La lucha de un valenciano para que se invierta más en investigación médica

Alejandro Mendoza perdió a su mujer hace algo más de un año. Le fue detectado un glioblastoma, un tipo de cáncer cerebral muy agresivo y fulminante. Cada vez es más frecuente, con una prevalencia de 1 de cada 100.000 personas, según las publicaciones médicas. La causa de esta enfermedad sigue siendo desconocida, por eso está considerada como una enfermedad rara.

La mujer de Alejandro, Mª Asunción Poudereux, murió un año y 10 días después de diagnosticarle el cáncer. Tenía 72 años. El momento en que comenzó todo lo recuerda perfectamente porque estábamos superando una pandemia, la del Covid-19. "Volvíamos a Valencia tras pasar la pandemia en nuestra segunda residencia. Teníamos cita para vacunarnos y, de repente, se desmayó. A partir de ahí, Asunción se encontraba muy desorientada y tras descartar un primer diagnóstico de infección de orina, nuestro médico de cabecera decidió el ingreso hospitalario para hacerle más pruebas".

El TAC que le realizaron desveló el tumor terminal. Fue operada a los 15 días, donde lograron extirparle gran parte y gracias al tratamiento de quimioterapia y radioterapia lograron alargarle un poco más la vida. "Si no se hubiese operado hubiera muerto en poco tiempo", asegura.

Ante la impotencia de una enfermedad que en apenas un año le arrebató a su compañera de vida, Alejandro comenzó a informarse y a querer conocer más sobre el tema. Fue a raíz de la conmemoración del Día 28 de febrero, día de la enfermedades raras, cuando descubrió que el principal problema para su lucha son la barreras existentes para la investigación.

A partir de ahí, fue fijándose en cada una de las enfermedades que cuenta con asociaciones y se dio cuenta que era un tema común a todas, que se agrava con las raras, y que la solución estaba en la legislación y en el compromiso de los políticos para destinar fondos a la investigación.

"El problema es que los políticos y los partidos tienen un proyecto de cuatro años y las enfermedades raras afectan de por vida a quiénes las sufren, unos 3 millones de pacientes, y a sus familiares. De ahí la necesidad de contar con políticos de confianza, diputados electos, asignados a barrios o comarcas, cercanos a la gente y a sus problemas. Necesitamos a gente que tome decisiones para nosotros", subraya.

Nació así su iniciativa de 'Políticos de Confianza'. Con ella pretende y pide algo tan sencillo, pero a la vez tan complejo, como que los representantes políticos, representen a sus votantes.

Actualmente está inmerso en una campaña de recogidas de firmas, también a través de la plataforma online change.org. El objetivo es conseguir un millón de apoyos "que permita sacar a la luz este problema". Aunque sus primeros pasos fueron durante la precampaña y campaña electoral, pero sin el eco que hubiera deseado.

De momento cuenta con el respaldo de amigos, con los que incluso ha constituido la asociación que cuenta con su página web (https://politicosdeconfianza.es) y su campaña la está realizando con el boca a boca y a través de algunas asociaciones como Asemi (Asociación de Enfermedades Minoritarias de Castellón), Afectados por Enfermedades Raras o Trastorno Trastornos de Conducta Alimentaria. Ha intentado trasladar este tema a centros de mayores de su zona de influencia, pero "el problema es que la gente rechaza hablar de política en estos lugares".

La iniciativa de Alejandro y las personas que hasta ahora le acompañan lo que pretende es un cambio en la forma de actuar de los representantes políticos. Que los diputados no obedezcan a consignas, "que no siempre coinciden con las necesidades de los ciudadanos a los que representan", sino "que se acerquen a la circunscripciones por las que han sido elegidos y escuchen a la gente y se legisle atendiendo a sus necesidades", subraya.

Incluso van más allá. Consideran que si no cumplen, estos representantes "puedan ser revocados durante la legislatura sin esperar cuatro años a las nuevas elecciones. Esa cercanía y la comprobación del cumplimiento de lo prometido es lo que permitirá tener los políticos de confianza".

Alejandro es otro de los mayores valencianos que ha decidido pasar a la acción partiendo de su experiencia, que es lo que sirve de detonante para huir de la resignación, y ponerse al frente de una lucha que, a priori parece resultar utópica, pero que considera realizable con el apoyo de la ciudadanía.

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