Los municipios en riesgo extremo se cuadruplican pese al toque de queda

El decreto de Sanidad en el que se activa el toque de queda, que entró en vigor el lunes con carácter urgente, hace mención expresa a la situación que se vivía en los departamentos de salud hace aproximadamente dos semanas. «El informe propone que en los municipios incluidos en los departamentos de mayor riesgo y población superior a los 5.000 habitantes se limite la circulación de personas» en la franja de 1 a 6 horas.

En ese momento eran seis los departamentos de salud con condición de riesgo extremo por el elevado nivel de transmisión del coronavirus. Ahora son 19 de los 25 repartidos por toda la región. El triple. De acuerdo con el mapa autonómico de la incidencia acumulada, hay otras dos zonas sanitarias en riesgo alto, son los de Xàtiva-Ontinyent y Alcoy.

De los 32 pueblos incluidos en el toque de queda, la inmensa mayoría, 30, corresponden a la provincia de Valencia. Los otros dos son San Vicente del Raspeig, en Alicante, y Benicàssim, en Castellón. Y en la última semana desde la activación de la medida, la propagación del virus se ha extendido de manera palpable por el litoral de estas dos últimas provincias, en poblaciones que ven incrementar con creces su población por la presencia de residentes estivales y turistas. Este es el dato clave: cuando entró en vigor el toque de queda 33 de los 57 municipios valencianos de la Comunitat estaban en riesgo extremo. Ayer eran ya 47. Un empeoramiento palpable que afecta ya a Alicante, Benidorm y toda la zona de La Marina, por ejemplo.

Sanidad recuerda que la propuesta de los 32 pueblos para restricción nocturna no se basa sólo en la incidencia acumulada. Está teniendo en cuenta factores de riesgo epidemiológico como la incidencia en determinados tramos de edad, la positividad en pruebas diagnosticadas de infección aguda o el número reproductivo básico instantáneo (contagios que genera un positivo).

Y en pleno ascenso de contagios el Gobierno finalmente ha decidido dar luz verde a la venta en farmacias de los test de antígenos y es previsible que lo haga hoy. Se podrán adquirir test de antígenos a un precio de entre 7 y 10 euros y es importante comunicar a nuestro médico de cabecera el resultado, especialmente si es positivo.

Los test de antígenos confirman la presencia del virus al detectar sus proteínas (antígenos). Con alguna diferencia, más o menos todos tienen el mismo fundamento. Las ventajas son su rapidez y sencillez. No requiere reactivos caros, ni máquinas, ni personal técnico cualificado. Son mucho más baratos que la PCR. Suelen estar manufacturados como un test de embarazo: se toma una muestra de la nariz con un bastoncillo o de la saliva, se añaden gotas de un reactivo que extrae los antígenos del virus, se coloca en el dispositivo y se esperan menos de 30 minutos a que aparezcan las bandas reactivas.