«La madre de Jordi está muerta en vida»

El juez titular ha determinado que la causa abierta contra él incluya cuatro delitos. El principal y más grave el de asesinato de un menor, pero además se le imputan otros tres respecto a la madre, quebrantamiento continuado de condena, maltrato y maltrato psicológico en relación a su expareja, sin perjuicio de ulterior calificación.

Un maltrato que ya será de por vida para María Dolores pese a que su agresor esté en la cárcel al acabar con la vida de lo más importante para ella, su hijo Jordi. Esta madre "está destrozadísima, muerta en vida" como ha explicado su letrada, Reyes Albero.

Esta mujer no pudo ni ir al entierro de su hijo que se celebró el martes debido al delicado estado en el que se encuentra por esta durísima pérdida. "Sólo quiere irse con él", ha añadido la abogada por lo que está recibiendo apoyo psicológico y de toda su familia para atravesar este momento tan difícil.

Por este motivo, no estaba claro que María Dolores pudiera ir a declarar ante el juez este miércoles. "Le he pedido que haga un último esfuerzo y venga a declarar", ha comentado la abogada de la madre, Reyes Albero, instantes antes de entrar en el juzgado de Violencia de Género. Finalmente, la mujer ha acudido a las dependencias judiciales pero ha entrado por el garaje acompañada de otros familiares y sin que pudiera ser vista por la prensa que esperaba en la puerta.

También ha asistido a su cita frente al juez José Antonio A., el presunto parricida y, según ha podido saber LAS PROVINCIAS, sí ha declarado. Un hecho que ha sorprendido ya que tras su detención no quiso hablar ante los agentes de la Guardia Civil.

En esta ocasión, ha optado por confesar el crimen y ha contado todos los detalles de lo que pasó en la mañana del domingo en su domicilio de la calle Rafael Hervás. Lo ha hecho delante de la abogada de oficio que le ha asistido durante su detención y hasta la declaración ante el juzgado. Este hombre ahora tendrá que designar un nuevo letrado, de oficio o contratar a un profesional que le defienda en este complicado caso.

El investigado por matar a su hijo ha llegado cuatro minutos antes de las doce del mediodía a las dependencias judiciales y lo ha hecho rodeado de un fuerte dispositivo policial. Y es que en la puerta de los juzgados los esperaban decenas de vecinos que lo han increpado a su entrada y salida.

En la jornada de este miércoles también han prestado declaración la madre y varios familiares de ésta así como un agente de la Guardia Civil que acudió el domingo al domicilio tras cometerse el crimen.

En ningún momento, ni la madre ni los familiares han coincidido con el ya encarcelado en el juzgado. Y es que estos han acudido sobre las 10 de la mañana y han sido los primeros en prestar declaración ante el juez para proteger a María Dolores, la madre de Jordi, que finalmente ha conseguido sacar fuerzas para acudir a esta cita.

Este caso finalmente será instruido por el juzgado número 4 de Sueca especializado en Violencia de Género aunque en un primer momento había recaído en el número 3 al estar de guardia durante el fin de semana. Este cambio se debe a que no existe duda de la naturaleza de este crimen.

«No hay ninguna duda de que se trata de un caso de violencia de género, de violencia vicaria y este juez está muy sensibilizado con el tema», ha subrayado la abogada de la acusación particular. En este mismo órgano ya el juicio rápido de malos tratos de la pareja en agosto del año pasado. En aquel momento, el presunto parricida fue condenado a 40 días de Trabajos en beneficio de la Comunidad, ocho meses de alejamiento y prohibición de comunicación con respecto a su exmujer y suspendía cualquier régimen de visitas.

Sin embargo, la orden de alejamiento se había incumplido de forma frecuente ya que el hombre acosaba a su expareja desde la separación. Motivo por el cual ahora también se la imputa el delito de quebrantamiento de condena.

En cuanto a las visitas, no existía custodia compartida porque el menor vivía con su madre pero por insistencia del padre algunos domingos el menor iba a casa de éste a pasar unas horas como sucedió el día 3 de abril.

La abogada de María Dolores ha asegurado que el presunto parricida era «dueño» tanto de la madre como del hijo y como en casi todos los casos de violencia de género, el agresor había conseguido "anular la voluntad" de su exmujer.

Pese a esto «nunca pensó que le pudiera hacer algo a su hijo y menos esto. No tenía ni la más mínima sospecha» ya que no se había mostrado agresivo con el niño.

La abogada también ha apuntado que el pequeño Jordi nunca mostró miedo hacia su padre. «Si hubiera sido así, la madre nunca hubiera dejado que estuviera con él», ha comentado la letrada.

Con la entrada de José Antonio en prisión, ahora la familia espera que la justicia imponga una dura condena a este hombre y que se pongan todos los medios para proteger a las víctimas de violencia de género y sus hijos y evitar así que se repitan historias tan trágicas como las del pequeño Jordi.