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Las consecuencias de la dana se están dejando sentir en la Albufera. La Conselleria de Medio Ambiente ha fijado el horizonte de 2026 para ... la recuperación definitiva del parque tras los efectos del temporal. Pero no son los únicos problemas a los que se enfrenta el paraje. También las infraestructuras están sufriendo en sus carnes los daños provocados por las inundaciones. Y una de ellas son los siete depósitos de tormenta que se están construyendo a lo largo de la Pista de Silla.
La dana ha obligado a paralizar las obras cuando estaban a punto de finalizar. La previsión era que a fines de 2024 estuvieran concluidas salvo las acometidas eléctricas que con lo que el funcionamiento se retrasaba hasta bien entrado 2025. Ahora la fecha para acabar estas obras fundamentales para impedir la entrada de vertidos en el parque natural se han retrasado sin fecha ante la situación creada por el temporal que asoló a numerosas localidades valencianas el pasado octubre. Tampoco se sabe cuándo se reemprenderán las obras.
La construcción de estos siete depósitos tiene una especial importancia para la Albufera. Están diseñados para que recojan las primeras aguas de lluvia en una tormenta o temporal. Estas son las que acumulan más suciedad, sobre todo en una zona como es el oeste del parque natural donde se concentran numerosos polígonos industriales y las aguas van a terminar a la laguna. La capacidad de estos tanques es de unos 100.000 metros cúbicos.
La construcción de estos tanques de tormenta supone la adecuación de casi 8,8 kilómetros de un entramado de ramales de la acequia de Favara y 9,6 kilómetros de tuberías diversas. Los depósitos son en total siete: Silla norte, Silla sur, Beniparrell, Albal, Catarroja, Alfafar y Sedaví. La inversión supera los 30 millones de euros. Cuando se paralizaron en 2012 se había gastado un total de 27,42 millones, lo cual representaba el equivalente al 70 % de lo presupuestado.
Además, el problema se agrava porque el colector oeste, diseñado para la recogida de vertidos de los municipios ubicados al oeste del parque, principalmente los polígonos industriales que bordean la Pista de Silla, está colapsado y es necesario ampliarlo o construir uno nuevo. Está diseñado a fines de los años ochenta del siglo pasado para atender un número determinado de población que ahora se ha multiplicado lo que hace necesario una nueva infraestructura
De esta forma, cualquier lluvia provoca que se desborde y las aguas residuales acaban en la Albufera. En este sentido, las obras de los depósitos también permitirán descongestionar este colector cuando se encuentre trabajando a plena presión evitando su colapso y los desbordamientos que también acaban en el paraje protegido.
La legislatura pasada el gobierno del Botánico planificó construir un nuevo colector paralelo al del oeste para hacer frente al incremento de vertidos. El nuevo ejecutivo lo ha guardado en el cajón y está buscando una solución alternativa que permita descongestionar a la infraestructura colapsada.
Esta obra fue calificada de emergencia por el Programa Agua en 2004, planificación diseñada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para llevar a la agua a la Comunitat tras la derogación del trasvase del Ebro. Fue la primera ocasión en las que se mencionaron. Las obras no comenzaron hasta seis años después, en 2010. En 2012 los trabajos se interrumpieron por un error en el proyecto de construcción. Pero lo que parecía un breve tropiezo se convirtió en un parón que se prolongó durante nueve años.
Las obras no se retomaron hasta 2021. A los errores en el proyecto se sumaron los problemas con la empresa adjudicataria de las obras. La mercantil reclamó una actualización de precios, ya que los costes se habían disparado mientras los trabajos habían estado paralizados. Al final no hubo acuerdo y la firma se retiró y no quiso continuar con los trabajos. Hubo que encontrar una nueva contrata. En última instancia se recurrió a Tragsa, la empresa pública dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, que asumió las actuaciones pendientes.
Los trabajos se reiniciaron en septiembre de 2021 con la previsión de que estarían finalizados a mediados de 2023. No fue así y el plazo previsto para acabarlas se retrasó una vez más. A continuación se fijó como fecha mayo de 2024. Una vez más, se incumplió. Ahora la nueva demora es involuntaria y provocada por la tragedia de la dana.
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