SARA BONILLO NAVARRO
Domingo, 21 de agosto 2022
Huir del miedo no es fácil, en especial para aquellas jóvenes que han tenido que aprender a vivir con el temor de volver a casa solas por la noche o acudir a una fiesta ... .
Publicidad
Ahora, a los distintos tipos de violencia machista se le suma el incremento de casos de pinchazos entre las chicas «esta es otra manera más de someter a las mujeres, de intentar quitarlas del espacio público», asegura Gregorio Gómez Mata, secretario de la asociación Alma contra la violencia de género.
En estos casos tendrían que «salir corriendo como aquel que dice, todos los días. Por desgracia cada vez está habiendo muchos más casos». «No se están transmitiendo los valores y la educación necesaria a las nuevas generaciones y las consecuencias se pagan con relaciones de este tipo», indica el trabajador.
Del mismo modo, Chelo Alvarez, psicoterapeuta de la asociación Alanna, señala que las jóvenes tienen que analizar muy bien con quien se juntan y «a la mínima señal de violencia deben de alejarse inmediatamente de esa persona» indica Álvarez.
Publicidad
Noticia Relacionada
Asimismo, el secretario hace hincapié en que cuando las chicas vean que algo no funciona o que no es como debe de ser, «tienen que huir, que no se dejen someter en ningún momento. No están solas, pueden llamar al 016 o acudir a asociaciones que les pueden ayudar a abrir los ojos», señala Gómez.
Respecto a otros tipos de violencia machista como son los pinchazos de sumisión química, Gómez aconseja que «nunca se callen, que aunque sea un graciosillo como el que iba pinchando con palillos, hay que leerles la cartilla», indica el secretario. También ha querido recordar que estos casos se deben «denunciar siempre y lo primero que tiene que hacer una chica cuando sienta un pinchazo es acudir al centro de salud para que allí activen el protocolo para avisar a la policía y poner la denuncia, es la única manera de poder frenar esto», asegura el empleado.
Publicidad
De la misma forma, Álvarez advierte que las jóvenes «tienen que intentar no quedarse solas, controlar a quien tienen cerca, evitar multitudes e ir con cuatro ojos por la calle», indica la psicoterapeuta. También tienen que tener controlados sus vasos en todo momento «porque lo de la burundanga es algo que sigue estando ahí también, es otro riesgo», señala la trabajadora.
Durante los últimos meses, en Alanna han vivido tres casos de jóvenes que han acudido por ser víctimas de pinchazos en discotecas. Desde la asociación les proporcionan ayuda psicológica principalmente y después del proceso terapéutico «una de ellas finalmente aceptó denunciar», indican las fuentes. Las otras dos chicas no quisieron hacerlo «el problema de las denuncias es que no hay pruebas porque el efecto en el cuerpo es muy corto, pero hay que denunciarlo porque se tiene que saber lo que está pasando y la única manera de tener un control estadístico es denunciando», afirma Álvarez.
Publicidad
El trabajo psicológico en las distintas asociaciones tiene como objetivo acompañar a las víctimas para que puedan superar la situación. En el caso de que produzca una violación la joven tiene que comenzar terapia lo antes posible porque «son muchas sensaciones y emociones las que experimenta la afectada. Hay que ayudarla en ese momento que es en el que más precisa ayuda, durante la primera semana requieren de un trabajo psicológico intensivo», detallan las fuentes.
De este modo, Gómez señala que hacen falta muchos más medios para atender a las víctimas por violencia. «Las instituciones públicas están dando cita a las jóvenes para dentro de un mes, eso no puede ser. Cuando se da un caso así, las chicas no pueden esperar tanto tiempo, es vergonzoso», sostiene el secretario. De igual modo exige que hayan más sanciones para los agresores «aquí lo que no puede ser es que esto se haga y no pase nada, porque el daño psicológico que se le está haciendo a una mujer es brutal. Este tipo de delitos deben deser sancionados de algún modo», indica Gómez.
Publicidad
En concordancia, Álvarez propone que se de un mayor control por parte de las fuerzas de orden de seguridad del Estado «si hay que cerrar algún establecimiento donde se haya producido esta situación porque la seguridad del establecimiento no ha hecho bien su labor, habrá que cerrarlo», indica el personal.
De la misma forma pide a los hombres que demuestren que «ser un hombre no es ser un violador», afirman las fuentes. Así como invita a las familias a que trabajen mucho con sus hijos estos temas y actuaciones, «porque la violación empieza muy temprano con la pornografía», indica la trabajadora.
Noticia Patrocinada
Por ello insiste en que los padres juegan un papel fundamental aquí y «deben de controlar lo que ven sus hijos en los móviles y hablar con ellos de estas cosas para que sean conscientes de lo que está pasando ahí fuera y la gravedad que tienen este tipo de actuaciones», afirma Álvarez.
Por último, pide a la delegación del gobierno tanto del país valenciano como también a nivel estatal que se «proporcionen los medios necesarios para que esto se corte de una vez», indica la trabajadora.
Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.