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Coches en La Fe hacen cola para una PCR. iván arlandis
De ola a tsunami de coronavirus en la Comunitat

De ola a tsunami de coronavirus en la Comunitat

El fin del puente festivo duplicó la incidencia de casos por cada 100.000 habitantes, asfixió la presión hospitalaria e hizo crecer la cifra de fallecidos por Covid-19 En octubre, la Comunitat ha pasado de un riesgo bajo al cierre perimetral

Héctor Esteban

Valencia

Lunes, 2 de noviembre 2020, 00:36

La secuencia es sencilla e implacable. La movilidad del puente festivo del 9 al 12 de octubre aceleró los contagios. Unos días después florecieron los positivos. A la semana siguiente, los ingresos en los hospitales y en las unidades de intensivos empezaron a multiplicarse de manera alarmante. Y los fallecidos, que ya se cuentan desde hace días con cifras de dobles dígitos, aparecerán con crudeza dos o tres semanas después de la transmisión. Una segunda ola de pandemia de manual. Un octubre fatal para Europa, España y la Comunitat Valenciana. El Covid-19 es una apisonadora.

El Consell del Botánico, con el optimismo que otorgaba que los valencianos estaban en una situación privilegiada, incluso se animó en el debate de política general a financiar viajes por la Comunitat. Hoy, pocas semanas después, parece una idea disparatada si se toma en cuenta la previsión de virólogos e inmunólogos. «Vienen semanas duras», vaticinan con pesimismo. De momento, este fin de semana es el primero después de muchos meses que no se puede salir de los límites territoriales.

La Comunitat está desde hace unos días en nivel de alerta 3 después de que la presión hospitalaria se multiplicara. La clave está en atender a los enfermos y que el sistema sanitario fluya. Más peligroso que los contagios es el colapso. En el Consejo Interterritorial de Sanidad se aprobó un semáforo con dos bloques, una señal que ubicaría a cada territorio en un nivel de alerta con una serie de recomendaciones a adoptar en los próximos días.

El primer bloque, con indicadores relativos a la incidencia acumulada de casos en los últimos 14 y 7 días -la Comunitat ha superado el umbral de los 200 positivos en el primer apartado-, dibuja la curva de contagios y proyecta el comportamiento del virus de cara a la próxima quincena. El segundo bloque marca la presión en los hospitales. En sólo una semana se ha disparado de una manera tan preocupante que ya se han iniciado las tareas para habilitar las dependencias de la vieja Fe de Campanar para acoger a los enfermos menos graves.

Con los datos en la mano, la sensación es que las administraciones han vuelto a actuar demasiado tarde. El virus se ha vuelto a escapar y amenaza de nuevo con fuerza a la población, es especial a la más vulnerable. La vuelta del frío, entre eternos debate sobre si el Covid-19 es un virus estacional, ha demostrado que la bajada de las temperaturas es aliada de la transmisión.

El mes de octubre comenzó en la Comunitat con un nivel de alerta 1. La presión hospitalaria era llevadera y los pacientes ingresados por Covid-19 en los hospitales representaban el 4%. En las unidades de cuidados intensivos, ese porcentaje era del 7,46%. La situación se podía entender como controlada, hasta que la movilidad del puente festivo disparó todos los indicadores. Los positivos se desbocaron y el calor veraniego desapareció.

Por encima del millar

A un ritmo vertiginoso, la presión hospitalaria transitó por el nivel medio para colocarse esta semana en alto y sin haber tocado techo. Cada día que pasa hay más hospitalizados e ingresos en las UCI valencianas. El número de encamados ya supera los mil pacientes -el último dato es de 1.149 personas cuando el 2 de noviembre era de 402-. En tan sólo un mes las entradas en los hospitales se han multiplicado por tres. De estos, en UCI hay 172, según los últimos datos facilitados por la conselleria de Sanidad. A principios de octubre eran 68 los valencianos en intensivos por coronavirus.

En los últimos días, los nuevos positivos se han situado por encima de los 1.500 casos. La Comunitat bate sus propios récords de contagio, aunque la situación hay que verla con cierta perspectiva respecto a marzo, donde la primera ola se caracterizó por un descontrol absoluto. En primavera, nueve de cada diez infectados estaban fuera del radar. El estudio de seroprevalencia apuntó a que hubo cerca de 125.000 valencianos infectados en la primera ola cuando los datos oficiales sólo recogían entre 13.000 y 14.000. Ahora, desde las instituciones se mantiene que son sólo tres de cada diez los que se quedan fuera de control de la red de rastreadores.

La Comunitat abrió octubre con una tasa de 103 contagios por cada 100.000 habitantes y treinta días después ha aumentado un 124%. Del control al descontrol en tan sólo un mes. El 13 de octubre es el punto de inflexión, a la vuelta del puente festivo, con una incidencia acumulada de 95. A partir de ese momento el indicador se disparó y se tuvo que acelerar en la toma de decisiones.

El virus es traicionero porque en unos días un territorio puede pasar de una situación aceptable a otra muy problemática. El aumento de la curva es cuestión de días pero doblegar la pendiente es una tarea lenta, de muchas semanas y muy complicadas. En la última quincena se han tomado medidas como el toque de queda, el estado de alarma y los cierres perimetrales - en la Comunitat, al menos hasta el próximo viernes-. Si durante los próximos días los datos no se estabilizan -reducirlos sería casi un milagro- el siguiente paso sería el de un confinamiento parecido al de primavera aunque con algunas licencias, como mantener abiertos los centros educativos. El Gobierno ya dispone del borrador para adoptar medidas más drásticas.

Porcentaje de positivos

Hay que tener muy en cuenta el porcentaje de positivos sobre el total de las PCR o pruebas de antígeno realizadas. La Comunitat tiene este indicador en un valor muy alto con más de un 15%, incluso por encima de la media nacional. Este ha sido por ahora el peor parámetro para el territorio valenciano. El último informe de la Red Nacional de Epidemiología (Renave), con fecha 28 de octubre, recoge que la Comunitat Valenciana es la que mejores datos presenta en la incidencia acumulada en los últimos siete días sólo por detrás de Canarias, que es una de las autonomías españolas que no presenta restricciones.

Desde el 10 de mayo, el servicio de salud valenciano ha detectado 30.383 casos de pacientes con síntomas, lo que representa el 64,3% de los casos totales. En las últimas tres semana ese porcentaje sube hasta 67,6%. Además, y es un dato favorable al territorio valenciano, sólo en tres de cada diez caso no se conoce el contacto conocido de contagio, por lo que las labores de rastreo se pueden desarrollar con mayor seguridad. Además, en Valencia se identifican a tres casos por contagio, uno más que la media nacional pero lejos de los datos de Cantabria, con seis.

La población más vulnerable es la de más edad. De los 899.246 infectados desde el 10 de mayo en España, se han dado 7.225 fallecimientos -el 0,8%-, de los que 4.808 tienen más de 80 años.

El último parte de la conselleria de Sanidad notificó 88 brotes y dos de cada tres tienen un origen social. Las reuniones de amigos y familiares, además de las celebraciones como bodas y comuniones, están en el punto de mira. Todas las medidas aplicadas por la Generalitat en los últimos días están dirigidas a atajar estos potenciales focos de contagio. Las próximas dos semanas son clave.

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