A. Talavera
Viernes, 19 de agosto 2022
Autobuses llenos, viajes interminables, problemas de conexión y vehículos en mal estado. Estos son los iinconvenientes que siguen sufriendo los usuarios del servicio por carretera que Metrovalencia ... puso en marcha el pasado 25 de julio como alternativa al metro, que se encuentra paralizado debido a las obras de renovación de vía en diferentes tramos en superficie de las Líneas 1, 2 y 3.
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Estos problemas han provocado que menos de un mes después del inicio de este servicio de bus ya se hayan presentado unas 300 denuncias por parte de los viajeros. Los motivos son recurrentes: horarios insuficientes, problemas para realizar los empalmes o transportes masificados que no cubren la demanda en algunos tramos del día.
Pese a que las obras se están realizando en verano, cuando la demanda de este servicio de transporte público se reduce, para causar menos molestias, los usuarios que siguen haciendo uso de estas conexiones durante el mes de agosto lamentan que no se ofrezca una cobertura adecuada.
«En agosto también hay mucha gente que sigue trabajando y no se nos puede dejar aislados, y más si cabe cuando se busca que usemos el transporte público porque es más sostenible», critica una de las viajeras habituales de Metrovalencia.
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Ante la escasez de horarios y de vehículos, que provoca que muchos usuarios tengan que esperar a que pase el siguiente bus porque van a abarrotados, se suman las deficiencias técnicas.
Así lo denuncian algunos viajeros, que explican que en varias ocasiones se han montado en autobuses donde el aire acondicionado no funcionaba.
Uno de los últimos incidentes en este transporte alternativo se dio el pasado jueves, cuando se tuvo que hacer transbordo a otro vehículo por un fallo técnico, lo que retrasó aún más la llegada al destino. «El nuevo vehículo no paraba de hacer ruidos, incluso el conductor se bajó a ver qué ocurría, y acabé apeándome por la ansiedad que sentía», comenta otra usuaria. Como consecuencia de todo ello, los trayectos por carretera han multiplicado su duración incluso por diez, ya que recorridos entre Alboraya y Massamagrell, que en metro duraban unos diez minutos, ahora llegan a una hora, lo que provoca graves molestias a los usuarios que necesitan este medio para acudir a sus puestos de trabajo.
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Desde el comité de empresa de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) han señalado que son frecuentes las quejas de los usuarios porque los autobuses no son capaces de absorber el volumen de viajeros que transporta habitualmente un convoy del metro. En las paradas de conexión hay personas para organizar el transporte alternativo que se ha contratado por parte FGV y que, según las denuncias, es insuficiente y deficitario.
Según el calendario de Metrovalencia, las obras finalizarán el próximo 31 de agosto y será entonces cuando se restablezca el servicio habitual en las tres líneas afectadas. Cabe recordar que en Línea 1 (Castelló-Bétera), las obras previstas afectan al tramo Alginet-Castelló y a la conexión entre Empalme y Bétera. En la línea 2 (Llíria-Torrent Avinguda), los trabajos se realizan en estos momentos entre Les Carolines y Fuente del Jarro. Mientras, en la línea 3 (Rafelbunyol-Aeroport) los cortes del servicio se han centrado en las estaciones de Rafelbunyol y Alboraya, Peris Aragó, puntos de gran afluencia.
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