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El origen del brote originado en el colegio mayor Ausias March, que ha obligado a confinar a más de 300 jóvenes tras confirmarse 78 casos positivos de coronavirus, sigue sin estar claro. La dirección general de Salud Pública de la conselleria de Sanidad continúa la investigación mientras los jóvenes que permanecen en las instalaciones aseguran que «es imposible» que se haya producido en una fiesta, tal y como ocurrió en la residencia Galileo Galilei.
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Víctor, estudiante de medicina en la Universitat de València que está confinado en el edificio, relata que los trabajadores del centro han estado muy atentos para que no se produjeran eventos de estas características ya que han reforzado la seguridad y vigilan que en los diferentes espacios no se supere el aforo permitido. «Aquí no hubo ninguna fiesta, no sabemos de donde ha salido el brote porque puede que incluso no haya sido en ningún espacio concreto», asegura este estudiante de 19 años que dio negativo tras realizarse las pruebas masivas. Remarca que se pueden haber producido tanto en habitaciones como en módulos donde conviven y comparten espacios como el baño pero también en espacios de fuera del recinto a los que acuden los internos.
El joven destaca que durante los días anteriores ya comenzaron a surgir los primeros casos positivos, que desde el primer momento fueron aislados en otras salas o incluso llevados a edificios externos, y que por ello se decidió hacer pruebas masivas. «La gran mayoría de los infectados son asintomáticos pero es verdad que hay algunos que tienen fiebre, tos o dolor de cabeza«, indica Víctor, que espera que la situación pueda reconducirse.
Otras dos usuarias de la residencia que prefieren no ser identificadas inciden en que tienen compañeros que aún no tienen claro si están o no infectados. «Algunas pruebas dieron error y se repitieron por lo que hay algunos que no han recibido aún el resultado», afirman estas dos estudiantes que permanecen encerradas en su modulo y que quieren agradecer el trabajo del personal, que vestidos con Equipos de Protección Individual (EPI) les llevan la comida e intentan que el confinamiento que se alargará hasta el próximo domingo sea lo más fácil posible.
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«Si es verdad que nos han molestado los comentarios y críticas que se han hecho hacia nosotros», remarcan las jóvenes en referencia a las comparaciones que se han hecho entre su caso y el del Gaileo Galilei. La gran diferencia entre los dos es que en el episodio de esta semana ya se ha descartado que el origen sea una fiesta mientras que en el colegio mayor situado junto a la Universitat Politècnica de València (UPV) se difundieron hasta vídeos en los que se evidenciaban las vergonzosas prácticas y se están identificando a los participantes para interponer multas. «Aquí en cuanto se oía ruido por la noche llegaba el guardia de seguridad para ver que cumplíamos el aforo», insisten.
Otra residente del Ausias March que apostó hace unos días por volver a su casa subraya que el caso le llama la atención porque había estrictas medidas de seguridad. «Ya no se juntaba gente en las zonas comunes y el comedor estaba muy vigilado», indica la joven, que apunta que incluso la ducha tenía que ser desinfectada tras utilizarse.
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