos que ilustraban como el viento incomodaba a los pacientes y movía los separadores que aíslan las diferentes camas. Aún así, el mayor problema era la nefasta climatización.

«Es como dormir en un congelador, tuve que tapar agujeros porque entraba el aire»

«Ese hospital no está preparado para alojar a pacientes ni a nadie en las actuales condiciones». Así de rotundo se muestra uno de los enfermos que fue ingresado en el hospital de campaña y vivió en primera persona como las deficiencias impidieron una estancia en condiciones durante una noche del sábado que estuvo marcada por las fuertes rachas de viento.

Este hombre, que prefiere mantener el anonimato, señala de forma clara que ese complejo «era un congelador». «En mi caso me ingresaron por coronavirus el sábado por la mañana después de tener indicios de neumonía y aunque durante el día el espacio era confortable una vez se hizo de noche el frío se apoderó de la estancia», señala este testigo, que insiste en que tuvo que tapar el mismo agujeros de la lona «para que no entrara el aire».

El enfermo, pese a que tiene la infección controlada, afirma que ese no era el ambiente propicio para recuperarse y agradece «el trabajo inmenso» del personal sanitario, que se interesó en todo momento por los internos y les ofreció mantas ante la evidencia de que el sistema de climatización no funcionaba correctamente. «El problema era que el conducto por el que tenía que salir aire caliente solo llevaba aire frío», destaca el paciente, que considera que la conselleria de Sanidad ha tenido el tiempo suficiente para acondicionar una infraestructura que cree que es evidente que no estaba preparada.

«Casi todos los pacientes nos quejamos de la situación y el domingo por la mañana parece ser que por fin nos hicieron caso» afirma. A partir de ese momento indica que se les notificó que se les iba a trasladar a las instalaciones de la antiguo hospital La Fe del barrio de Campanar que han sido rehabilitadas. «Desde que hemos llegado a Campanar la situación es muy diferente», insiste este paciente, que apostilla que prefiere mantener el anonimato y asegura que lo que no logra entender es como si ese espacio había estado disponible desde el primer momento se apostó por alojar pacientes en el hospital de campaña. «Para eso que nos hubieran trasladado a Campanar desde el primer momento», sentencia.

El hospital de campaña de Valencia recibe infectados leves de Covid-19 desde el pasado lunes pese a que lleva montado desde hace diez meses. Lo más llamativo es que la Inspección de Prevención de Riesgos Laborales, los encargados de revisar las instalaciones sanitarias, ya elaboraron el pasado noviembre un informe que advertía de que esto podía pasar. El documento ponía negro sobre blanco al advertir de que la mala climatización podía implicar temperaturas de sólo 14 grados y avisaba de problemas de aislamiento, filtraciones y estancamiento de agua, ruidos y falta de capacidad de los equipos electrógenos. Además, en las semanas en las que hubieron precipitaciones muy intensas también aparecieron goteras que encharcaron varias áreas e incluso inutilizaron ordenadores. Aún así, el Consell ha derivado pacientes con el argumento de que las deficiencias estaban subsanadas. Ayer, se indicó que se volverán a revisar.

Lo que también se ha hecho público con este movimiento es que el pabellón del antiguo hospital La Fe de Campanar estaba preparado para recibir pacientes y aún así se optó por derivarlos al hospital de campaña

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Esta infraestructura que cuenta con dos hermanas en Castellón y Alicante, que no desalojaron pacientes por el viento, y que fue impulsada de forma conjunta por la conselleria de Sanidad y la de Justicia, ha sido un verdadero dolor de cabeza para el Ejecutivo valenciano desde el primer momento. Su levantamiento terminó una vez ya se había controlado la primera oleada y hasta la semana pasada tan solo se ha utilizado para hacer pruebas PCR a la población. Siempre se ha puesto en duda el elevado coste del proyecto, que se aseguró que costó 8,5 millones, y el argumento se ha reforzado conforme han pasado las semanas ya que la empresa adjudicataria reclama a la Generalitat otros 2,5 millones por sobrecostes que aún no se han abonado.

Hay que sumar que el Consell también tiene pendiente pagar otros 7,6 millones para material relacionado con estos pabellones. El Consell Jurídic avaló esta misma semana que se debía pagar 7,6 millones a la empresa que entregó 200 aparatos de ventilación, un fonesdocopio, y pulsioxímetros y tensiómetros a pesar de que las entregas se realizaron tarde.

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Críticas de la oposición

El hospital de campaña de Valencia y los de Alicante y Castellón nunca han gustado a la oposición, que no duda en compararlo con el centro Isabel Zendal impulsado por Isabel Díaz Ayuso e incluso lamentar que este último por lo menos puede recibir pacientes.

Ayer, dirigentes de PP, Cs y Vox no dudaron en arremeter contra la iniciativa estrella. La presidenta del PP en la Comunitat, Isabel Bonig, lamentó que el presidente Ximo Puig, «prefirió la ideología a la colaboración y hoy el hospital de campaña, como sus 'ximoanuncios', se lo ha llevado el viento«. »Lo avisamos, lo denunciamos, lo advertimos: el hospital de campaña no reunía los requisitos para acoger a pacientes«, afirmó. El líder de Cs en la Comunitat, Toni Cantó, también criticó que Puig »ha gastado 16 millones de euros en tres hospitales de campaña que no sirven para nada« mientras David García, diputado de Vox en Les Corts, exigió la dimisión de la consellera de Sanidad por la nefasta gestión. Por su parte, el PSPV trató de negar la mayor con el argumento de que se han adelantado con el traslado y que no ha habido desperfectos con el viento.

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